(CNN) – Precaución: tu miedo de volar puede incrementarse después de leer esto.
Cientos de pilotos que actualmente vuelan aviones comerciales podrían estar clínicamente deprimidos, de acuerdo con un estudio publicado este miércoles en Environmental Health. Peor aún, muchos pilotos con síntomas de depresión no buscarían tratamiento porque temen que eso tenga consecuencias negativas en sus carreras, como trabajar en tierra, dicen los investigadores del Harvard T.H. Chan School of Public Health.
Cerca de 1.850 pilotos participaron en el estudio, anónimo, realizado vía web entre abril y diciembre del 2015 y liderado por Joseph Allen, autor senior y profesor asistente en el Harvard Chan School.
La nueva investigación llega un año y medio después de que un copiloto de un avión de Germanwings que sufría de depresión mató a 150 personas cuando deliberadamente decidió que estrellaría la aeronave en los Alpes franceses.
Alta prevalencia
Allen y sus colegas diseñaron la encuesta con una mezcla de temas para no revelar que el foco estaba puesto en la salud mental y evitar, en la medida de lo posible, los prejuicios de los participantes. Junto con las preguntas estandarizadas de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición, los investigadores incluyeron las preguntas que los doctores suelen utilizar para diagnosticar depresión.
Después de valorar los pros y los contras, el equipo decidió realizar la encuesta de manera anónima. “Las ventajas de hacerla anónima serían mayores para nosotros porque queríamos participación, pero también queríamos que los pilotos tuvieran absoluta confianza en la encuesta y que estuvieran seguros de que no serían ubicados luego, para que hablaran honestamente”, dice Alexander Wu, primer autor y estudiante de doctorado en Harvard Chan School.
Analizando los datos recogidos, Allen, Wu y sus colegas descubrieron que un considerable número de pilotos sufren síntomas de depresión. De casi 3.500 participantes, 1.848 respondieron las preguntas sobre salud mental. Entre ellos, 233 pilotos -el 12,6%- cumplen con los criterios de probable depresión. De 1.430 pilotos que aseguraron haber trabajado en los últimos siete días, 193 -el 13,5%- de los pilotos reúnen esos requisitos.
En comparación, los autores destacaron que el 7% de los estadounidenses sufrieron de depresión el año pasado.
Además, 75 pilotos (el 4,1%) reportaron haber tenido pensamientos suicidas en las dos semanas previas a la encuesta.
De acuerdo con los investigadores, la depresión es más probable entre los pilotos que fueron víctimas de acoso sexual (36,4% entre los que sufrieron acoso sexual cuatro o más veces en la última semana) o de acoso verbal (42,9% entre los que sufrieron acoso cuatro o más veces en la última semana). Los pilotos que utilizan más medicación para ayudar a conciliar el sueño también son más propensos a sufrir de depresión.
Evaluación de pilotos
El doctor Andrew F. Leuchter, profesor de psiquiatría y ciencias conductuales del Instituto de Investigaciones Cerebrales de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), dice que los pensamientos suicidas son comunes entre las personas que están clínicamente deprimidas. “Siempre nos preocupamos cuando los pacientes nos dicen que están pensando en el suicidio”, le dijo a CNN por correo electrónico. “Afortunadamente, la mayoría de los pacientes no llevan a cabo esos pensamientos”.
La Asociación de Pilotos de Aerolínea hizo un llamado para interpretar los resultados del estudio con mucho cuidado. “Es importante recordar que viajar en avión es el modo de transporte más seguro del mundo”, escribió la Asociación en un correo. También destacó que las compañías aéreas de Estados Unidos completan de manera segura 27.000 despegues y aterrizajes cada día, en todo tipo de condiciones.
Hasta ahora, la mayor parte de la información sobre la salud mental de los pilotos se había basado en investigaciones de accidentes, reportes y evaluaciones de salud que están protegidas por las aerolíneas y las autoridades aeronáuticas. El objetivo de la encuesta era proveer “una descripción más precisa de la salud mental de los pilotos”, aunque Allen subraya que él y sus colegas no tuvieron acceso a expedientes médicos y no llevaron a cabo entrevistas para confirmar los diagnósticos de depresión.
Según Leuchter, quien no participó en la nueva investigación, “los índices de depresión entre pilotos en este estudio son comparables con (o en algunos casos más bajos que) aquellos vistos en muchas encuestas realizadas entre la gente”.
También opina que la falta de entrevistas personales es una falla significativa del estudio, junto con el hecho de que “no sabemos cuán representativos son aquellos que respondieron frente a los pilotos en general”. Sin embargo, Leuchter asegura que una fortaleza del estudio “es que está basado en una amplia muestra de pilotos, lo que hace que entregue más información que estudios previos”.
La Administración Federal de Aviación exige que examinadores aeromédicos evalúen la salud de los pilotos, explican Allen y sus coautores. Los examinadores, sin embargo, no diagnostican condiciones de salud mental y la única forma de que quede registro del desorden mental en la historia médica es que el mismo piloto hable del tema.
Esa profesión está entre “las carreras más investigadas actualmente” en Norteamérica, respondió la Asociación de Pilotos de Aerolíneas, tras destacar que los pilotos “son continuamente evaluados durante sus carreras” a través de exámenes médicos, entrenamientos y otros programas, así como son “examinados en vuelos aleatorios por la Administración Federal de Aviación.
“Los miembros de la tripulación también se monitorean y evalúan entre ellos mientras están en funciones y existen procedimientos, procesos y programas para responder cuando surja la preocupación”, agrega la Asociación.
Sin embargo, los autores del estudio creen que el “subrregistro de los síntomas y diagnósticos de salud mental entre los pilotos se debe al estigma público de las enfermedades mentales y al miedo entre los pilotos de ser trasladados a trabajos en tierra o no ser aptos para el trabajo”.
Según los investigadores, la prevalencia de los síntomas depresivos entre las ocupaciones de mayor estrés incluye un 7% en técnicos de emergencias médicas, del 10% al 17% en agentes de policía y un 13% en personal militar desplegado. En futuros estudios, los expertos esperan examinar los factores de riesgo que llevan a los pilotos a sufrir de depresión.
“Sospechamos que el ritmo circadiano alterado y/o los trastornos del sueño pueden estar asociados a mayores niveles de depresión”, dice Wu.
El accidente fatal de Germanwings no fue un evento aislado, afirmó un equipo de investigadores irlandeses en un estudio publicado este año. Los expertos reportaron “evidencia no concluyente” que sugiere que la caída del Boeing 767 de EgyptAir, que en 1999 mató a 217 personas tras despegar de Nueva York, podría haber sido causada de manera deliberada por el primer oficial auxiliar. De la misma manera, el accidente del vuelo 185 de Silk Air, que se estrelló cuando viajaba a Singapur en 1997 y que ocasionó la muerte de 104 personas, se habría debido a que el capitán de la aeronave tenía “problemas relacionados con el trabajo”.
A pesar de que existen tratamientos efectivos, menos de la mitad de las personas que sufren de depresión pueden recibirlos, según la Organización Mundial de la Salud. Uno de los mayores obstáculos para buscar atención es el estigma social, al que los pilotos le añaden una carga de largas y continuas horas de trabajo, lo que dificulta programar sesiones para realizar el tratamiento, según los autores.
En junio pasado, la Administración Federal de Aviación anunció que exigirá que los examinadores médicos de pilotos comerciales reciban más entrenamiento para ayudar a identificar mejor las alarmas de enfermedades mentales. Sin embargo, los pilotos comerciales no necesitarán pasar pruebas psicológicas.