Nota del editor: Ian Kerner es un psicoterapista, consejero certificado y autor de libros que han sido best-seller en el New York Times. Lee más sobre él en su sitio iankerner.com.
(CNN) – Con las festividades de fin de año en pleno auge, tú y tú pareja probablemente están enfocados en la familia, en los viajes y en la comida, más que en ponerle un poco de picante a tu vida sexual.
“Lo haremos más el próximo año”, podrías proponerte. Pero muy pronto, los plazos inamovibles para entregar trabajos, los horarios de tus hijos, o incluso el atractivo de tu sofá y el control remoto pueden conspirar para que dejes tu vida sexual en segundo plano.
Y eso es un problema. El sexo es el pegamento que nos mantiene juntos, y sin él, las parejas pueden empezar a sentirse como compañeros de cuarto o, en el mejor de los casos, como “mejores amigos”. En mi experiencia, cuando las personas dejan de tener sexo, sus relaciones se vuelven vulnerables para recibir otras amenazas, como rabia, desapego emocional, infidelidad e incluso, divorcio.
Pero lo mejor sobre las imperfecciones, sin embargo, es que puedes pasar por encima de ellas. “Investigaciones muestran que las parejas que se comunican bien entre ellas son mejores a la hora de atravesar sus problemas así que su felicidad y satisfacción no se afecta seriamente”, dice la investigadora sexual Kristen Mark.
De hecho, hay una gran evidencia de que, cuando se trata de sexo en relaciones a largo plazo, la calidad típicamente supera la cantidad. En tres estudios recientes, la investigadora Amy Muise y sus colegas de la Universidad de Toronto Mississauga buscaron determinar si la cantidad de sexo que tenían las parejas estaba relacionada con su satisfacción con la vida.
Las investigadoras encontraron qeu para las personas que están en una relación, la frecuencia sexual estaba asociada con mayor felicidad, pero ese vínculo dejaba de ser significativo si había una frecuencia de más de una vez a la semana. Eso sugiere que no necesitas tener sexo todos los días para sentirte conectado con tu pareja, ¡pero que debes hacerlo una vez a la semana!
¿Está el sexo en tu calendario?
Así que, ¿cuál es el propósito para las parejas ocupadas? Como cualquier otra cosa que programes con tu pareja, creo que deberías poner el sexo en el calendario. Mucha gente podría sorprenderse con esto.
“Mientras que está bien planificar todo, el sexo debe ser espontáneo, ¿correcto?”
No necesariamente.
El deseo impulsa el sexo, pero no hay sólo un tipo de deseo. “Podemos imaginar el deseo espontáneo como un rayo en los genitales: ¡Kaboom!”, dice la educador sexual Emily Nagoski. Las representaciones mediáticas del “sexo caliente” casi siempre describen ese tipo de sexo de “tengo que tenerte ahora”, que es más común entre parejas nuevas.
Pero el deseo no siempre es espontáneo. También puede ser sensible, ser la respuesta a algo que vino antes de él. ¿Y qué puede ser? Excitación.
En el Upanishad —uno de los textos hindúes más antiguos— se nos dice que la energía que soporta toda la creación se manifiesta como la calidez que surge cuando somos tocados. Para mí, esa es la excitación: el placer de tu pareja cuando te toca, por ejemplo. Así que si estás esperando un deseo espontáneo como una razón para tener sexo, tal vez nunca pase. Pero si te permites a ti mismo sentir un poco de excitación, el deseo tendrá una mayor oportunidad de emerger.
“El deseo receptivo es normal y muy común en las relaciones de largo plazo”, explicó Mark. “A veces, lo malinterpretamos como poco deseo, pero no lo es. El deseo es un estado, no una característica y fluctúa en todos nosotros. Es más difícil ser espontáneos en relaciones establecidas, por eso es importante hacer del sexo una prioridad”.
Prepara tus motores
Si el mismo pensamiento del sexo después de un día agotador de trabajo te tiene arrastrando los pies, ayuda mucho enfocarse menos en el deseo y más en generar excitación. Podemos hacerlo entendiendo lo que es el modelo de doble control de la excitación.
Piensa en tus pensamientos sexuales como si fueran un carro. La primera parte del modelo, el sistema de excitación sexual (SES) es como el acelerador de tu sexualidad. Muchas cosas pueden presionar ese pedal y acelerar tu motor, desde la estimulación visual (cómo te sientes con tu cuerpo, cómo te sientes con tu pareja, aún teniendo un buen día) hasta la estimulación táctil (que tu pareja de toque).
Tu SES constantemente escanea tu entorno buscando “excitadores” que puedan resultar llamativos y luego enviar señales a tu cerebro y genitales para activarlos.
La segunda parte de este modelo es el sistema de inhibición sexual (SIS). Así como tu los actos de tu SES funcionan como un pedal que activa tu sexualidad, el SIS la frena.
Como el SES, el sistema de inhibición sexual constantemente escena tu entorno buscando “desactivadores”, ya sea una pelea con tu pareja, o una cama incómoda, o incluso un montón de platos sucios en el fregadero.
Todos tenemos los sistemas SES y SIS, y los necesitamos ambos para tener una vida sexual saludable. Esto hace de la excitación un proceso de dos partes que requieren un estímulo para el SES y remover cualquier cosa que pueda activar el SIS.
¿Cómo lo haces? Esto ayuda a pensar en cómo suavizar los frenos y pisar el acelerador.
Tú y tu pareja pueden escribir y compartir entre ustedes lo que los excita y lo que los inhibe.
¿Tu pareja ama verte con lencería? Vayan y cómprenla juntos. ¿No puedes tener sexo hasta que la casa esté completamente limpia? Hagan un plan para dividir y superar juntos el desorden.
Una ventana a la buena voluntad
Así que este es tu propósito real para 2017: En vez de tratar de tener más sexo, sería bueno que dejaras de pensar en tener más sexo y al contrario, ir a ese principio de tener la buena voluntad de generar la excitación que los lleve al deseo.
Resuelvan crear una “ventana de disposición” una o dos veces a la semana durante 15 minutos y decidan con tu pareja una actividad que los excite como hacerse masajes, bailar o tomar una ducha juntos.
Recuerda, el cerebro es el órgano más grande de excitación y podemos encenderlo sin ningún tipo de contacto físico, así que también aconsejo a las parejas que piensen en una actividad mental que puedan poner en esa ‘ventana de buena voluntad’: Compartan una fantasía, lean un poco de literatura erótica, vean una película para adultos o vean un poco de porno ético juntos.
No creo que la planificación del sexo sea algo rutinario o aburrido, sino como algo consciente, cuidados y atento con el sexo. Y si estás teniendo problemas para reunir el deseo con tu pareja, entonces hagan algo para resolver este tema. ¡Los ejercicios pueden ser divertidos!