CNNE 367661 - miss-canada-china

(CNN) – Anastasia Lin sólo quería que su padre viera su cara.

Cuando entró en Miss Mundo 2016, la canadiense no se hacía ilusiones sobre volver a casa con la corona. El estar en el escenario era suficiente: la final se difunde por todo el mundo, incluyendo su nativa China, donde su padre ha sido acosado desde el año 2015.

Al final, ella apareció en la pantalla seis segundos, durante su presentación. Durante el resto del espectáculo estuvo escondida detrás de la multitud de participantes, o en las esquinas del escenario.

“Fue realmente muy ingenuo pensar que mi padre me podía ver”, dijo Lin.

Si está un poco amargada, es por una buena razón. Su franja de tiempo en pantalla fue comprada con meses de práctica y ensayo, y, lo más doloroso para un activista defensor de los derechos humanos, su silencio.

Durante la competición, Lin dijo que le prohibieron hablar con los periodistas, parte de lo que los analistas dicen que es un patrón de las compañías occidentales que cooperan con China para silenciar a los críticos en el extranjero.

La presidenta de Miss Mundo, Julia Morley, dijo que la organización hizo “todo lo posible para ayudar a la señorita Lin y no hicieron absolutamente nada para impedir que hiciera lo que quería”.

Una pequeña comunista

Lin, de 26 años, nació en la provincia de Hunan, China. Cuando era niña, llevaba el icónico pañuelo rojo de los Jóvenes Pioneros y se comprometió a “luchar por la causa del comunismo”.

Una de sus funciones en la organización juvenil estatal era reunir a otros niños para ver las transmisiones de propaganda, que en ese momento se centraban intensamente contra Falun Gong.

El movimiento espiritual, que tiene sus raíces en la práctica de meditación y artes marciales qigong, explotó en popularidad en la década de 1990, llegando hasta un estimado de 30 millones de miembros a finales de la década, según el Departamento de Estado de Estados Unidos.

En 1999, después de que más de 10.000 practicantes de Falun Gong realizaron una manifestación pacífica en Beijing -la mayor protesta en la capital china desde la matanza de Tiananmen una década antes- el movimiento fue prohibido y se inició una brutal represión, con decenas de miles de detenciones.

Ahora una portavoz prominente en contra de la persecución de los practicantes de Falun Gong, Lin dijo que la represión es en gran medida desconocida. No fue hasta que se mudó a Canadá a los 13 años que “aprendió que lo que se les dijo en China era completamente diferente a la realidad”.

Sus inicios

“No era activista en absoluto”, dijo Lin.

Cuando era adolescente, estaba centrada en la actuación y modelaje, al tiempo que estudiaba teatro en la Universidad de Toronto.

Fue allí donde fue abordada por un productor chino que estaba buscando a alguien para desempeñar el papel de un estudiante muerto durante el terremoto de Sichuan de 2008. Miles de niños murieron durante el desastre, quedando enterrados bajo los escombros de las escuelas que les cayeron encima.

“Dijo que no podía encontrar a nadie para desempeñar este papel, porque era un tema demasiado sensible”, dijo Lin. “Tomé la oportunidad”.

Ofertas similares rápidamente llegaron: “Hubo un momento en el que realmente tenía el monopolio de este tipo de papeles”.

Al mismo tiempo, comenzó a competir en concursos de belleza para elevar su perfil y experiencia ante la cámara. Logró el tercer lugar en Miss Mundo Canadá en 2013, llegando a ganar el concurso en 2015.

Fue entonces cuando empezaron los problemas.

Bloqueada

Al ganar el concurso en Canadá, Lin debía participar en Miss Mundo 2015, que ese año tendría lugar en Sanya, en la isla meridional china de Hainan. Pero a medida que se acercaba el evento, su solicitud de visa era ignorada y se quedó colgando, sin saber si podía participar en la competición.

Ella también comenzó a recibir mensajes angustiosos de su padre, que aún vive en China. Lin contó que fue abordado por agentes de seguridad que le dijeron que si ella no “detenía sus actividades políticas y de derechos humanos”, detendrían a miembros de su familia.

Pero esas amenazas no la detuvieron. “Mi personalidad me impide esconder las cosas” , dijo, pero ella y su padre ya no hablaron, debido a los temores por su seguridad.

Muchos activistas hicieron acusaciones similares. Ilshat Hassan, presidente de la Asociación Americana Uigur, que aboga por los miembros de la minoría musulmana de habla turca de China, dijo a CNN el año pasado que su familia fue acosada por su activismo. “Apenas hace unos meses mi madre me pidió por favor que dejara lo que estaba haciendo, o no nos llamaría”, dijo.

Decidida a por lo menos tratar de participar en Miss Mundo, Lin voló a Hong Kong, donde los canadienses no requieren de visa para entrar, y trató de conseguir un vuelo a Sanya.

“Me declararon persona non grata y me impidieron embarcar en el avión”, dijo.

Su denegación de entrada se informó rápidamente en todo el mundo, y le valió una denuncia en el estatal Global Times, que la acusó de carecer de “comprensión razonable del país en el que nació” y le advirtió contra “enredarse con las fuerzas hostiles contra China”.

Silenciada

En su segunda oportunidad en Miss Mundo 2016, Lin se comprometió a seguir la línea, para que no le negaran un lugar en la final otra vez. “Yo quería hacer las cosas bien”, dijo.

Sin embargo, ella escogió como su proyecto “Belleza con un Propósito” poner la atención sobre la sustracción de órganos en China, un tema con el que se había familiarizado después de actuar en la película canadiense The Bleeding Edge.

En junio, un informe del exlegislador canadiense David Kilgour, del abogado de derechos humanos David Matas, y del periodista Ethan Gutmann afirmó, basado en las cifras reportadas públicamente por los hospitales, que China todavía se dedica a la recolección sistemática y generalizada de órganos de presos, entre ellos presos de conciencia.

Al llegar a Washington DC, Lin recibió múltiples solicitudes de los medios. Dispuesta a jugar bajo las reglas, dijo que las remitiría a los funcionarios de Miss Mundo, que las negaron inicialmente, aunque varias fueron aceptadas más tarde.

Después de que Miss Mundo le permitió dar entrevistas, Lin dijo que todavía era cuidadosamente controlada cuando hablaba con la prensa.

Morley dijo que todas las concursantes estaban acompañadas y negó que Lin fuera impedida de hablar, diciendo que “tuvo pleno acceso a cualquier entrevista, sin excepción”.

Censura

Empresas y gobiernos occidentales se enfrentan a una creciente presión de Beijing, en un intento de dejar de lado a los críticos en el extranjero, dijo el investigador de Amnistía Internacional Patrick Poon.

CNN ha informado anteriormente de cómo Beijing ha llegado cruzado fronteras en su caza de disidentes, en colaboración con los gobiernos cooperativos que deportan a los críticos a China.

La presión económica también ha sido usada para perseguir a las empresas que dependen de los ingresos procedentes de China.

La semana pasada, Apple eliminó The New York Times de su tienda de aplicaciones china, sobre la base de que la aplicación del periódico “ha violado regulaciones locales”.

“Los gobiernos extranjeros y organizaciones extranjeras deben reconsiderar si lo que han estado haciendo, doblegándose a la influencia de China, significa comprometer la libertad de expresión de los disidentes y la libertad de movimiento”, dijo Poon.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de China no respondió a una solicitud de comentarios.

A pesar de sus experiencias, Lin dijo que estaba agradecida a la competición por darle una plataforma.

“No es culpa de Miss Mundo que estén tan nerviosos”, dijo Lin. “El mundo entero está ligado económicamente a China”.