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El telescopio Hubble descubre galaxias más allá de "la última frontera"
01:39 - Fuente: CNN

(CNN) – Durante mucho tiempo nadie advirtió la singularidad de la pequeña galaxia denominada PGC 1000714, que existía a 359 millones de años luz de la Tierra.

Pero hace algunos años, llamó la atención del investigador Patrick Treuthardt mientras analizaba un rango de galaxias. Al principio pensó que era una pequeña galaxia elíptica común, acaso más circular que lo habitual. Pero una mirada más atenta reveló que había tropezado con algo increíblemente raro.

En el corazón de la galaxia había un redondo núcleo rojo de 5.500 millones de años. Estaba rodeado por un anillo azul de 130 millones de años, sin nada que los conectara. El hallazgo de Treuthardt coincidía con la descripción de una galaxia tipo Hoag.

Un análisis más detallado reveló algo aún más sorprendente: un difuso anillo interior rojo y más antiguo alrededor del núcleo.

“Fue como detectar a un leopardo de las nieves o algún otro animal raro y huidizo”, dijo Treuthardt. “Una galaxia tipo Hoag, con un solo anillo circular que rodea un núcleo circular, ya es muy raro, pero encontrar una con dos anillos potencialmente muy regulares es bastante extraordinario”.

“Una estimación indica que las galaxias tipo Hoag constituyen el 0.1% de las galaxias conocidas, y podría ser incluso menos que eso. Hay más probabilidades de que te toquen cuatro cartas del mismo valor en una mano de póquer de cinco cartas. Esta galaxia puede ser única en su clase”.

La mayoría de las galaxias tienen una estructura de disco visible que muestra cómo se conectan el núcleo y sus anillos. Por lo general, los anillos no son simétricos porque se forman debido a las galaxias que interactúan con otras galaxias o su entorno. Esta galaxia tiene un núcleo y un anillo circulares, eso desafía ambas propiedades y las teorías sobre el tema.

El investigador descubrió que, aunque PGC 10000714 estaba incluida en los catálogos de las galaxias, no había ninguna descripción que coincidiera.

Treuthardt, astrofísico del Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte, trabajó con un equipo de investigadores para fotografiar y estudiar la galaxia. Utilizaron imágenes de múltiples bandas de onda de un telescopio de gran diámetro para determinar la edad de sus facciones. Su investigación fue publicada en un estudio la semana pasada.

Para la postulante de doctorado Burcin Mutlu-Pakdil, del Instituto de Astrofísica de Minnesota, lo observado guarda parecido con un Objeto de Hoag. Llamado así por el astrónomo que lo descubrió en 1950, el Objeto de Hoag es una galaxia anular atípica con un núcleo redondo y un perfecto anillo exterior, separado, sin signos de una subestructura oculta.

Las galaxias tipo Hoag se parecen mucho a esto y son extremadamente raras. Su origen es motivo de debate, agregó Mutlu-Pakdil. Por lo general, su estructura es diferente y es más similar a un disco.

Hay tan pocas conocidas que los científicos aún no tienen conclusiones definitivas acerca de su naturaleza, evolución o propiedades sistemáticas.

Cuando Mutlu-Pakdil analizó la galaxia, quedó tan sorprendida por el segundo anillo interior que revisó el análisis varias veces. Cada vez con el mismo resultado.

“Entonces me di cuenta una vez más que el universo está lleno de sorpresas y aún tenemos mucho que aprender”, dijo.

Tal vez algo que explique la rareza de estas galaxias pueda atribuirse a los propios anillos. En comparación con el resto de la galaxia al que están unidos, los anillos pueden no tener una vida larga o pueden formarse solo bajo ciertas condiciones, comentó Treuthardt.

Debido a que los dos anillos tienen diferentes colores y edades, la galaxia podría haber experimentado dos periodos de formación y crecimiento. Otra posibilidad es que el anillo exterior se formara conforme la galaxia incluía partes de una galaxia vecina, según el estudio.

Pero los datos de PGC 10000714 son limitados. Para aprender cómo se formaron los anillos, Treuthardt señaló que los investigadores necesitarán imágenes infrarrojas y datos espectroscópicos. Él también quiere investigar las porciones interiores y la estructura de la galaxia y descubrir más sobre su entorno gaseoso.

“Comprender realmente cómo pudieron formarse y evolucionar esta galaxia y otras parecidas, nos ayuda a comprender mejor la formación de las galaxias y su evolución en general”, dijo Treuthardt. “Los casos atípicos como PGC 1000714 desafían nuestras teorías, un aspecto importante de la ciencia”.