CNNE 376120 - c3rbezaxuaa5a8z
Lacouture: El turismo colombiano también aporta a la paz
08:29 - Fuente: CNN

(CNN Español) – ¿Qué tienen que ver el turismo y la paz? ¿Si hay paz, puede desarrollarse mejor el turismo? ¿Qué actores deberían trabajar para construir paz en regiones turísticas?

Para responder preguntas como esas, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia creó un programa piloto en cuatro de las zonas más bellas de Colombia, que también son cuatro de las zonas que durante casi medio siglo estuvieron en el epicentro del conflicto armado. Cuatro de las zonas más afectadas por la guerra.

La idea es desarrollar turísticamente esos destinos del territorio nacional afectados por el conflicto y garantizar su sostenibilidad”, dijo la ministra de Comercio, Industria y Turismo María Claudia Lacouture en el foro “Turismo y paz”, que se llevó a cabo en la Cumbre Mundial de Premios Nobel de Paz el pasado 3 de febrero, en Bogotá.

Las cuatro zonas son: Sierra de la Macarena (en los Llanos Orientales, allí se encuentra el que ha sido reconocido como uno de los ríos más bellos del mundo: Caño Cristales o el río de los cinco colores), el Golfo de Urabá (fronterizo con Panamá, incluye la selva del Darién y varias playas en el Pacífico), el Valle del Sibundoy y Mocoa (en el departamento del Putumayo, en el sur de Colombia) y Ciudad Perdida (o Teyuna, como le llaman los indígenas de la zona), un antiguo poblado construido hace más de 1.200 años, sagrado para varias tribus indígenas y ubicado en la Sierra Nevada de Santa Marta, una montaña de más de 5.700 metros, coronada por la nieve pero que nace en el plena costa Caribe.

“Con esos cuatro pilotos a nivel nacional queremos empoderar a las comunidades, para que sean ellas mismas las que generen desarrollo turístico en esos territorios que antes eran de conflicto y ahora son de paz”, destacó la ministra.

En el caso de la Sierra de la Macarena, por ejemplo, Lacouture asegura que gracias a la tranquilidad que les da a los viajeros el actual proceso de paz con las FARC, pasó de no tener ningún conexión aérea con Bogotá a tener tres vuelos semanales.

Llamado "El arco iris líquido" y "El río de cinco colores", el río Caño Cristales ofrece un impresionante espectáculo cada año entre julio y noviembre. Una erupción de coloridas algas le brinda un color predominantemente rojo sangre al río, cuando los niveles de agua son adecuados. Los guías ofrecen excursiones por la zona, que forma parte del Parque Nacional Sierra de La Macarena, en el departamento de Meta (oriente del país).

“Es paradójico, pero en Colombia tenemos casi 1 millón de hectáreas de tierra casi completamente vírgenes gracias los actores armados”, explicó en el mismo foro Jean Claude Bessudo, presidente de la empresa turística más grande de Colombia: Aviatur.

“En esas regiones no cometimos errores porque ellos (los actores armados) estaban allí y no nos dejaron cometerlos, así que tuvimos tiempo de aprender de experiencias de otros países y ahora, con la paz, ya sabemos cómo generar desarrollo turístico sin afectar el medio ambiente o la calidad de vida de las comunidades que viven en esas zonas”, agregó. “Somos un país que lo tiene absolutamente todo, solo nos faltaba la paz”.

A las oportunidades excepcionales que ofrece la diversidad en Colombia (con un potencial turístico único porque está rodeada del océano Pacífico y del Atlántico y tiene la selva del Amazonas), se suma “la actitud y amabilidad de su gente”, como lo señaló en el foro Daniel Houghton, CEO de Lonely Planet, la guía de viajes más grande del mundo.

Houghton -que vive convencido de que viajar es la mejor manera de abrir los ojos y abrir la mente- cree que en Colombia se encuentran personas auténticas, que permiten que cualquier viajero se sienta a gusto recorriéndola.

En el más reciente listado de Best in Travel, la selección anual de los mejores destinos turísticos que hace Lonely Planet, Colombia aparece recomendado como el segundo país que hay que visitar en el 2017, después de Canadá.

Cartagena, con su ciudad amurallada, es la ciudad más turística de Colombia y la que más visitantes extranjeros recibe.

Según la ministra Lacouture, el proceso de paz con la guerrilla de las FARC, que firmó un acuerdo final con el gobierno en noviembre pasado y acaba de comenzar un proceso de desarme que tardará seis meses, permite que el turismo se desarrolle en zonas antes aisladas por la guerra y que aporte desarrollo económico.

Tanto, asegura, que el turismo es ya el segundo mayor generador de ingresos para el país, después del petróleo y por encima del carbón, el café, las flores y el banano. De acuerdo con cifras entregadas por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, los ingresos de divisas por turismo aumentaron un 52,6% entre el 2010 y el 2015, al pasar de 3.440 millones de dólares a 5.251 millones de dólares en esos cinco años.

En ese mismo periodo de tiempo, la llegada de visitantes extranjeros a Colombia se disparó un 70,33%, al pasar de 2.610.690 entradas registradas en el 2010, a 4.447.004 en el 2015.

“La idea es que la paz beneficie zonas que son verdaderas joyas turísticas y que, en un proceso de doble vía, esas zonas también contribuyan a generar desarrollo y construir una paz que sea sostenible”, afirma la ministra.

“Hoy en el mundo se está hablando de construir muros, de dividirnos y aislarnos, y por eso el turismo puede ser un gran vehículo para construir paz, porque viajando logramos entender distintas culturas, conocemos mejor el mundo y los valores que nos unen”, opina Bruce Poon Tip, CEO de la compañía de viajes G Adventures, quien también participó en la Cumbre Mundial de Premios Nobel de Paz.

Según Poon Tip, “la paz es crear diálogos con las comunidades y Colombia está haciendo grandes cosas para crear ese diálogo con la gente a través del turismo”.