Washington (CNN) – Las operaciones de control de inmigración que se han realizado en Estados Unidos ya suman más de 680 detenciones, informó este lunes el Departamento de Seguridad Nacional.
Inicialmente, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) confirmó los operativos de cinco días –que los críticos describieron como redadas– el pasado viernes. La entidad aseguró que se trataba de una serie de procedimientos de control específicos como los que llevaba a cabo periódicamente el gobierno anterior.
Pero los abogados de inmigración y los políticos demócratas que representan las áreas afectadas han cuestionado dichas acciones, asegurando que van más allá de las operaciones durante la administración Obama, pues apunta a personas que no representan ninguna amenaza y atemoriza a las comunidades con arrestos públicos.
En una declaración emitida este lunes, el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, volvió a enfatizar una vez más que estos procedimientos eran de “rutina”.
Agregó que las acciones apuntaban a criminales condenados, miembros de pandillas, individuos que volvieron a ingresar al país tras ser deportados y personas que tenían órdenes finales de expulsión por parte de los jueces de inmigración.
De las más de 680 personas arrestadas por las oficinas del ICE en Los Ángeles, Chicago, Atlanta, San Antonio y Nueva York –incluyendo los estados al sur y occidente de sus jurisdicciones–, aproximadamente el 75% eran “criminales extranjeros”, afirmó Kelly.
Y entre los delitos cometidos se encontraban “homicidio, abuso sexual agravado, agresión sexual a un menor, actos indecentes y lascivos con un niño, libertades indecentes con un menor, tráfico de drogas, agresión, asalto, conducir bajo la influencia de sustancias y cargos por posesión indebida de armas”, enumeró Kelly, aunque se podrían incluir otras infracciones. Tampoco es claro si alguno de ellos estaba en lo que se conoce como “violaciones de condición”, lo que incluye manejar sin licencia o usar un número falso de seguridad social, como muchos inmigrantes indocumentados hacen para poder trabajar.
“El presidente Trump ha sido claro en afirmar la misión crítica que tiene el Departamento de Seguridad Nacional de proteger al país y ha ordenado que nuestro departamento se concentre en remover extranjeros ilegales que hayan violado nuestras leyes de inmigración, con especial atención a aquellos que representan una amenaza a la seguridad pública, que han sido acusados con infracciones criminales, que han cometido violaciones de inmigración o que han sido deportados y después reingresaron al país ilegalmente”, insistió Kelly.
Y aunque el gobierno de Obama sí implementó medidas de control similares, los defensores han manifestado que las acciones de la semana pasada fueron tras un grupo mucho más amplio de inmigrantes que el priorizado por la administración pasada.
El gobierno anterior tenía una guía clara que apuntaba principalmente a los criminales peligrosos y violentos, mientras que en su primera semana como presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que amplió vastamente las prioridades de este tipo de acciones para incluir a prácticamente cualquier inmigrante indocumentado en Estados Unidos, incluso si sólo eran sospechosos de un crimen o de representar una amenaza a la seguridad.
El líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, emitió un comunicado este lunes exigiendo más información por parte del ICE, como respuesta a los informes presentados por los defensores que aducen que las acciones fueron contra inmigrantes de prioridad baja.
“Me preocupa la falta de transparencia y de posibles violaciones del debido proceso que rodean acciones de seguridad más recientes de la ICE. Es por eso que estoy pidiendo al ICE divulgar información sobre la ubicación de las redadas y los detalles de las personas que fueron detenidas,” afirmó Schumer. “Siempre he apoyado la ley de inmigración inteligente que ayuda a mantener seguro a nuestro país, pero las redadas contra los inmigrantes respetuosos de la ley y tratarlos de la misma manera que traficantes, asesinos y ladrones sólo logran lo contrario”, insistió.
Los funcionarios del ICE involucrados en las acciones revelaron números específicos sobre los operativos en los que estuvieron. En Georgia y las Carolinas hubo 190 arrestos y 127 eran criminales condenados. En seis estados del oeste medio, 235 personas resultaron detenidas y de ellas 163 tenían sentencias por delitos. En el área de Los Ángeles, 161 arrestados y 151 con condenas. Hubo 41 detenciones en el área de Nueva York con 23 personas que tenían condenas. Veintiocho en el área de San Antonio, de las cuales 38 ya tenían condenas previas.
De las personas que no tenían condenas anteriores, muchas detenciones se debieron a que en su contra había órdenes finales de la expulsión para la deportación o habían sido deportados previamente y reingresado ilegalmente a Estados Unidos.