(CNNMoney) – Es uno de los principios fundamentales de la Unión Europea: sus ciudadanos pueden moverse libremente entre los países del bloque.
Pero, ¿qué ocurre cuando un Estado miembro abandona la Unión?
Casi ocho meses han pasado desde que Gran Bretaña votó para salir de la UE, pero todavía no está claro si se permitirá permanecer en el país a millones de inmigrantes de otras naciones del bloque. Expatriados británicos que viven en Europa también permanecen en el limbo.
Ahora se están organizando llamados para que la primera ministra, Theresa May, dé respuestas.
En la Cámara de los Lores -la Cámara alta no elegida del Parlamento- los legisladores están tratando de adjuntar una enmienda a la regulación del brexit que obligaría al gobierno a garantizar los derechos de los ciudadanos de la UE que viven en el país.
Mientras tanto, miles de personas participaron el lunes en una campaña llamada “Un día sin nosotros”, que tiene por objeto poner de relieve la contribución que los inmigrantes hacen al Reino Unido.
“Cuando tenía seis años, un médico inmigrante realizó una operación que salvó mis piernas”, dijo una usuaria de Twitter llamada Leyla Williams. “Un fisioterapeuta inmigrante me enseñó a caminar de nuevo”.
El poeta Ian Duhig también tenía un mensaje: “El maestro que hizo que me interesara en la poesía inglesa no era inglés. Era un inmigrante. Brindo hoy por Elio Cruz”.
Los números involucrados son enormes: la Cámara de los Comunes estima que 3 millones de personas de otros Estados de la UE viven en Gran Bretaña. Algunos trabajan en granjas o como empleados de la construcción, mientras que también hay empleados como investigadores universitarios, médicos y enfermeras.
Algunas empresas que dependen de los inmigrantes de la UE advierten que la mano de obra ya se está secando debido al incierto futuro. Los agricultores y los proveedores de alimentos están entre los más afectados, hasta el momento.
Mientras tanto, se estima que 1,2 millones de ciudadanos británicos viven como extranjeros en la UE. Algunos son jubilados que buscando un clima más cálido y un costo de vida menor se instalaron en países como España y Portugal.
May ha dejado claro que la reducción de la inmigración neta a Gran Bretaña es una de sus principales prioridades. Pero también ha expresado su voluntad de llegar a un acuerdo con Europa sobre los inmigrantes que ya están en el país. Eso es poco probable que suceda antes de que comiencen las conversaciones formales sobre el brexit entre Londres y Bruselas.
Las negociaciones tendrán que desenredar décadas de integración y responder a muchas preguntas: ¿qué inmigrantes tendrán derecho a permanecer? ¿cómo se emitirán los futuros permisos de trabajo? ¿cruzarán las pensiones la frontera? ¿quién pagará por el seguro de salud y los beneficios sociales?
Emma Brooksbank, abogada de inmigración en Simpson Millar, dijo que los permisos de trabajo probablemente serán un punto de fricción en las negociaciones del brexit.
“La inmigración es una papa caliente política, y para satisfacer al electorado, el gobierno probablemente tendrá que imponer algunas restricciones a los inmigrantes de la UE”, dijo.