(CNN) – El director del FBI, James Comey, reaccionó con “incredulidad” el fin de semana después de que el presidente Donald Trump acusara a través de Twitter al expresidente Barack Obama de ordenar la intervención de sus teléfonos durante la campaña, dijo una persona familiarizada con el tema a CNN.
La fuente dijo que Comey estaba preocupado por que la acusación podría hacer quedar mal al FBI se vea mal, y esa preocupación fue lo que llevó al Buró a pedir al Departamento de Justicia que la desmintiera.
La fuente dijo que Comey sintió que “institucionalmente tenía que hacer retroceder esto” debido a la magnitud de las acusaciones, que el director del FBI sabe que no son ciertas.
El fin de semana, funcionarios de alto nivel dentro del FBI se acercaron a miembros del Departamento de Justicia para tratar de aclarar la situación, dijo a CNN un funcionario estadounidense. El FBI pidió al Departamento de Justicia que refutara públicamente a Trump, algo que hasta ahora no ha hecho.
Comey estaba al tanto de esa discusión, dijo el funcionario estadounidense. La falta de respuesta a la solicitud por parte del Departamento de Justicia frustró al director del FBI, según la fuente familiarizada con el asunto, y todavía está tratando de llegar a un canal apropiado para que el Buró y el Departamento de Justicia nieguen las acusaciones.
La fuente añadió que Comey no tiene planes de renunciar por ahora.
“¿Sabe de la posibilidad de un enfrentamiento y ser despedido por el presidente? Claro”, dijo la fuente. “¿Está preocupado? No”.
El Departamento de Justicia y el FBI no hicieron comentarios.