(CNN) – Una investigación criminal empezará en Estados Unidos por cuenta los documentos de la CIA que publicó WikiLeaks, en los que se detallan supuestas operaciones de hackeo de la agencia, según le informaron varios funcionarios del país a CNN este miércoles.
Según ellos, el FBI y la CIA están coordinando revisiones sobre el tema.
La investigación indaga de qué manera los documentos llegaron a manos de WikiLeaks y si pudieron ser filtrados por un empleado o un contratista. La CIA también trata de determinar si la organización mediática tiene en su poder otros documentos que no han sido publicados.
El portavoz de la CIA, Ryan Tripani, señaló que la agencia no tenía “ningún comentario sobre la autenticidad de los documentos que se alega son de inteligencia y fueron publicados por WikiLeaks ni sobre el estado de alguna investigación acerca de la fuente de los documentos”.
Sin embargo, funcionarios le señalaron a CNN que los documentos publicados hasta ahora son en gran parte legítimos, aunque no están seguros de que todos lo sean. Tampoco hay certeza frente a si el material pudo ser alterado.
Una de las mayores preocupaciones del gobierno federal es que si WikiLeaks publica el código crítico de computador sobre cómo se realizan las operaciones, otros hackers podrían usar ese código y causar estragos en el exterior.
“El público estadounidense debería estar profundamente afligido por cualquier revelación de WikiLeaks diseñada para dañar la habilidad de la comunidad de inteligencia a la hora de proteger a Estados Unidos contra terroristas y otros adversarios”, indicó Tripani. “Tales revelaciones no sólo perjudican al personal y a las operaciones de Estados Unidos, sino que también le entregan herramientas e información a nuestros adversarios para hacernos daño”, agregó.
Los funcionarios que hablaron con CNN enfatizaron en que cualquier recopilación de información de inteligencia con los tipos de operaciones que se detallan en los documentos es una recolección legal de inteligencia contra objetivos en el extranjero. También advirtieron que una parte del material describe programas que la comunidad de inteligencia aún está desarrollando.
Tripani insistió en que la CIA “tiene legalmente prohibido adelantar vigilancia electrónica dirigida a individuos aquí en casa, incluidos nuestros compatriotas estadounidenses, y la CIA no lo hace”.
Agregó que “es trabajo de la agencia ser innovadora, vanguardista y también la primera linea de defensa en la protección de este país contra enemigos exteriores”.
El representante por California, Ted Lieu, pidió una investigación inmediata del Congreso. El secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, aseguró este miércoles que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está “extremadamente preocupado” con la publicación, aunque se negó a confirmar la autenticidad de los materiales filtrados.
Los documentos aún no han sido confinados por expertos independientes. CNN se encuentra revisando el material.
Las piezas publicadas por WikiLeaks este martes alegan que la CIA se convirtió en una sublime operación de hackeo global, escondiéndose en teléfonos y televisores de alta tecnología para espiar a gente de todo el mundo.
Para ocultar sus operaciones, la CIA adoptó técnicas rutinarias que permitieron a sus hackers parecer que eran rusos, según los documentos de WikiLeaks.
WikiLeaks también afirmó que casi todo el arsenal de la CIA en armas cibernéticas contra la privacidad fue robado y las herramientas potencialmente están en manos de criminales y espías extranjeros.
La organización mediática también señaló que las herramientas robadas terminaron en poder de “antiguos hackers y contratistas del gobierno de Estados Unidos, uno de los cuales…” le filtró los documentos a WikiLeaks.
Jose Pagliery contribuyó a este reporte.