(CNN) – Devin Gutiérrez es un hombre heterosexual, pero nunca ha salido con una mujer de la misma condición sexual.
Ahora un hombre transgénero, Gutiérrez creció como mujer. Durante la escuela secundaria, él fue algo así como una especie de marimacho y luego se convirtió en lesbiana. Pero incluso entonces, sabía que había algo más le faltaba.
“Estando en el cuerpo de una mujer, me sentía atrapado”, afirmó. “Me veía en el espejo, observaba las características femeninas de mi cuerpo, y lo odiaba”. Hace un año, Devin, de 30 años, comenzó a tomar testosterona, y su vida cambió completamente.
Esperaba algo como resultado del cambio: Gutiérrez sabía que sus músculos crecerían, su voz se volvería más grave y le comenzaría a salir bello facial. Pero también habría otros cambios sorprendentes.
“El impulso sexual en sí mismo es una locura”, dijo. “Incluso le pregunté a uno de mis amigos gays “¿Qué es este sentimiento? ¿Por qué estoy tan excitado todo el tiempo?”. No puedo sacarlo de mi cabeza, es una cosa constante. “Bienvenido, ahora ya sabes por lo que pasan los chicos”.
Gutiérrez comenzó a tener citas, algo complicado para cualquiera, pero especialmente difícil para quienes integran la comunidad transgénero. Hasta hace poco, la mayoría de las aplicaciones de citas convencionales sólo tenían “mujeres” y “hombres” como categorías sexuales.
Aunque Gutiérrez se quitó los senos gracias a una cirugía, todavía tiene que hacerse la de la parte inferior de su cuerpo. Para él es una especie de paradoja, ya que las mujeres heterosexuales estaban “buscando algo que no tengo”. Y si salía con lesbianas, según lo notaba, esas mujeres tendrían que confrontarse con su propia sexualidad también, porque estarían saliendo con un hombre.
Esto se vuelve especialmente difícil en los clubes de lesbianas, a donde le gusta ir. “La música está siempre a un alto volumen y no tengo la oportunidad de decir que soy un transgénero. No me golpean, y si lo hacen, los que me golpean son los chicos malos”.
La experiencia de Gutiérrez ciertamente no es única. Es un concepto erróneo común pensar que a todos los transgénero se les ha hecho “la cirugía”. Sólo el 33% de las personas trans reportan haber pasado por alguna especie de cirugía de confirmación de género. Y el 21% de los hombres transexuales no están interesados en hacerse una cirugía de cambio de sexo, según Human Rights Campaign.
Alex Schmider, un estratega de alto nivel de medios de comunicación transgénero de la Alianza Gay y Lésbica contra la difamación (GLAAD, por sus siglas en inglés), explicó por qué esos números podrían parecer tan bajos.
“Algunas personas simplemente eligen no hacerlo porque no es una parte esencial de su género, ni debería serlo para nadie”, aseguró Schmider. “La cirugía de reasignación de género no define quién es alguien, exactamente de la misma manera que ciertas partes de nuestro cuerpo no definen quiénes somos como personas”.
Recientemente, Gutiérrez tuvo su primera cita con Ari Dee, una mujer que afirma no definir su sexualidad. Era la primera vez que Ari iba a salir con una persona transgénero. “Prefiero no tener etiquetas”, dijo Dee, una artista de 29 años. “Simplemente sigo a mi corazón.”
Los dos se conocieron a través de un amigo mutuo antes del cambio de Gutiérrez, y en ese momento ni sabían que se sentían atraídos el uno por el otro.
Gutiérrez decidió pedirle a Dee una cita. Ella dijo que sí. Un mes después de su primer encuentro, Gutiérrez le pidió a Ari que fuera su novia, y ella dijo que sí.
El asunto de las citas puede ser algo un poco más fácil en el futuro para los miembros de la comunidad transgénero. En noviembre, Tinder anunció que agregará más géneros a su aplicación de citas. Y en el festival South by Southwest de este año, su fundador, Sean Rad, dijo que la aplicación había arrojado desde entonces 250.000 resultados para personas trans.
“No somos los chicos malos”, dijo Gutiérrez sobre ideas erróneas que algunos podrían tener sobre la comunidad transgénero. “Somos simplemente humanos”.
Ana Lagamayo y Janelle González, de CNN, contribuyeron a este artículo.