(CNN) – Encontrar una playa vacía en Asia era muy fácil hace unas décadas, pero ya no lo es tanto.
Ahora, entusiastas vendedores ambulantes de recuerdos siguen a los autobuses que llevan a los turistas hacia las islas más famosas, así que los viajeros exigentes tienen que buscar cada vez más lejos para encontrar escapes más auténticos.
La buena noticia es que si tu idea del paraíso consiste en una playa tropical bordeada por palmeras o en encuentros con la vida silvestre en el bosque, Asia tiene una isla para ti.
Desde Indonesia hasta India, elegimos una docena de islas ideales para escaparse y relajarse… lugares en los que las culturas tradicionales y los paisajes inmaculados llevan a los viajeros a un viaje al pasado.
1. Koh Rong, Camboya
Oculta en la costa del golfo de Tailandia, en Camboya, Koh Rong da la impresión de que viajaste al pasado. La discreta isla ofrece un vistazo a lo que era Ko Samui hace 30 años.
Aunque en Koh Rong se filmaron las versiones estadounidense y francesa del programa de televisión Survivor, la isla sigue estando lejos de la ruta turística típica.
Koh Rong tiene 23 playas y ofrece muchas opciones para disfrutar del sol, del mar y del campo, mientras que su interior boscoso y tupido atrae a quienes van en busca de la naturaleza en su máximo esplendor.
En la mayor parte de las opciones de alojamiento en la isla se acepta de buen grado a los mochileros, mientras que el elegante resort Song Saa Private Island atrae a quienes buscan toda clase de comodidades.
2. Pangkor, Malasia
Pangkor es una pequeña isla, en el oeste de Malasia y está a la sombra de destinos famosos como Penang y Langkawi. Pero eso es bueno para quien busca una experiencia más auténtica.
La costa este de Pangkor está salpicada de palafitos en pueblos antiguos en los que la pesca y la construcción de barcos siguen siendo las ocupaciones principales.
Por otro lado, la encantadora costa oeste ofrece playas de arena blanca alrededor de bahías de aguas color turquesa.
Entre los sitios de interés de la zona están las ruinas del Fuerte Holandés del siglo XVII y el templo Fu Lin Gong, con sus extravagantes esculturas taoístas y la versión miniatura de la Gran Muralla China.
Puedes quedarte en uno de los modestos bungalós en la playa, en Coral Bay, o disfrutar de tu estancia en el elegante Pangkor Laut Resort.
3. Lampi, Myanmar
Lampi es la isla más grande del parque nacional marino que lleva el mismo nombre. En ella se combinan los bosques lluviosos vírgenes, las playas aisladas, los jardines coralinos y las tradiciones marítimas de la localidad.
En el área abunda la vida silvestre, hay pangolines (un animal parecido a un oso hormiguero, pero con escamas), zorros voladores, manatíes dugong, tortugas marinas y docenas de especies de peces tropicales.
Además de la vida silvestre, Lampi también es refugio de los moken, una de las etnias más pequeñas de Myanmar cuyos miembros son conocidos como gitanos del mar; han vivido en la isla desde hace varias generaciones.
Dentro del parque nacional hay cinco aldeas moken, así como varios de sus sitios culturales y rituales. La mayor aldea moken se encuentra en la vecina isla de Bo Cho, que forma parte del primer parque marino nacional de Myanmar, fundado en 1996.
4. Islas de Andamán, India
Situado entre la bahía de Bengala y el mar de Andamán, el archipiélago de Andamán es una mezcla de la India continental moderna y el pasado… sin mencionar sus incontables playas, bahías y arrecifes de coral.
En este páramo tropical del pasado los visitantes pueden pasear entre las vacas que pastan por las mañanas y los pescadores de la playa Corbyn’s Cove, así como bucear en las tibias aguas del Parque Marino Nacional Mahatma Gandhi o disfrutar los paisajes exóticos y los olores del bazar Aberdeen en Port Blair, la capital de las islas Andamán y Nicobar.
Las islas Andamán solían ser un bastión remoto del Imperio británico y están llenas de reliquias coloniales.
Puedes explorar las ruinas de la isla Ross, sepultadas bajo la jungla; puedes visitar el cadalso de Viper Island o la tristemente célebre Cellular Jail, en donde se encarcelaba a los asesinos y a los presos políticos.
¿Simplemente quieres relajarte? Si haces el breve recorrido en transbordador desde Port Blair llegarás a Havelock Island, que en años recientes ha dejado de ser un epicentro de mochileros y se ha transformado en sede de hoteles boutiques chic como el Barefoot at Havelock Resort.
5. Palawan, Filipinas
Situada en el extremo suroeste de las Filipinas, Palawan es una isla mayormente virgen que evoca el espíritu salvaje de la cercana isla de Borneo. Entre los tesoros naturales de la isla están el misterioso río subterráneo de Puerto Princesa y los inmaculados jardines de coral del remoto Parque Natural de los Arrecifes de Tubbataha; ambos son sitios patrimonio mundial de la Unesco.
A lo largo de la costa noroeste, cerca de San Vicente, se encuentra Long Beach, la playa de arena blanca más larga de Filipinas: 13 kilómetros de costa virgen que hasta ahora se ha librado de cualquier cosa parecida a un hotel-rascacielos o resort moderno.
Pero eso no quiere decir que no haya lugares geniales qué conocer en los alrededores. En los resorts El Nido hay bungalós sobre el agua en cuatro sitios aislados a lo largo de la costa norte de Palawan.
6. Tokunoshima, Japón
Tokunoshima es una de las islas Amami, situadas al sur de Japón. Es famosa por sus corridas de toros sin sangre. Esta disciplina es el equivalente bovino del sumo: unos toros enormes tratan de sacarse uno a otro de un cuadrilátero rodeado por agricultores entusiastas, quienes seguramente le apostaron a alguna de las bestias.
Además de los pasatiempos extravagantes, Tokunoshima también atrae a quienes conocen sus arrecifes de coral inmaculados, lo que la hace uno de los lugares más aislados para practicar el esnórquel o el buceo en el Pacífico occidental.
Las playas desiertas, las formaciones rocosas extrañas a lo largo de la costa y los misteriosos monumentos de la Segunda Guerra Mundial acrecientan el inusual atractivo de la isla.
Tokunoshima también es famosa por otra razón: la longevidad de sus habitantes. La isla es hogar del mayor porcentaje de personas de más de 100 años de edad. Shigechiyo Izumi (1865-1986), quien vivió hasta los 120 años, juraba que tomar un vaso de shochu (un aguardiente de caña de la región) era el secreto de su longevidad.
7. Raja Ampat, Indonesia
El sureste de Asia se encuentra con el Pacífico Sur en este archipiélago exótico, situado al oeste de Nueva Guinea, en el remoto este de Indonesia. Raja Ampat está entre los mejores sitios para bucear en el mundo y alberga arrecifes de coral inmaculados y con una gran biodiversidad.
Aunque los científicos siguen estudiando el ecosistema, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) cuenta entre la variedad de criaturas marinas a más de 1.300 especies de peces coralinos y cinco especies de tortugas marinas en peligro de extinción.
En la superficie, la dramática topografía de Raja Ampat (imagina el sur de Tailandia sin los miles de hoteles) es el lugar ideal para pasear por la jungla o hacer escalada en roca.
Sin embargo, hay que esforzarse para llegar a este paraíso del buceo. Se puede llegar a las islas desde Yakarta tras un vuelo de seis horas o tomar un crucero pequeño como los que ofrece Coral Expeditions.
8. Ulleung-Do, Corea del Sur
Situada en las remotas aguas del mar de Japón, la única forma de llegar a esta isla volcánica es en transbordador.
A pesar de estar aislada, a unos 120 kilómetros al este de Corea del Sur, Ulleung-Do ha estado habitada desde el año 300 a. C. Hoy, la isla alberga a una próspera comunidad de pescadores y un sector turístico floreciente.
Los viajeros que buscan aventuras aprecian el bosque de magnolias plateadas y el escarpado terreno volcánico de la isla.
También hay una ruta ciclista de 70 kilómetros, así como lugares para bucear y pasear en kayak frente a los impresionantes acantilados.
La isla, además, atrae a los turistas por sus tradiciones culinarias. Entre los platos que no puedes perderte están los mariscos frescos, recién pescados; el bulgogi de carne orgánica de vacas criadas en la isla y el bibimbap sanchae: arroz frito con vegetales, especias y raíces silvestres, recogidas en la isla.
9. Con Dao, Vietnam
Este archipiélago de 16 islas, en el delta del Mekong, solía ser una colonia penal conocida como Isla del Diablo, pero ahora tiene fines más pacíficos.
Para llegar a Con Dao hay que tomar un avión desde Ciudad Ho Chi Minh o un transbordador desde Vung Tau; la isla ofrece arrecifes de coral, playas llenas de palmeras, rutas para hacer senderismo por el bosque lluvioso y hoteles de playa muy chic, como el Six Senses Con Dao.
Los aficionados a la historia disfrutarán de conocer la función de la isla en la era de la exploración oceánica. Se dice que Marco Polo tocó tierra en Con Dao, en su largo viaje de regreso a Venecia.
Para saber más sobre el pasado bélico de la isla, los viajeros pueden explorar el Museo Revolucionario, situado en la que era la residencia de un comandante francés, o recorrer las viejas prisiones de la isla principal. El mejor modo de recorrer Con Dao es en motocicleta, que puedes alquilar fácilmente en la mayoría de los hoteles o en una arrendadora.
Con Dao también es un paraíso para quienes gustan de las actividades al aire libre. Abundan los sitios para bucear, hacer esnórquel y pescar. Entre mayo y octubre, los visitantes pueden ver el desove de las tortugas marinas y el nacimiento de las tortugas que se abren camino hacia el mar.
10. Koh Phayam, Tailandia
La escena playera de Tailandia está en cambio constante, ya que los resorts se expanden constantemente para recibir a cada vez más turistas. Sin embargo, una de las islas que sigue conservando su aire retro es Koh Phayam, en las costas de la provincia meridional de Ranong, en el mar de Andamán.
Se debate mucho si la isla, vista desde el aire, parece una mantarraya gigante o un canguro enorme que alza sus patas al cielo.
Pero una cosa es segura: Koh Phayam está agradablemente desierta si se compara con las islas más famosas de Tailandia.
Phayam tiene una población de apenas 500 personas… y tampoco hay muchos turistas.
El alojamiento es modesto pero encantador e incluye hoteles de bungalós en la playa como el King Paradise Resort.
La mayor parte de la acción se centra en la bahía Aow Yai, también conocida como Playa Larga o Playa del Atardecer. Es el sitio al que tienes que ir para cenar frente al mar y en donde se llevan a cabo las fiestas nocturnas.
Entre mayo y octubre, el océano Índico regala buenas olas para surfear en Aow Yai. Sin importar la época del año, Koh Phayam ofrece oportunidades para bucear, hacer esnórquel, montar en bicicleta o motocicleta, navegar en kayak o pescar.
11. Isla Samosir, Indonesia
La isla Samosir, situada en el norte de Sumatra, es una de las escalas de la ruta hippie del sureste asiático y te permite viajar en el tiempo hacia las décadas de 1970 y 1980.
La isla volcánica es famosa por su paisaje asombroso: se ubica en medio del lago Toba, el lago volcánico más grande del mundo.
Las cafeterías, los bares y los bungalós situados a las orillas del lago, en el pueblo de Tuk Tuk, atienden a una combinación de jóvenes mochileros y viajeros intrépidos mayores que buscan un sitio que permite evocar los días en los que Bali tenía una atmósfera más relajada… y más amistosa con tu bolsillo.
Samosir también es uno de los bastiones de la cultura tribal batak, así como un muy buen sitio para alquilar una motoneta para recorrer los arrozales cercanos.
Una serpenteante carretera costera lleva al norte de Tuk Tuk, hacia los monumentos megalíticos de Ambarita (una antigua aldea de la tribu batak) y al complejo de museos de Simanindo, en donde los viajeros pueden ver funciones diarias de danzas batak.
12. Hokkaido, Japón
Aunque se ha desarrollado gran parte de la enorme isla norte de Japón, aún hay algunos rincones de Hokkaido que ofrecen un entorno salvaje e inmaculado.
El paisaje diverso de la isla alberga a osos pardos, águilas marinas y una gran variedad de fauna, además de que cuenta con volcanes nevados, manantiales de aguas termales, lagos y bosques templados. Los árboles se llenan de color en otoño y se inundan de capullos de flores en primavera.
La belleza de los parques naturales de Hokkaido (particularmente los de Daisetsuzan, Shiretoko y Akan, en el noreste) evoca más a Alaska que a cualquier cosa que pudieras encontrar en Asia.
Otro de los atractivos es la cultura japonesa del onsen: las aguas termales. Hokkaido cuenta con 23 zonas de aguas termales y 11 tipos diferentes de onsen, desde los más sencillos de aguas termales sulfurosas hasta los manantiales menos conocidos de aguas con radio, ferruginosas (óxido de hierro) o cupríferas (con cobre).
Joe Yogerst escribe sobre viajes, negocios y entretenimiento desde California.