(CNN Español) – Uno de los casos de crímenes más crueles y mediáticos de Chile llegó a su final este martes con una sentencia. Mauricio Ortega fue condenado a 26 años y 170 días de cárcel por atacar brutalmente a Nábila Rifo en 2016, según informó la Fiscalía de Chile.
Ortega fue condenado por feminicidio frustrado, lesiones graves gravísimas y violación de morada. En 2015 el hombre llegó con un hacha hasta el domicilio de Rifo y derribó la puerta de acceso. En mayo de 2016, durante una reunión con amigos mutuos, Rifo y Ortega discutieron y el hombre la persiguió, la golpeó y le arrancó los ojos.
Fue casi un mes de juicio oral, 50 testigos –entre ellos la víctima– 22, pruebas, y 22 informes que llevaron a que el 18 de abril Ortega fuera declarado culpable, y que este 2 de mayo se le sentenciara.
Según el abogado de Ortega, Ricardo Flores, el hombre se declaró inocente.
“Tenemos que sentarnos a revisar los fundamentos por lo cual se llegó al veredicto de la condena par eventualmente si hay alguna causal que podamos apelar. Sostenemos la inocencia de Ortega”, dijo Flores a los medios este martes y añadió que su cliente está tranquilo pues confía en el trabajo de sus abogados, que tienen 10 días para revisar la sentencia y presentar un recurso.
La condena de Ortega fue bien recibida por la opinión pública. La presidenta de Chile, Michele Bachelet, quien visitó a la víctima en dos ocasiones, dijo que se había hecho justicia:
Claudia Pascual, ministra del Ministerio de la Mujer, Equidad y Género, dijo a los medios este martes que esta sentencia sentaba un precedente.
“Es una buena condena, indudablemente tiene que ser ejemplo para el país de que nada justifica la violencia contra las mujeres, de que hay un sistema que funciona y castiga”, afirmó.
En Chile al menos 2,5 millones de mujeres son víctimas de algún tipo de violencia, y de ellas solo un 4% presenta una denuncia o busca ayuda, según cifras de la Presidencia publicadas en noviembre de 2016.
En ese entonces, la presidenta Bachelet firmó el Proyecto de Ley sobre el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia, el que contempla “los cambios necesarios para que podamos perseguir y castigar de manera más contundente la violencia. Además de incluir como delitos, situaciones de violencia que hasta ahora no tenían castigo: el femicidio entre convivientes civiles y el femicidio entre pololos, que hasta”, explicó la mandataria.
Con información de Raúl Sepúlveda de CNN Chile.