(CNN Español) – Las tensiones comerciales entre México y Estados Unidos parecen agudizarse: esta vez la disputa es por cuenta de los bloqueos y condiciones al azúcar de productores mexicanos en territorio estadounidense.
Los ánimos en el sector están tan acalorados que la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera de México (CNIAA) advirtió que si no hay un acuerdo bloqueará la entrada de la fructosa del vecino país, y el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, reveló que está considerando posibles sanciones comerciales de no llegar a una concertación. Estados Unidos no se quedó atrás y anunció el pasado 1 de mayo que podría reanudar la recaudación de derechos de aduana sobre este producto.
Este martes, la situación terminó de complicarse cuando la CNIAA acusó a dos empresas de Estados Unidos de bloquear la entrada de azúcar mexicana. Según afirmó en rueda de prensa el presidente de la organización, Juan Cortina, las compañías Imperial y ASR han cabildeado para que el gobierno estadounidense frene la entrada de azúcar mexicana a ese país. La firma ASR es dueña del ingenio San Nicolás en México e Imperial es una empresa de capital francés.
“Estas dos empresas (Imperial y ASR) se dieron cuenta de que con los acuerdos de suspensión podían entablar ciertas cosas que provocarían que solo ellos compren el azúcar mexicana, eso limita la competencia y las protege de los competidores pequeños”, explicó Cortina.
Además insistió en que si el acuerdo entre ambos países no sucede y no se reactivan las exportaciones, la industria empezará una investigación por dumping –una práctica comercial en la que se vende por debajo del precio normal para eliminar a la competencia– contra la fructosa de Estados Unidos.”Ya llevamos más de un año en esta etapa (de negociación) en la que nos han obligado a sentar a la mesa. No ha cambiado su propuesta (…) es una propuesta muy mañanosa”, dijo Cortina.
También detalló que en dos días pedirá formalmente a la Unidad de Prácticas Comerciales Internacional de la Secretaría de Economía, que inicie la investigación. Algo que el titular de la entidad, Ildefonso Guajardo, aseguró en rueda de prensa estaba considerando, así como las posibles sanciones comerciales a las que tiene derecho México luego de ganar el pleito por las exportaciones de atún en la Organización Mundial del Comercio (OMC) y que ascienden a 163,23 millones de dólares.
Según Cortina, si el 5 de junio no hay un acuerdo con los estadounidenses México podría imponer aranceles a la fructuosa como parte de las restricciones comerciales que le autorizó la OMC por el caso del atún.
Pero ante esta situación, Estados Unidos no se ha quedado cruzado de brazos. El comunicado emitido por el Departamento de Comercio el pasado 1 de mayo, notificó formalmente al gobierno de México su intención de reanudar la recaudación de los derechos de aduana para antidumping y subsidios sobre las importaciones de azúcar si el 5 de junio de 2017 no hay acuerdo. Esto significaría que el país norteamericano podría empezar a cobrar sobre el azúcar de México: “las órdenes antidumping y de derechos compensatorios que actualmente están suspendidas serán operativas y se requerirán depósitos en efectivo sobre las importaciones”, informó la declaración estadounidenses.
Como los estadounidenses consideran que el azúcar mexicana es subsidiada, explicó el portal Expansión en alianza con CNN, desde 2015 los acuerdos alcanzados entre los dos países imponen límites de precios y volumen para el producto de México.
Un pleito que no llegó de buenas a primeras
¿En qué momento la situación por el tema azucarero entre las dos naciones alcanzó este punto de ebullición?
Desde 2008 los dos países alcanzaron un acuerdo de libre comercio en el sector edulcorante, abriendo por completo el acceso a que Estados Unidos exportara fructosa y México azúcar. Pero en 2014 empezaron los tropiezos. Como informó la Secretaría de Economía a través de un comunicado de prensa, durante ese año la industria estadounidense empezó investigaciones de antidumping y por subsidios contra los azucareros mexicanos.
Lo que derivó en un proceso de negociación, que según las autoridades latinoamericanas, llevó a que Estados Unidos busque por un lado limitar “el abasto de azúcar cruda de México exclusivamente para sus refinerías” y por otro “eliminar toda competencia de azúcar refinada de México en el mercado estadounidense”. Para Secretaría de Economía de México, “la eliminación del acceso del azúcar refinada mexicana a EE.UU. es inaceptable, pues rompe el balance del mercado de edulcorantes de América del Norte”.
Pero otra versión tiene Estados Unidos. Según el pronunciamiento que emitió el Departamento de Comercio de ese país el pasado 1 de mayo, la Comisión de Comercio Internacional encontró en 2014 que la industria nacional estaba siendo afectada por las importaciones azucareras que llegaban de México. Aún así, prosigue la comunicación oficial, ese mismo año se firmó un acuerdo con el gobierno del país latinoamericano y los productores suspendidos en las investigaciones de antidumping y de aranceles compensatorios.
Pero en 2016 regresaron los desacuerdos: la Coalición Estadounidense de Azúcar le planteó al Departamento de Comercio preocupaciones sobre la manera en que estaban operando los acuerdos y solicitó que se revisara si estos cumplían con la ley. En diciembre de 2016, la entidad “publicó conclusiones preliminares de que los acuerdos podrían no estar funcionando”, afirma la declaración. Y entonces empezó el largo y, al parecer, tortuoso caminos de las negociaciones hasta hoy.
El pasado 10 de marzo, el secretario mexicano Ildefonso Guajardo y el secretario de Comercio estadounidense Wilbur Ross se reunieron para encontrar soluciones y plantear la vía del diálogo sobre el tema azucarero. Incluso anunciaron nuevos esfuerzos para resolver este tema de una manera que beneficiara a las dos partes.
Con información de Expansión en alianza con CNN.