(CNN) – Las muertes infantiles y maternas y los casos de malaria se disparan en Venezuela, que se enfrenta a una severa escasez de medicamentos.
Hubo 240.000 casos confirmados de esta enfermedad en 2016, un 76% más que en 2015. Las muertes maternas aumentaron un 66% a 756. El año pasado, 11.466 niños murieron, un aumento de 30%, según datos recientemente divulgados por el Ministerio de Salud de Venezuela. Son los primeros datos de salud publicados por el gobierno en casi dos años.
Los asombrosos aumentos ilustran la falta de medicamentos básicos en Venezuela, así como la falta de equipos y suministros para tratar incluso las lesiones más simples.
Los venezolanos dicen que deben tratarse en hospitales públicos.
“Si necesitas una operación, hoy en día, debes traer sus propios medicamentos al hospital”, dice Eugenia Morin, una ama de casa de 59 años que protestó contra el gobierno la semana pasada. “No hay suministros para atender las emergencias más básicas”.
Según estadísticas divulgadas por la Federación Venezolana de Farmacéuticos, en junio de 2016 el país ya enfrentaba una escasez de más del 80% de los medicamentos que necesitan los médicos.
Y no es sólo medicina. Los pacientes son responsables de cualquier material necesario para tratarlos: agujas, almohadillas de gasa, solución salina. Cuando los pacientes pueden conseguir el dinero para comprar estos artículos, se convierten en objetivos; las habitaciones de hospital no están a salvo de los ladrones que buscan vender medicamentos en el mercado negro, o a otros pacientes desesperados.
Y más de 13.000 médicos –alrededor del 20% de la mano de obra médica– han dejado el país en los últimos años debido al colapso del sector de la salud.
Las cifras de salud sólo representan una de las muchas crisis en Venezuela, que alguna vez fue la nación más rica de América Latina y que aún alberga las mayores reservas de petróleo del mundo.
Los ciudadanos del país también sufren una grave escasez de alimentos. Según una firma nacional de encuestas, el promedio de los venezolanos que vive en extrema pobreza el año pasado perdió casi 8 kilos debido a la falta de alimentos y por saltarse comidas.
Los estantes de los supermercados suelen estar vacíos. La inflación está en aumento –subirá un 720% este año, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional– lo que hace que cualquier alimento que esté disponible sea demasiado caro para muchos.
Mientras los venezolanos sufren por la escasez, el país, encabezado por el presidente Nicolás Maduro, está cada vez más sumido en el caos político.
Desde que el Tribunal Supremo de Justicia -llena de simpatizantes de Maduro- intentó quitarle el poder legislativo a la Asamblea Nacional de mayoría opositora, las protestas se han extendido por todo el país.
Los manifestantes han sido enfrentados por tácticas opresivas de la policía, incluyendo un incidente de un tanque que atropelló a un manifestante. Treinta y ocho venezolanos han muerto en las protestas desde que comenzaron los disturbios.
Con información de Stefano Pozzebon y Sarah Faidell.