(CNN Español) – La Cancillería de Venezuela denunció este fin de semana que el vecino país de Colombia quiere “provocar” al gobierno del presidente Nicolás Maduro, enviando “vehículos blindados de combate” a la frontera entre ambas naciones.
“La República Bolivariana de Venezuela expresa su más enérgico rechazo a la insólita e inadmisible provocación ejecutada por la República de Colombia, con la presencia de vehículos blindados de combate a escasos metros de la línea fronteriza con Venezuela, el día de hoy en Paraguachón” (departamento de La Guajira, noreste de Colombia), se lee en el comunicado dado a conocer este domingo.
Según la Cancillería venezolana, esa “grave provocación pretende desviar la atención sobre la profunda crisis política y social que acontece en el Valle del Cauca, Buenaventura, cuya población reclama la atención del Estado colombiano en áreas esenciales para la vida”.
En Buenaventura, importante puerto del Pacífico colombiano, este domingo se llevó a cabo una masiva marcha para protestar por el incremento de la violencia en la región y por el histórico olvido por parte del Estado colombiano.
Además, la Cancillería de Venezuela denunció que “en los últimos días altas autoridades de Colombia han difuminado por el mundo que están preparándose para oleadas de migrantes de Venezuela a Colombia, producto de un gran evento de violencia, preconfigurando así la especie de falsos positivos, campo en el que Colombia goza de amplia experiencia, conocida mundialmente como un eficaz productor de falsos supuestos, para justificar una intervención a Venezuela”.
El gobierno de Caracas alude de esa manera a las ejecuciones extrajudiciales llevadas a cabo por militares en Colombia, en las que se presentaba a civiles como guerrilleros dados de baja en combate o ‘falsos positivos’. Por esa práctica, varios generales y altos oficiales del Ejército colombiano han sido destituidos y condenados a prisión y organizaciones internacionales de derechos humanos han criticado la política de recompensas a los militares del Estado colombiano, que dejó de existir luego de que esta práctica saliera a la luz pública.
En respuesta, el Ministerio de Defensa de Colombia, informó en un escueto comunicado que “las unidades militares colombianas que se encuentran en Paraguachón (La Guajira) cumplen una función de control del delito en la frontera” y dijo que “han sido desplegadas desde el 2015 en desarrollo de los acuerdos entre autoridades militares de ambos países y permanecerán haciendo ese control territorial de manera normal, de acuerdo con las funciones constitucionales de la Fuerza Pública”.
En los últimos años, la frontera entre Colombia y Venezuela, de más de 2.200 kilómetros, ha enfrentado varios cierres. El último de ellos se registró en diciembre del año pasado, por orden del presidente Maduro, con el argumento de que era necesario para “contrarrestar los ataques criminales” contra el bolívar, la moneda venezolana.
En agosto del 2015 la frontera fue cerrada, también por orden de Maduro, después de que tres militares de su país resultaron heridos en un incidente en San Antonio del Táchira, atribuido a supuestos contrabandistas y paramilitares colombianos. Fue reabierta por completo un año después, en agosto del 2016.