(CNN) – El presidente de Estados Unidos Donald Trump tiene dividido al país: o la gente lo odia o lo ama. Y absolutamente todo lo viven a través de ese lente marcado por la simpatía o la aversión. Si lo detestas, estás listo para creer cada cosa negativa que aparece en internet sobre él. Pero si te parece un buen tipo, sólo verás sus cosas positivas.
Las imágenes del encuentro entre Trump y el papa Francisco
Y ese fenómeno tiene una consecuencia importante: ahora puedes vivir en dos mundos completamente diferentes, incluso cuando se trata del mismo evento. Si no lo crees, el ejemplo de la visita de Trump al papa Francisco en el Vaticano es perfecto. (Sobre el sumo pontífice, el presidente estadounidense dijo: “Realmente él es algo”).
Si vives en el mundo que odia a Trump…..
¿Viste la foto de Trump y el papa? En esa imagen todos se ven absolutamente agobiados. ¡Ivanka, Melania y especialmente el papa Francisco! Parece que el sumo pontífice acabara de comerse un pescado dañado. La única persona que, por supuesto, está feliz es Trump. Ni siquiera se da cuenta que el resto de personas que lo rodean lucen deprimidos. ¡Típico!
Si vives en el mundo que ama a Trump…
Esta situación, evidentemente, revela el peligro de considerar a una imagen, literalmente, como la representación de muchas consideraciones. En la primera foto, parece que Francisco tuviera una cita para un tratamiento de conducto radicular justo después de su reunión con el presidente de Estados Unidos.
(Al margen: durante este viaje mucho se ha dicho sobre los varios episodios en que Trump y Melania se tomaron de la mano o ella rechazó el ofrecimiento de su esposo. Es posible que esos momentos también hayan sido sacados de contexto. Sólo por mencionarlo…)
También hay un problema con nuestra cultura política, en el que se manipulan las noticias para hacer más fuerte una posición y debilitar la postura contraria. Es un escenario que está a la orden del día.
Es probable que la mayoría de personas en el mundo que odia a Trump nunca hayan visto la segunda foto del presidente y el papa. Y lo mismo ocurre al contrario con quienes están en el universo que ama a Trump. Pero no es sólo que no hayan visto la otra imagen (o la otra perspectiva). Lo importante es que ni siquiera están interesados en verla porque no corresponde a la mirada más amplia que tienen del mundo.
Y cuando no estamos dispuestos a interactuar con asuntos que despiertan preguntas sobre cómo vemos a la gente y al mundo, no estamos en un lugar muy bueno como sociedad.