(CNN) – Las temperaturas cada vez más calientes de la superficie del mar y un inexistente o débil fenómeno de El Niño contribuirán este año a una temporada de huracanes más fuertes de lo normal en el Atlántico, según anunció la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), el jueves.
De acuerdo con la NOAA, se esperan entre 11 y 17 tormentas con nombre, de 5 a 9 huracanes y de 2 a 4 huracanes mayores o de gran categoría.
Las predicciones aparecieron en el pronóstico oficial que la NOAA hizo para la temporada de huracanes que comienza el próximo 1 de junio.
“Este panorama refleja nuestra pronóstico de un fenómeno de El Niño muy débil o inexistente, temperaturas de la superficie del mar cercanas o mayores al promedio alrededor del Atlántico y una cizalladura de viento vertical (o viento cortante) más débil de lo normal”, dice Gerry Bell, meteorólogo principal de la temporada de huracanes de la NOAA.
La predicción de actividad de tormenta “por encima de lo normal o cerca de lo normal” probablemente ponga nerviosos a los residentes de ciudades costeras. Este año se cumple el aniversario número 25 del huracán Andrew, uno de los más devastadores de la historia, que llegó durante una temporada por debajo del promedio.
Eso debería hacer reflexionar a la gente y recordarle que debe tener un plan y estar preparada.
“Esta temporada comenzó rápidamente”, dice Ben Friedman, administrador interino de la NOAA. La tormenta tropical Arlene se formó brevemente en abril, en el Atlántico. En un evento muy poco común, Arlene fue solo la segunda tormenta bautizada del mes de abril.
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Pronósticos distintos
Expertos de la Universidad Estatal de Colorado predicen una “actividad ligeramente por debajo de lo normal” para esta temporada de huracanes, con 11 tormentas con nombre, 4 huracanes y 2 huracanes de mayor categoría.
Este pronóstico fue hecho a comienzos de abril cuando se pensó que en el pico de la temporada de huracanes se desarrollaría un fenómeno de El Niño entre débil y moderado. La Universidad Estatal de Colorado actualizará su pronóstico para la temporada en junio.
El Niño es un fenómeno natural caracterizado porque el agua se calienta más de lo normal en el oriente de la región del Pacífico ecuatorial. Aunque ocurre en el Océano Pacífico, tiene un amplio impacto en el clima global. Una de sus consecuencias es un aumento del viento cortante a través del Atlántico tropical, lo que crea condiciones hostiles para el desarrollo tropical.
Citando el efecto de El Niño, los expertos de la Universidad Estatal de Colorado dicen que hay un 42% de posibilidades de que un huracán mayor golpee a Estados Unidos esta temporada. El riesgo promedio es de 52%.
Increíblemente, Estados Unidos no ha experimentado un huracán de gran categoría desde el huracán Wilma, en el 2005.
“Aproximadamente, el 25% de los huracanes mayores que se forman en el Atlántico tocan a Estados Unidos”, dice Phil Klotzbach, investigador científico de huracanes de la Universidad Estatal de Colorado.
“Hemos tenido 31 huracanes mayores desde Wilma, en el 2005. Las posibilidades de tener 31 huracanes mayores formados en el Atlántico sin que toquen EE.UU. son de 1 entre 7.500”, agregó.
Aunque esa racha casi termina el año pasado, con el huracán Matthew.
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Después de muchas temporadas tranquilas, el 2016 estuvo por encima de lo normal, como era esperado, con 15 tormentas con nombre, 7 huracanes y 4 huracanes mayores.
El huracán de mayor impacto fue Matthew, con su epicentro pasando mar adentro en el este de La Florida y Georgia, siendo huracán mayor, antes de tocar tierra en en Carolina del Sur como tormenta de categoría 1 y de producir inundaciones históricas en Carolina del Norte.
También pasó el huracán Hermine, que fue el primero en tocar tierra en La Florida en 11 años, el estado con la racha más larga sin huracanes.
“Hay mucha actividad potencial de tormentas en el Atlántico este año. No podemos detener huracanes, pero de nuevo, sí podemos prepararnos”, recalca Friedman.