(CNN Español) – El fatal accidente del avión de la aerolínea de bandera boliviana LaMia que dejó 71 muertos el pasado 28 de noviembre en Colombia continúa generando polémica en Bolivia.
El Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, del que depende la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), reiteró este miércoles que “tanto las Pólizas de Seguro de Aeronavegación AVN - 1C -Responsabilidad Civil de Pasajeros como del Seguro de Accidentes Personales para la tripulación se encontraban vigentes al momento de suscitado el accidente, por lo cual no existe ningún tipo de vulneración normativa ni contradicción alguna con lo informado anteriormente”.
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Lo mismo dijeron un día antes las autoridades aeronáuticas bolivianas y la compañía aseguradora de la aerolínea, BISA Seguros y Reaseguros, en una conferencia de prensa. Sin embargo, documentos obtenidos por CNN muestran lo contrario.
El vicepresidente ejecutivo de la compañía boliviana de seguros BISA, Alejandro Mac Lean, afirmó que “existía un atraso en el pago de la prima, que es un tema complementario, pero que hay que contarlo porque está establecido en la legislación de seguros de Bolivia”, si bien “la póliza de responsabilidad civil de pasajeros no fue anulada por la compañía de seguros y mantuvo su vigencia”. El ejecutivo de BISA admitió, no obstante, que “tenía esas condiciones incumplidas”.
Una carta en poder de CNN, fechada a 21 de febrero de este año, rubricada por dos responsables de BISA en Santa Cruz de la Sierra y dirigida a dos responsables de la aerolínea LaMia, contradice esta versión. En la misiva se asegura que el accidente que el pasado 28 de noviembre dejó 71 muertos en Colombia, entre ellos la plantilla y el cuerpo directivo casi al completo del equipo de fútbol brasileño Chapecoense, no estaba cubierto por el seguro, pues había quedado suspendido por impago.
BISA dice textualmente en esta carta: “Al momento del accidente, la prima de la póliza citada (número 350-2000046) estaba en mora, esta no fue pagada en fecha 12/Oct/2016, como se establece en nuestra carta de cobranza de fecha 12 de Mayo de 2016, donde se resalta que en el caso de que el pago no sea efectuado en el plazo y forma acordados, la vigencia del seguro queda suspendida y por tanto, cualquier siniestro ocurrido, cuando la póliza esté impaga o en mora, no será cubierto (…)”.
BISA cita también en su carta el artículo 58, inciso d) de la Ley de Seguros 1883 de Bolivia, que establece textualmente que “el incumplimiento en el pago de la prima más los intereses, dentro de los plazos fijados, suspende la vigencia del contrato”.
Según juristas de Bolivia y Brasil consultados por CNN, tanto la carta de BISA como la ley referida no dejan espacio a la interpretación: el impago de la póliza implicó la suspensión de su vigencia.
Pese a la aparente contradicción, Alejandro Mac Lean compareció ante la prensa en La Paz, flanqueado por los máximos responsables de la DGAC, para explicar por qué su compañía se ha negado a cubrir el siniestro de la aeronave.
Además de mencionar esa mora en el pago, Mac Lean señaló la existencia de una cláusula de exclusión geográfica que consta en la póliza y que cita expresamente a Colombia como uno de los territorios donde la aeronave no podía volar. Los registros de vuelo que constan en Flight Radar señalan que el avión aterrizó y despegó en Colombia en, al menos, ocho ocasiones.
Sin embargo, el vicepresidente de BISA aseguró que la aerolínea tenía la posibilidad de solicitarle en cualquier momento a la aseguradora una autorización especial para volar a Colombia acogiéndose a la Cláusula de Exclusión de Áreas Geográficas LSW-617H mencionada en la póliza, pero que no lo hizo en el caso del vuelo accidentado. Por ello no contaba con esa cobertura geográfica.
La póliza en poder de CNN, sin embargo, transcribe al pié de la letra la Cláusula de Exclusión de Áreas Geográficas LSW-617H, pero omite la posibilidad de notificar con antelación vuelos a países excluidos de la póliza. Juristas consultados coinciden en que lo que prevalece legalmente es lo que está escrito en la póliza.
Mac Lean también apuntó al piloto fallecido en el accidente, Miguel Quiroga, como responsable de la tragedia. “El capitán de este vuelo también incumplió normas internacionales de navegación aérea y aeronavegabilidad, por lo cual, otro elemento de rechazo del siniestro”, aseveró.
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Según el vicepresidente de la aseguradora, LaMia contaba con otros dos seguros: uno que cubría a la tripulación, activo en el momento del accidente, y otro “sobre la obligación impositiva en caso de que el avión hubiese sido nacionalizado en Bolivia”, que tampoco tenía cobertura en Colombia.
Los juristas consultados insisten en que las autoridades aeronáuticas de Bolivia y Colombia tenían la obligación de fiscalizar que esta aeronave tuviese todos sus documentos en regla, incluido el seguro de aeronavegación obligatorio, a la hora de aterrizar y despegar de sus aeropuertos.
Los reaseguradores de BISA hicieron público la semana pasada que, voluntariamente y sin asumir ninguna responsabilidad en la cobertura del accidente, han establecido un fondo de asistencia humanitaria para 68 pasajeros y familiares afectados por el siniestro, con los que negociarán individualmente. El reaseguro no ha querido dar detalles sobre la cuantía de este fondo de asistencia humanitaria.
CNN ha entrado en contacto sin éxito con la aseguradora BISA para pedir aclaraciones, así como con la DGAC boliviana. Desde este martes, el nuevo director del ente es el capitán civil Erick Vargas en sustitución de Julio Fortún, nombrado poco después del accidente de LaMia.