(CNN Español) – Durante la reunión de consultas de cancilleres, uno de los eventos que se desarrolló en el marco de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Cancún (México), el canciller de República Dominicana, Miguel Vargas, propuso que se creara una comisión de países amigos para que acompañen el diálogo de las partes en conflicto en Venezuela, país en el que este martes se completaron 80 días de protestas que dejan más de 70 muertos.
“Esa comisión, de carácter permanente, deberá actuar conformada por cinco o más países amigos a los que se les asigne la encomienda de establecer una hoja de ruta para una agenda a partir de las prioridades de las partes”, aseguró Vargas durante la sesión en la que no se llegó a un consenso para aprobar una declaración sobre Venezuela.
República Dominicana fue uno de los países que se abstuvo de firmar a favor o en contra de una declaración impulsada por un grupo de países, encabezado por México, que pedía “reconsiderar” la convocatoria de la Asamblea Constituyente y “establecer un calendario electoral”.
Según la postura dominicana, su acción favorece “que se continúe buscando mecanismos que favorezcan un diálogo entre las partes con el acompañamiento de países amigos de Venezuela”.
Vargas aseguró que esta postura le ha costado problemas a su país, pero apuesta a una solución pacífica por parte de los propios venezolanos.
“Nuestro país ha preferido exponerse incluso a la diatriba y al descrédito de grupos fanatizados para plantear alternativas de solución armónica y sustentable al conflicto de Venezuela insistiendo en la necesidad de que se trata de un problema de los venezolanos y que tienen que ser los venezolanos quienes busquen y encuentren el mejor camino para superarlo”, aseveró el jefe de la diplomacia dominicana”.
A Vargas se le vio pocas horas antes hablando con su homóloga venezolana, Delcy Rodríguez. Los acompañaba su par salvadoreño, Hugo Martínez.
El pasado 31 de mayo tampoco se logró un consenso sobre Venezuela en el seno de la OEA. En esa ocasión, varias naciones caribeñas defendieron una posición más moderada del texto que señalaba que el gobierno de Maduro interviene en el Legislativo y pedía la liberación de “presos políticos”.