(CNN) – Hay una portada de la revista Time con la foto con Donald Trump colgada en las paredes de al menos cinco de sus clubes de golf. El único problema, según el periodista del Washington Post David Fahrenthold, es que no existe. Esto es, Trump (o alguien cercano a él) se inventó una portada falsa.
“La portada de Time cover es falsa.
No hubo edición de Time del 1 de marzo de 2009. Y no hubo edición en 2009 en la que Trump estuviera en la portada.
De hecho, la portada que se exhibe en los clubes de Trump, observada recientemente por un reportero que visitaba una de las propiedades, contiene varios errores pequeños pero reveladores. Su borde rojo es más delgado que el de una portada genuina de Time, y, a diferencia de una verdadera, no hay borde blanco fino al lado del rojo. Los títulos secundarios de la tapa de Trump se apilan en el lado derecho: en una portada de Time real, irían en lo alto”.
Y tiene dos puntos de exclamación. Los titulares de Time no gritan.
Time confirma que es falsa. La Casa Blanca no lo discute. Trump mismo publicó un tuit (del tipo “mira aquí en su lugar”) el miércoles por la mañana que decía: “El #AmazonWashingtonPost, que a veces se refiere como el guardián de Amazon para no pagar los impuestos de Internet (que deberían) es ¡NOTICIAS FALSA!”.
Este episodio (relativamente) pequeño ilustra dos cosas importantes acerca de Donald Trump:
1. Tiene una definición flexible de “verdadero”
2. Está dispuesto a usar la credibilidad de los medios de comunicación para impulsarse cuando sirve a sus propósitos
Lo que sabemos de Trump es que durante toda su vida adulta ha creado la realidad que quiere a su alrededor y luego insiste una y otra vez en que es la única realidad. Desde su decisión de adoptar un nom de plume (John Barron) para hablar de sus hazañas en la escena social de la ciudad de Nueva York, hasta su insistencia de que Barack Obama podría no haber nacido en Estados Unidos, a su testimonio que recordaba haber visto a musulmanes celebrando el 11 de septiembre de 2001, hasta su afirmación de que tuvo la mayor multitud de una ceremonia de posesión o que de 3 a 5 millones de votos ilegales fueron emitidos en las elecciones de 2016, la definición de “verdad” de Trump es decididamente errática.
Para mí, la mejor manera de pensar en Trump es como un conductor de tren que pone los rieles mientras conduce. No está totalmente seguro de hacia dónde se dirige en un momento dado, pero sigue poniendo la pista y cuando mira detrás de él ve kilómetros y kilómetros de pista. Por lo tanto, él piensa, ¡debe estar haciendo algo bien!
La verdad, en el mundo de Trump, es lo que él cree. Así que, aunque no estuviera en la portada de esa revista específica de Time, debería haber estado. ¿Qué diferencia hace entonces si se pone allí y lo pasa como algo real?
Recuerden que este es el hombre que retuiteó una imagen de un seguidor que diseñó con Photoshop la portada de la “Persona del Año” de Time de abril de 2016. (Trump de hecho fue nombrado persona del año del año en diciembre de 2016).
Además está el ultraje selectivo que Trump tiene para los medios de comunicación.
A menos de que hayas estado en otro planeta durante los últimos 18 meses, sabes que uno de los ataques favoritos de Trump está en calificar a los principales medios de comunicación como “falsos”. Y, sin embargo, como muestra la falsa portada de Time, la burla de Trump contra los medios de comunicación se opone a la comprensión matizada de cómo los medios pueden ser utilizados para validar y promoverlo.
Trump no se puso en una falsa portada de Breitbart News o The Gateway Pundit. Él eligió el Time porque entiende que aparecer en la portada de esa revista significa algo para la gente. Que es un signo de éxito, evidencia tangible de la victoria de la que habla tan a menudo.
Trump entiende que los medios de comunicación importan. Mucho. Y es el consumidor más ávido de los medios de comunicación —televisión por cable, periódicos y sitios web— de cualquier presidente que hayamos tenido en la Casa Blanca.
Eso es lo que debe quedar como lección de la falsa revista Time. Porque eso es lo que realmente nos está diciendo.
Actualización: La portada de Time la retiraron de dos de los clubes de golf de Trump, según Fahrenthold.