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La revolución industrial que vive la salud
02:49 - Fuente: CNN

(CNN) – Cuando la madre del doctor Joseph Schlesinger estaba en el hospital, era difícil hablar con ella por teléfono por encima de los pitidos y sonidos de los dispositivos médicos. Era aún más difícil para ella conciliar el sueño.

“Ella no podía dormir en lo absoluto”, dijo Schlesinger, profesor asistente de anestesiología en el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt. “De hecho, esto fue muy desorientador para ella en el hospital”.

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Un hospital ruidoso, sin mencionar las interrupciones por parte de médicos y enfermeras y la exposición a la luz, puede dificultar el descanso cuando la gente más lo necesita, según los investigadores. Y el resultado de un hospital ruidoso no es sólo un paciente aturdido: también puede afectar negativamente su salud, advierten los expertos.

El invento trata de hacer que los hospitales y clínicas sean lugares un poco más benévolos para con los pacientes.

“El ruido en los hospitales puede ser de casi 72 decibeles. Es como tratar de hablar con alguien parado junto a una aspiradora”, aseguró Schlesinger.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el ruido hospitalario no exceda los 30 decibeles en la noche y 35 durante el día. Un estudio realizado en el 2005 en Johns Hopkins no encontró ningún lugar en el hospital en el que se cumpliera con los estándares de la OMS. Los niveles sonoros medios estaban en el rango de 50 a 60 decibeles. En algunos sectores del hospital se llegaron picos mucho más altos.

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Schlesinger tiene la mira puesta en eliminar algunos de los ruidos y hacer que sus pacientes duerman. En la cámara de sonido de tres pisos a prueba de eco de Vanderbilt, está probando sonidos de dispositivos médicos que sean más benévolos con los oídos. En la cámara, un anillo de altavoces rodea a una silla, probando una variedad de sonidos desde diferentes ángulos. Los sonidos, dijo, deberían “alertar … no irritar”.

Pero Schlesinger también está adoptando el método inverso: evitar que los pacientes oigan las alarmas que ya están allí. Está desarrollando un auricular que lo puede hacer.
“Lo que quería hacer era sacar las alarmas del entorno del paciente”, afirmó. “No necesitan oírlos, y quiero que duerman”.

Schlesinger presentó el dispositivo piloto el mes pasado en la Conferencia Internacional de Visualización Auditiva: una pequeña caja negra conectada a un micrófono, un par de auriculares y un teclado para introducir comandos. Debido a que los dispositivos médicos suelen tener frecuencias estrechas y agudas, un filtro básico puede eliminar esos ruidos sin distorsionar otros sonidos, como el habla humana. Schlesinger dijo que está trabajando con ingenieros para desarrollar un prototipo independiente que estaría en la oreja y no tienen retraso.

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Schlesinger dijo que es importante que el dispositivo no amortigüe o distorsione otros sonidos, lo que puede ser desorientador para el paciente. Es por eso que los tapones para los oídos no siempre son la mejor opción, añadió.

Productos como los auriculares Here One tienen tecnología similar, pero Schlesinger espera que su prototipo sea más adecuado para el entorno de atención de la salud.
“A primera vista, estoy entusiasmado con esto, y creo que es innovador”, dijo Erica Ryherd, profesora asociada de ingeniería arquitectónica de la Universidad de Nebraska en Lincoln, especializada en diseño de servicios de salud. Ryherd no participa en el proyecto de Schlesinger.

Deberá hacerse más investigación sobre cómo funcionan los auriculares, cómo los pacientes responden a ellos y cuán cómodos son para usar a largo plazo, agregó Ryherd.