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Clases de inglés en línea para no decirle "rechicken" al repollo
00:45 - Fuente: CNN

(CNN Español) - Andrés Moreno estudió seis años de ingeniería hasta que decidió, “aunque suene a cliché”, como él dice, poner una pausa en los estudios para dedicarse a un emprendimiento: llevar profesores de inglés a Venezuela para dar clases en compañías. En 2007, Moreno usó Skype por primera vez y vio que su modelo debía cambiar. Así surgió Open English, ofreciendo clases de inglés en línea con profesores norteamericanos para la clase media emergente de América Latina.

Con más de mil empleados distribuidos en Colombia, México, Argentina y Estados Unidos y luego de haber llegado con sus clases de inglés a 21 países y más de 500.000 estudiantes en 10 años, Moreno ahora apunta a otra misión: capacitar a la fuerza laboral del futuro en las habilidades más demandadas por las empresas hoy en día. Por eso creó NextU, una universidad en línea con seis escuelas que tienen varias certificaciones cada una.

En el camino, Moreno tuvo que rozar la quiebra de su primer emprendimiento, salir sin experiencia a buscar inversionistas en Silicon Valley y crear unos avisos de TV rudimentarios que tuvieron un éxito inesperado (“Nos llamaron 60.000 personas el primer mes”, cuenta), hasta llegar, en 2013, a conseguir fondos de más de 120 millones de dólares tras 18 meses de presentar su pitch una y otra vez.

¿Cómo empezaste tu carrera y llegaste a Silicon Valley?

Yo comencé esta compañía en mi apartamento de estudiante, en Venezuela, un apartamentico de dos habitaciones. Alrededor de mi cama pusimos unas mesas donde ponían computadoras y ahí la gente se sentaba y trabajaba. Llegamos a tener veintidós personas en un apartamentico de estudiante. El único beneficio de trabajar en Open English en aquella época era que teníamos una muchacha que se llamaba Alicia que cocinaba riquísimo. La gente cuando pasaba de la Universidad camino a su casa, paraba, comía, jugaba Nintendo Wii y programaba un rato. A los siete meses nos pasó lo que le pasa a muchos emprendedores: nos quedamos sin dinero. Antes de cerrar la compañía y de perder todo el trabajo que teníamos decidí aceptar la invitación de un amigo, que tenía un amigo que vivía en San Francisco. Me dijo: “¿Por qué no te vienes a Silicon Valley y conoces a algunos inversionistas?”. Me quedaban 700 dólares y tenía unas millas de American Airlines. Me acuerdo aquel temor en el estómago. Mi amigo vivía en un apartamentico también de estudiante con un sofá externo. Dormí afuera por más de un año. Me despertaba todos los días, me ponía el único traje que tenía y me iba a hablar en desayunos inversionistas. Y me hice muy bueno en buscar a personas que podían ser inversionistas. Me sentaba con ellos, les contaba la historia de la compañía y pues, poquito a poco, me empezaron a dar y así fuimos levantando capital.

¿Por qué para ti es tan importante la educación?

Porque la educación es agente de cambio. Cuando tomamos a alguien de la región y se le dan herramientas que se puede utilizar para prosperar, es realmente una transformación no solamente personal, sino para su familia, para su habilidad de alcanzar nuevas metas en su vida y de alcanzar el éxito.

La educación del siglo XXI, en tu opinión, ¿cómo debe ser?

Yo creo que tenemos la oportunidad por primera vez en la historia de democratizar el acceso a educación de muy alta calidad, y creo que las iniciativas iniciales, cuando digitalizaban educación, prescindían de ese elemento humano, y no es lo mismo al final del día, que yo te mande una aplicación en la que tu estés haciendo clic en ciertas cosas, a que estemos acá en persona y estemos teniendo un dialogo, una conversación. Si bien es una plataforma digital, usamos la tecnología para conectar a seres humanos: sea un profesor de inglés, sea un experto en aplicaciones web que te está enseñando… Es traer al mejor talento del mundo con los estudiantes y ponerlo en cualquier momento del día juntos. Y creo que es esa la oportunidad hoy día, para nosotros, como lo vemos, de educar a gran cantidad de personas con alta calidad.

En el desafío de mantener una oferta educativa del siglo XXI, cuando también ese reto es hacerse matching entre lo que necesitan las empresas y lo que quiere tener el talento, ¿cómo tiendes ese puente?

Buscamos cuáles son esos empleos que están ahora en boga, que están buscando las compañías y ayudemos de manera sencilla, de una manera económica, de manera eficiente, ¿verdad? a entrenar a toda esa fuerza laboral y a re-entrenarla en todas esas habilidades que ahora son necesarias, ¿no? Y ese es justo el concepto detrás de NextU. Comenzamos con dos o tres carreras y ahora tenemos de más de veinte carreras que ofrecemos. Que en seis meses te dan unas herramientas que te cambian la vida.

Una educación en línea sea útil, que sea efectiva, y que te garantice cierta trayectoria en tu vida profesional es la que te da ¿qué herramientas?

Es la que, en nuestra opinión, permite lograr el éxito. El éxito personal y cada persona define el éxito de manera distinta, pero cuando uno logra conseguir un empleo o un entendimiento que, además, se transforma en realización personal y te permite tener el tipo de día que tú quieres. Estamos buscamos hacer herramientas que te permitan aumentar sus habilidades y llegar a eso.

¿Por qué basarse en Miami?

Ya habiendo levantado parte del capital inicial en Silicon Valley, decidimos mudarnos a Miami por varias razones. Los mercados donde se empezó a dar esto muy bien eran latinoamericanos y tener que volar de San Francisco a Miami para volar a América Latina se hacía un dolor de cabeza. Segundo, que el talento que entendía a Latinoamérica está en gran parte en Miami. Es un mercado que está muy cercano a Latinoamérica, pero los inversionistas todavía consideran que es Estados Unidos. Hoy eso ha cambiado, pero en aquella época, si no tenías tu oficina matriz, al menos en Miami, era muy difícil levantar capital.´

¿Qué significa ser un buen producto en línea?

Para nosotros la clave del éxito ha sido no prescindir del elemento humano. Usar la tecnología para conectar al mejor talento educativo, sean profesores nativos norteamericanos que te enseñen inglés, sea un experto en marketing digital, o un experto en desarrollo web o aplicaciones web y llevarlo a la casa o a la oficina de una persona que está sentado en Ciudad México, o en Bolivia, o en Perú, o en Río de Janeiro.

¿Cómo ves el futuro de NextU y Open English? ¿Y por qué sigues en el tema de la educación?

Nos dimos cuenta de que darle a alguien las habilidades y las competencias para ser exitoso y lograr una nueva carrera, era quizás la otra gran misión social en la región. Y buscar una manera de hacerlo eficiente, a bajo costo, de muy alta calidad, podría cambiar el mercado laboral. Ahora nos estamos metiendo en un área nueva que me tiene muy emocionado que es el área de niños. Todos los meses se registran en nuestros sitios web entre 100.000 a 150.000 personas, adultas, que están buscando soluciones educativas. Pero muchos de ellos tienen niños y por años nos han dicho que les gustaría tener un profesor norteamericano que les dé clases de inglés. Así que, durante el último año creamos Open English Junior, con profesores no solamente certificados en el aprendizaje de idiomas y nativos del idioma, sino certificados en aprendizaje de niños.

¿Qué lección crees que puede aprender la universidad sobre cómo enseñan ustedes?

Vamos a resolver problemas y necesidades distintas. La universidad tradicional me dio habilidades construir mis pensamientos, resolver problemas. Ahora, eso es distinto de las competencias necesarias que voy a necesitar para conseguir empleo. Si yo lo que quiero es conseguir un trabajo, puede que yo sea un tremendo pensador, pero si yo no sé programar una app o construir una página web o programar en Java Script, pues no voy a conseguir el empleo. Creo que una de las cosas que más me gusta de NextU es que es sumamente práctico y sabes que lo que aprendiste hoy lo puedes aplicar mañana y eso creo que es muy importante.

Mira nuestro episodio Miami: Laboratorio de emprendimiento, para conocer el trabajo de Open English, Leapfactor y ArX Solutions.