(CNN) – El viaje comenzó hace ocho años con un escolar singapurense posando con el nadador más grande de todos los tiempos. Y terminó en Río de Janeiro, cuando ganó la primera medalla de oro olímpica para su país.
Te dicen que no conoces a tus héroes, pero Joseph Schooling venció al suyo.
Ahora con 22 años y entrenándose para el Campeonato Mundial de Natación que se lleva a cabo en Budapest, Schooling recuerda la reunión con Michael Phelps por primera vez como si hubiera sido ayer.
“Mi padre fue anfitrión del equipo olímpico de Estados Unidos en un club de campo en Singapur”, le dijo a CNN. “Yo estaba haciendo una composición de chino y mi madre dijo ‘Joe, Michael está aquí, ¡Michael está aquí! ¡Levántate!’.
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“Estaba a mitad de camino en mi escritura, pero dejé caer todo, bajé y tomé una foto con él. Esa famosa foto: yo, con mis anteojos y mis frenillos, mirando a ese astro”.
Sólo empezó a nadar porque su padre “casi se ahogó dos veces” y sus progenitores querían que estuviera “seguro en el agua”.
Pero este fue un momento que inspiró a Schooling a intensificar su entrenamiento y dejar atrás su vieja vida. Un año después, con sólo 14 años, Schooling se mudó a Estados Unidos para seguir sus sueños.
“A medida que me volvía más maduro, sabía que eso era lo que quería hacer”, asegura. “Que sería mi objetivo final en la vida: ganar el oro olímpico y, sabes, competir contra Michael en esa final”.
Los Juegos Olímpicos de Londres 2012 le dieron a Schooling su primera oportunidad para lograr sus ambiciones olímpicas, pero estas no se dieron en ese momento.
“Me puse a mí mismo grandes expectativas en Londres y sólo tenía 16 o 17 años”, recuerda. “No logré esas metas, y fui derrotado muy duramente”.
Schooling no se había dado cuenta de lo buenos que serían sus ídolos hasta que estuvo justo al lado de ellos.
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“Tuve que experimentar esas cosas por mí mismo”, dice. “Tenía una mejor comprensión de dónde estaba entre esos tipos”.
Terminó su prueba de 200 metros libres estilo mariposa en una decepcionante octava posición (más de dos segundos más lento que su mejor marca personal), tras haber sido informado por las autoridades de natación de Londres 2012 antes del evento de que su gorra y sus gafas eran inadecuadas para la competencia.
“Eso probablemente estropeó mi carrera, pero no me estoy excusando de ninguna manera”, dijo en ese momento. Tampoco se clasificó para el evento de los 100 metros mariposa. “Es una experiencia de aprendizaje, sólo tengo 17 años y tengo un largo camino por recorrer”.
A Schooling se le concedió el aplazamiento de su Servicio Militar en Singapur para seguir entrenando, y viajó a Río cuatro años más tarde como la primera siembra en los 100 metros mariposa y claramente enfocado en el oro.
A su lado de nuevo estaba Phelps, sólo que esta vez como un rival directo y no como un seguidor.
El estadounidense, de 31 años, quería ganar una cuarta medalla de oro consecutiva sin precedentes en el evento. En cambio, el mundo fue testigo del surgimiento de una nueva estrella olímpica.
“En la vuelta de los 50 metros y los últimos 15 a 20 metros me di cuenta de las dos maneras para ver dónde estaban todos”, dice Schooling, sonriendo mientras recuerda la carrera.
“Vi que estaba por delante y fue entonces cuando me dije “bien, es mejor que toques la pared!”.
Los gigantes de la natación Chad le Clos, Laszlo Cseh y Phelps unieron los brazos mientras estaban de pie sobre el podio, galardonados con la medalla de plata.
Después de un único desempate por el segundo puesto, los tres rindieron homenaje a un nuevo campeón: el joven de 21 años de Singapur.
“¡Qué carrera! dijo un exultante Phelps, vencido en su último evento individual. “¡Felicitaciones a Joseph Schooling!”.
Mientras que Schooling se levantaba orgulloso en lo más alto del podium y el himno sonó, la alegría de su primer oro olímpico fue compartida por una nación entera.
“Probablemente fue uno de los momentos de mas orgulloso de mi vida”, dice. “¡No creo que en los Olímpicos se haya escuchado antes el Majulah Singapura!”.
Budapest
Será mejor que nos acostumbremos. El tiempo de Schooling de 50,39 segundos en Río 2016 estableció un nuevo récord olímpico, y nadie ha estado cerca de batirlo desde entonces.
Ahora tiene en su mira el récord mundial de Phelps de 49,82 segundos (establecido durante el Campeonato Mundial de Natación de Roma en el 2009).
“Mi objetivo final sería defender mi título de los 100 metros mariposa y romper el récord mundial”, dice Schooling en cuanto a los campeonatos de la Federación Internacional de Natación (FINA) en Budapest. “Estoy emocionado de ver lo que el verano aguarda para mí”.