(CNN) – La industria de la aviación de Corea del Norte ha sido durante mucho tiempo una fuente de intriga y fascinación para los viajeros de todo el mundo, incluso cuando las hostilidades diplomáticas del país no están en las noticias.
Parte de esta curiosidad se centra en Air Koryo, la aerolínea estatal de la República Popular Democrática de Corea. Es la única aerolínea comercial del país y sólo vuela a dos destinos internacionales: China y Rusia.
Los tours dedicados a la aviación norcoreana que organizan vuelos chárter en algunos de los aviones de Air Koryo se llenan rápidamente y la oportunidad de volar en sus raros aviones de la era soviética (algunos de los años sesenta) es demasiado tentadora como para que se la pierdan los observadores de estos aparatos.
Entre los fascinados por la clásica flota de Antonovs, Ilyushins y Tupolevs de Air Koryo está el fotógrafo holandés Arthur Mebius.
Después de unirse a un tour de Corea del Norte enfocado en la aviación que le permitió experimentar algunos de estos lugares, decidió compilar un libro sobre la aerolínea, llamado Dear Sky - The Planes and People of North Korea’s Airline (Querido cielo: los aviones y el pueblo de Corea del Norte).
En el libro se muestran fotografías tomadas durante tres visitas a Corea del Norte.
Entrevistamos a Mebius para averiguar más sobre sus experiencias en la creación de este libro.
CNN: ¿Qué te inspiró a crear Querido cielo?
Mebius: Soy un amante de la aviación y un fotógrafo profesional. Siempre estoy trabajando en proyectos para que este amor por la aviación se vea en un proyecto fotográfico.
Cuando descubrí que en Corea del Norte había una flota de aviones rusos clásicos activos, decidí ir allí con mi cámara para tomar una serie de fotos.
Después de un par de días volando y tomando fotos, se hizo claro para mí que quería capturar la historia en un libro. Volví dos veces más a Corea del Norte para completar la serie.
Debido a las sanciones internacionales y las restricciones medioambientales, esta flota de aviones rusos antiguos de Air Koryo rara vez viajan al extranjero. Sin embargo, estos aviones y sus tripulaciones se mantienen listos para su funcionamiento.
Los vuelos nacionales ocasionales son más importantes para los asistentes de vuelo y los pilotos para practicar y mantener sus conocimientos y habilidades.
Fue la dedicación y el orgullo de la tripulación lo que atrajo mi interés por la serie.
Cuéntanos algo sobre la flota de Air Koryo
La flota de Air Koryo tiene un total de, creo, quince aviones.
Cuatro de estos son los más recientes (algunos de los años 90 y más acá). Estos cuatro (dos Tupolev 204 y dos Antonov 148) se utilizan para los vuelos internacionales regulares.
Los aviones más nuevos son mucho más modernos que los anteriores y equivalentes a los que las aerolíneas occidentales vuelan actualmente.
¿Cuáles son algunas de las cosas más sorprendentes que descubriste acerca de la aerolínea?
Dada su clasificación de “una estrella” por parte de Skytrax y que la flota más antigua se activa para los viajeros entusiastas, la gente podría esperar un servicio pobre y aviones viejos.
De hecho, en un vuelo regular desde Beijing, el avión es un Tupolev o Antonov de nueva construcción, indistinguible de un Airbus o un Boeing contemporáneos.
A pesar de que el tiempo de vuelo es de sólo 90 minutos, una comida de cortesía se sirve junto con bebidas calientes y frías (y una primera muestra de la excelente cerveza norcoreana) por parte de la muy educada y pulida tripulación de a bordo.
Hay algunos toques excéntricos, como la muestra de una variedad de espectáculos de las bandas musicales de Corea del Norte, con un fondo de maniobras militares, con una banda sonora que se oye a través del sistema de sonido del avión. El cruce del río Yalu en el espacio aéreo norcoreano se anuncia a través de ese mismo sistema.
¿Por qué los aficionados a la aviación están tan intrigados por Air Koryo?
Corea del Norte es un país inusual y fascinante para muchas personas, y creo que la gente tiene curiosidad por ver cómo podría verse una aerolínea en un contexto tan extraño.
También es famosa por ser mencionada anteriormente como “aerolínea de una estrella”, sobre todo porque no llena los criterios clave para una buena calificación, como el no tener un programa de viajero frecuente. Pero eso no tiene nada que ver con el registro de servicio o seguridad, que es de un estándar muy alto.
¿Cómo obtuviste el permiso para tomar las fotografías?
Durante mis vuelos en la República Popular Democrática de Corea formé parte de un grupo de turistas con interés común en los aviones.
Nos permitieron tomar fotografías de estos. Aproveché esta oportunidad para tomar fotografías de los pilotos y azafatas también.
¿Has recibido reacción alguna desde Corea del Norte?
Ninguna. El libro no pretende ser negativo de ninguna manera. Es una estética diferente a lo que están acostumbrados, por lo que es difícil saber lo que harán con ella.
Lo mostré a alguien que trabaja como guía turístico. Me dijo que las autoridades norcoreanas dirían: “¿Por qué la gente no mira a la cámara? ¿Por qué la azafata está tan borrosa?”.
A la luz de los recientes acontecimientos, los críticos dicen que los viajeros están tomando un gran riesgo al dirigirse a Corea del Norte. ¿Qué piensas de ello?
Mi experiencia es que los norcoreanos quieren que vengan a ver lo que ellos quieren que se vea, pasen un buen rato, gasten unos cuantos euros y salgan con una impresión positiva de su país.
Son muy sensibles sobre cómo el mundo los ve. Los visitantes son informados antes del viaje sobre qué hacer y qué no hacer, cómo no tomar fotos de los lugareños sin preguntar primero, sobre no tomar fotos de los soldados, y cómo no burlarse de los líderes.
Al ser un país comunista, no hay publicidad ni marcas internacionales. Las ciudades son limpias y carentes de encanto.
Para el visitante, la falta de señal de internet y de teléfono significa un estrecho vínculo con su grupo, sin las distracciones de las redes sociales y del zumbido de los smartphones sobre la mesa.
Los lugareños que conocí son muy amables y curiosos, y debido a la falta de otras opciones de entretenimiento, todos tocan música y cantan. Es un destino único, y espero poder volver algún día.