(CNN Español) – Había muchas formas de disfrutar el eclipse del siglo y una advertencia certera: no mirar el Sol con el ‘ojo desnudo’, sin gafas especiales o algún tipo de protección especial. Si no pudiste resistirte, como el presidente de EE.UU. Donald Trump, te decimos cómo identificar si tienes daños en la retina.
Lo primero es que si miraste directamente al Sol durante el eclipse y no te sientes bien o notas algún cambio en tu visión, es mejor que vayas al oftalmólogo.
Mirar directamente el poderoso resplandor del sol puede dañar la retina, la parte del ojo que es sensible a la luz.
La retina convertirá la luz en un impulso eléctrico que el cerebro puede comprender, pero hay algo que el cerebro no puede captar: el dolor. No existe ninguna forma de saber que viste el Sol por mucho tiempo. Cualquier cantidad puede ser suficiente para hacerte daño, causar visión borrosa o ceguera temporal. El problema es que tampoco hay una forma de saber si es temporal.
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Esta condición se conoce como retinopatía solar y es un daño a la retina asociado con ver al sol. Según la Academia Estadounidense de Oftalmología, la recuperación es espontánea y ocurre de 3 a 6 meses. Sin embargo, advierten que “la recuperación visual puede ser incompleta y el paciente puede sufrir de déficit visual permanente o escotoma paracentral (ceguera parcial con un punto ciego)”.
Según la Academia Estadounidense de Oftalmología, los primeros cambios es ven en los 2 primeros días tras la exposición y hasta los 10 siguientes días. Los síntomas se presentan en las primeras horas e incluyen “visión borrosa y un punto ciego central o paracentral en un ojo, y más común en los dos ojos”. También se pueden presentar cambios en la percepción del color, distorsión de la imagen y micropsia, que es percibir los objetos más pequeños de lo que son, y dolores de cabeza.
Los oftalmólogos dicen que desafortunadamente no hay una terapia médica para tratar esta condición, pero dicen que la mayoría de los pacientes logran una mejoría en la calidad de la visión, aunque la escotoma y la distorsión de la imagen pueden ser permanentes.
Con información de Ashley Strickland