Nota del editor: Dina García es investigadora postdoctoral en el Programa T90 de Capacitación Institucional en Investigación de Salud Bucal del Colegio de Odontología en la Universidad de Iowa. Síguela en @epidg
(CNN Español) – La contaminación del aire es una problemática que, a mediados del siglo pasado, solía ser asociada solamente con las ciudades industrializadas, pero que hoy en día tiene un alcance global que ampliamente se extiende desde las megametrópolis de América Latina, hasta las ciudades medianas y pequeñas que se encuentran en la región.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, se estima que el 92 % de la población mundial vive en lugares donde se exceden las normativas sobre la calidad del aire. Esto presenta un problema para la salud, ya que la exposición al aire contaminado, en específico con niveles altos de material particulado fino (PM2,5), incrementa el riesgo de desarrollar eventos cardiovasculares adversos como enfermedades del corazón, hipertensión, y diabetes. Pero aún no está claro cómo este proceso ocurre a nivel celular en el cuerpo.
Nuevos avances científicos
Un grupo de científicos recientemente llevaron a cabo un estudio en donde se usó, por primera vez, el método de metabolomics para cuantificar los cambios que ocurren en las células cuando se reduce la exposición a PM2,5 mediante el uso de purificadores de aire.
Un total de 55 estudiantes de un colegio en Shanghái fueron reclutados para participar en el estudio. Los participantes convivieron durante nueve días en sus dormitorios, con las ventanas y las puertas cerradas, y sin el uso de un purificador de aire. Una vez terminado este periodo, y después de un tiempo de doce días de descanso, los mismos participantes convivieron bajo las mismas condiciones, pero utilizando un purificador de aire. Después de cada periodo, los investigadores colectaron y analizaron muestras de sangre y orina para examinar los cambios que ocurridos en los procesos celulares al reducir la exposición a la contaminación del aire ambiental.
Los investigadores encontraron que la exposición, a corto plazo, a niveles elevados de PM 2,5 causó cambios en la presión arterial y en los niveles de metabolitos asociados con enfermedades cardiovasculares. También encontraron que el aire contaminado incrementa significativamente en los participantes los niveles de hormonas asociadas al estrés, como el cortisol. Este es un hallazgo interesante ya que demuestra que el sólo hecho de respirar aire contaminado en su vivienda puede crear los mismos cambios celulares que produciría una experiencia estresante.
¿Qué tipo de intervenciones son posibles?
El estudio reveló que el uso de purificadores de aire redujo significantemente los niveles de PM2,5 en los dormitorios de los habitantes, de un promedio de 53 microgramos por metro cúbico de aire a 24,3 microgramos por metro cúbico de aire. Esto sugiere que el uso de purificadores de aire para el hogar podría ser una estrategia, a nivel personal, para reducir la exposición de individuos que viven en zonas con alta contaminación ambiental.
Pero Sergio Sánchez, director ejecutivo del Clean Air Institute, nos recuerda que la implementación de intervenciones debe de tomar en cuenta las diversas causas y fuentes de exposición al aire contaminando que incluyen:
- Hogar: Una fuente de exposición importante es la quema de leña por la cocción de los alimentos y el calentamiento de agua. Otras fuentes de exposición en el hogar son las estufas, los calentadores, y los productos de limpieza.
- Transporte: El traslado hacia los centros de trabajo, escolares o de recreación es una fuente de exposición continua.
- Trabajo: El trabajo es una fuente de exposición especialmente para los trabajadores que laboran en fábricas donde se manejan productos químicos o donde hay liberación de sustancias que pueden dañar su salud.
La prevención debe identificar el origen de la contaminación, informar a la población sobre el mismo y señalar cómo reducir dicha contaminación.
Podemos aprender de la Ciudad de México y de Santiago de Chile
La evidencia que liga la contaminación del aire con la salud es contundente y el reto ahora es lograr traducir esta evidencia científica en acción.
“Es el momento, mucho más en Latinoamérica, que empecemos a usar esos resultados que son evidencia técnica para fundamentar las políticas públicas y la priorización de este tema en la agenda publica,” nos dijo Juan Felipe Franco de Grupo SUR y la Universidad de los Andes.
Esto se comienza promoviendo una cultura en la cual nos demos cuenta de que podemos vivir de una manera distinta, ya que es importante no solamente para nuestra salud, sino también para el desarrollo económico de las ciudades y países.
Hoy en día, hay ciudades en América Latina, como la Ciudad de México y Santiago de Chile, que han identificado que la contaminación del aire es un problema y están implementando estrategias para abordar el tema.
“En la Ciudad de México, la misma Secretaría de Ambiente del Distrito Federal tiene una Dirección de Calidad del Aire que cuenta con la competencia para el control sobre las fuentes de emisión. Cuando se decreta una contingencia o cuando se decreta un estado de emergencia, ellos tienen la autoridad para indicar estas fuentes hoy no circulan o estas fuentes fijas deben apagarse”, nos explicó Juan Felipe Franco.
De tal manera, el fortalecer la capacidad de los gobiernos para responder implica fomentar una relación entre instituciones para no tan sólo monitorear e identificar una problemática sino al mismo tiempo tener control sobre las fuentes de emisión.
Estrategias para el cambio en Latinoamérica
Aprender de lo que ciudades como Santiago de Chile y Ciudad de México han hecho es importante para que el resto de la región también disminuya los niveles de contaminantes en el aire.
Pero de acuerdo al reporte “La calidad del aire en América Latina: una visión panorámica”, publicado por el Clean Air Institute, no todas las ciudades en América Latina miden la contaminación del aire. Por otro lado, hay ciudades que miden, pero quizás no tienen buenos sistemas de control de calidad o no lo reportan. La falta de datos sobre la calidad del aire en la región contribuye a la falta de percepción de riesgo sobre el tema. El informe también demostró que múltiples ciudades en la región exceden la normativa de partículas en suspensión.
“El objetivo no es señalar a ninguna ciudad en particular. Sino, mostrar que se trata de un problema de carácter regional que requiere una atención prioritaria dado que las partículas respirables, sobre todo en concentraciones altas, ocasionan daños en la salud”, dijo Sergio Sánchez.
Algunas estrategias para abordar este problema en la región incluyen:
- Monitoreo: Implementar acciones que permitan que la gestión de la calidad de aire sea más económica y no implique unos gastos tan grandes para las administraciones que tienen pocos recursos para temas ambientales.
- Conocimiento público: Esto comienza con una ciudadanía informada que tenga acceso a información de estas problemáticas, en medios que sean accesibles al ciudadano, para poder tomar decisiones.
- Mejor uso de la tecnología en la industria del transporte: El transporte es hoy en día el sector que más emisiones contaminantes genera, tanto de contaminación del aire, como de gases de efecto invernadero.
Para Sergio Sánchez, “todos tenemos un papel que desempeñar. No es una tarea del gobierno solamente. Es una tarea que el sector privado, las organizaciones civiles y los ciudadanos pueden enfrentar de manera conjunta”.