(CNN) – Dicen que la tercera es la vencida. Pero esta pareja de Texas es la excepción a la regla: Jenny Swarers y Dustin Morgan han tenido que cancelar su boda tres veces. Siempre por culpa de las inundaciones.
Los futuros esposos se conocieron en la escuela secundaria, pero empezaron a salir hace unos cinco años. Después de comprometerse, pasaron un año entero planeando el matrimonio de sus sueños. Todo para tener que cancelarlo cuando el río Sabine se desbordó en abril de 2016.
“El lugar tenía 15 centímetros de agua adentro”, recordó Swarers.
Entonces, decidieron reprogramar el evento para el siguiente abril, en el mismo sitio. Sin embargo, la construcción para reparar el daño de la inundación no terminaría a tiempo para la fecha en que planeaban dar el sí. Había que escoger otro lugar.
El plan C fue una boda en Houston este sábado, con 150 invitados.
Pero el huracán Harvey tenía otros planes. Aunque Houston no está exactamente en el camino que recorrerá el ciclón, la amenaza de inundaciones es inminente. Desde el miércoles, la pareja vio como el número de invitados confirmados se desplomaba: de 150 a 40 y después a sólo 15.
“Después de que el predicador canceló, pensamos que tal vez simplemente lo llamaríamos por Skype”, bromeó Swarers. “Pero sabíamos que teníamos que cancelar”, reconoció.
“Resolvimos que Harvey ganó”, indicó.
La pareja, que vive en Orange (Texas), cerca de la frontera con Louisiana, ahora deberá resguardarse con suficientes costillas de res y ensalada de papa, como para alimentar a 250 personas.
¿Harán el cuarto intento por casarse?
“El chiste ahora es que nos vamos a ir muy lejos del agua. Iremos a Las Vegas, donde no hay amenaza de agua”, lamentó Swarers.