(CNN Español) – No es un chiste ni una falsa alarma: la vaquita marina está a punto de desaparecer por completo. Quedan menos de 30 ejemplares de la que es considerada la especie de mamíferos marinos más amenazada del mundo. Lo que representa una reducción del 72% con respecto a la población que había en 2015. Y cinco organizaciones ambientales, incluida Greenpeace, culparon al gobierno de México por su posible extinción, en un informe que fue publicado esta semana. De hecho, acusaron a las autoridades de negligencia.
“El peligro del extinción en el que se encuentra la vaquita marina (phocoena sinus) es el resultado de la negligencia y omisiones de las autoridades mexicanas en la implementación de políticas públicas”, sostiene el reporte. Y agrega que hay “profundos” conflictos internos entre los sectores ambiental y el pesquero, que “en lugar de coordinarse se contradicen”.
Según explica, la causa principal de la aniquilación de la vaquita es la pesca no permitida de una especie conocida como totoaba, que también está en peligro de extinción. La “vejiga natatoria” de este pez es muy codiciada y se puede vender por miles de dólares “en el mercado oriental donde se le atribuyen supuestos poderes medicinales y de estatus social”. El problema es que cuando la totoaba es pescada, la vaquita marina también. Y ahí empieza el problema de su extinción.
¿Qué denunciaron las organizaciones?
El informe señala que las autoridades han fallado en la inspección y vigilancia a las medidas impuestas para proteger la especie, además de aumentar la captura de pesca y embarcaciones para tal fin de peces como la curvina golfina. También señala que los permisos de pesca de camarón con redes alternativas también se han retrasado. “Mientras se anunciaban medidas para la recuperación de la especie, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) y el Instituto Nacional de Pesca (Inapesca) incumplían sus obligaciones, entorpeciendo así todos los esfuerzos para salvar a la vaquita”, asevera el reporte.
Como ejemplo, cita que durante 2015, Conapesca sólo vigiló los periodos de veda en 16 de las 40 pesquerías afectadas con la disposición. “ 8 vedas no fueron vigiladas en absoluto, entre ellas la veda de curvina golfina, en Sonora, siendo ésta una de las pesquerías más críticas en materia de riesgo para la vaquita”, añade el informe. Y explica que como esta especie comparte hábitat con la vaquita en el Alto Golfo de California y es muy parecida a la totoaba “sirve de escudo para la pesca prohibida de esta especie”.
De hecho, pese a que hay advertencias sobre la necesidad de reducer los esfuerzos pesqueros en la zona, la organizaciones ambientales denuncian que se registró un aumento de embarcaciones en el hábitat de la vaquita, así como de la captura máxima permitida de curvina: pasó de 2.250 toneladas de peso eviscerado entre 2011 y 2012, a 4.300 toneladas para 2017. “Un aumento del 86% de captura autorizada por Conapesca de esta especie en sólo cinco años”, apunta el reporte.
Lo que ha hecho el gobierno por la vaquita
Aunque no se refirió puntualmente al informe emitido por las cinco organizaciones ambientales, este miércoles Conapesca emitió un comunicado asegurando que el gobierno cumple cabalmente con las recomendaciones internacionales para la protección de la vaquita. Incluso indicó que se aplica una estrategia “integral” que coordina esfuerzos entre las diferentes entidades y dependencias federales, así como los gobiernos locales, productores pesqueros, académicos y organizaciones no gubernamentales.
Sobre la pesca de curvina, la autoridad aseguró que hay instrumentos que regulan dicha práctica y que eso incide en la conservación de la vaquita marina. “La pesquería de la curvina golfina es una de las más ordenadas y reguladas de nuestro país, gracias a la adopción de medidas de manejo que han asegurado el aprovechamiento sustentable del recurso, al incluir un método de pesca selectivo”, indicó.
El pasado 24 de agosto, México, China y Estados Unidos acordaron una estrategia conjunta para combatir el tráfico ilegal de totoaba y así proteger a la vaquita marina, según lo informó la agencia de noticia mexicana Notimex. Parte de los acuerdos incluye intercambiar prácticas y experiencias para la detección y detención del tráfico de este pez, además de poder usar el marco internacional para llevar a cabo investigaciones relacionadas con el tema. También se habló de capacitar a los oficiales de aduanas para poder detectar a la especie, cuando sea traficada.
Además, en julio pasado México prohibió permanentemente las redes de enmalle, utilizadas para capturar a la totoaba, y en las que también quedaban atrapadas las vaquitas.
Pero las vaquitas siguen muriendo
Sólo en lo que va corrido del año, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) registró la muerte de cuatro vaquitas marinas en playas de San Felipe, Baja California. Según indicó en el comunicado emitido en abril pasado, cuando se reportó el suceso, los traficantes de trotaba aprovechan la región del Alto del Golfo de California “para colocar redes ilegales que afectan a la vaquita marina”, a pesar de la vigilancia permanente.
El Fondo Mundial para la Naturaleza sentenció en su último informe que “esta especie podría extinguirse antes de la próxima elección presidencial en México en 2018”.