(CNN) – Cuando dos aviones de pasajeros secuestrados se estrellaron en las torres del World Trade Center el 11 de septiembre de 2001, una nube masiva de polvo barrió el horizonte de Nueva York.
La amenazante nube de polvo, causada por el colapso de las Torres Gemelas y la excavación de la zona cero, llevó consigo sustancias químicas y cancerígenas como perfluorooctanosulfónico o PFAS, una clase de químicos usados para hacer productos resistentes a las manchas, antiadherente o a prueba de agua.
Muchas partículas de polvo llevaron esas sustancias químicas a las casas y espacios íntimos de los neoyorquinos.
Ahora, un estudio sugiere que la exposición a PFAS después de los ataques del 11S podría estar vinculado con niveles de colesterol anormales en adolescentes y adultos que eran niños cuando las torres cayeron. El colesterol alto puede ser un factor de riesgo de enfermedades coronarias.
El estudio fue publicado en la revista científica Environment International el pasado jueves.
“Sabemos de otros estudios, no de la exposición al World Trade Center, que los niveles de esos PFAS han estado asociados con aumento en el colesterol. Así que no somos los primeros en mostrar una asociación de los PFAS con el colesterol”, dice el líder del autor, Leonardo Trasande, epistemiólogo y profesor asociado de la escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York.
“Es que encontramos la misma asociación en una población que ya había demostrado tener niveles más altos de PFAS en relación con los informes de la nube de polvo y la exposición al polvo en el hogar”, dijo Trasande. “El aumento en el colesterol aumenta las preocupaciones de potenciales consecuencias a largo plazo, y que simplemente refuerza la necesidad de monitorear la salud cardiaca de los niños que fueron expuestos al desastre, y la necesidad de mantener una dieta saludable y actividad física”.
El 11 de septiembre de 2001 cerca de 25.000 menores de 18 años vivían y asistían a colegios en el centro de Manhattan, cerca del World Trade Center.
Estudios separados han vinculado el polvo de los ataques del 11S con altos índices de asma en niños que vivían cerca del lugar, así como con impactos sicológicos como desorden de estrés postraumático.
El programa de salud de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos provee monitoreo médico y tratamiento para los rescatistas y sobrevivientes que estaban en Nueva York durante los ataques.
El CDC dijo en un comunicado vía correo electrónico que hasta junio el programa tenía 1091 miembros menores de 35 años, lo que significa que habrían tenido 19 o menos el 11 de septiembre de 2001.
Adicionalmente, el Registro de Salud del World Trade Center, del Departamento de Salud e Higiene mental de Nueva York, fue desarrollado para rastrear y evaluar los efectos de salud mental y sicológica a corto y largo plazo del 11S.
Cerca de 3.200 de los beneficiarios eran menores de 18 años el día del ataque a las Torres Gemelas.