(CNN) – ¿Qué hay detrás de un nombre? Un emprendimiento lo está aprendiendo a las malas.
La nueva startup Bodega fue lanzada este miércoles y ya se tuvo que disculpar en medio una creciente indignación.
A muchos no les gustó que Bodega pareciera estar atacando las tiendas familiares dirigidas por inmigrantes trabajadores, mientras que simultáneamente se apropiaba de su cultura y celebraba el aburguesamiento.
“A pesar de nuestras buenas intenciones y nuestra admiración por las bodegas tradicionales, ciertamente tocamos un punto sensible esta mañana”, escribió el emprendimiento en una publicación en Medium. “Y le pedimos perdón a cualquiera que hayamos ofendido. Más allá de irrespetar a las tiendas tradicionales de esquina, o peor aún de ser una amenaza, nuestro único propósito fue la admiración”.
El concepto de la compañía no es nuevo: posicionar cajas de despensa surtidas con artículos no perecederos y convenientes en lugares frecuentados por los compradores –como gimnasios, dormitorios y edificios–, a través de acuerdos con los administradores de las propiedades. Los usuarios pueden desbloquear la caja con una aplicación y se les cobra por lo que las cámaras hayan registrado que llevaron. Su logotipo es un gato, como una especie de homenaje al animal que suele verse en las tiendas tradicionales de esquina.
La compañía, fundada por Paul McDonald y Ashwath Rajan, fue reseñada en un artículo de Fast Company titulado “Dos Ex-Googlers quieren volver obsoletas las bodegas y las tiendas familiares”. El texto se volvió viral rápidamente este miércoles.
En el artículo, McDonald aseguró que “no estaba especialmente preocupado” por el hecho de que su emprendimiento fuera considerado culturalmente insensible.
“Hicimos encuestas en la comunidad latinoamericana para entender si ellos sentían que el nombre era una apropiación indebida del término o si tenía connotaciones negativas. El 97% dijo que no. Es un nombre simple y creo que funciona”, le explicó el cofundador a la revista.
Sin embargo, en la tarde de este miércoles, McDonald admitió que “es claro que tal vez no les hicimos las preguntas correctas a las personas adecuadas”. De hecho, sostiene que no quiere sacar del mercadoa las tiendas familiares.
“Queremos construir una experiencia de compra que signifique comodidad y ubicuidad para las personas que no tienen un acceso fácil una tienda de esquina”, escribió, disculpándose con cualquier persona que se haya ofendido.
“Nos comprometemos a revisar la retroalimentación y a comprender las reacciones de hoy. Nuestra meta es construir un negocio a largo plazo, duradero y reflexivo, y queremos asegurarnos de que nuestro nombre, entre otras decisiones que tomemos, refleje esos valores”.
Los inversionistas no respondieron la solicitud de CNN Tech para comentar sobre el tema.