(CNN) – Una semana después de que el huracán María devastó Puerto Rico, los residentes del territorio de Estados Unidos están luchando para sobrevivir sin lo más básico, mientras los funcionarios federales dicen que la ayuda aún está en camino.
En Utuado, Lydia Rivera ha comenzado a racionar galletas y a beber agua de lluvia para mantener a sus dos nietos vivos.
“No hay agua, no hay comida”, dijo Rivera a CNN. “No es culpa de nadie, es el clima, tienes que continuar”.
La tormenta golpeó el territorio estadounidense la semana pasada, matando a al menos a 16 personas y derribando redes de electricidad, comunicaciones y agua a través de la isla. Pero los esfuerzos de recuperación allí han sido marcadamente diferentes de los de Texas y Florida después de los recientes huracanes.
En las comunidades costeras, los hogares fueron dañados por la oleada del mar y cientos de palmeras fueron arrancadas. En los pueblos de montaña, las familias tenían que ser evacuadas porque sus hogares estaban amenazados por deslizamientos de tierra.
Un avión que transporta casi 3.000 kilos de agua, comidas del Ejército listos para comer, pañales para bebés y otros suministros viajará desde Miami a Puerto Rico este miércoles, dijo a CNN Rob Brisley, un portavoz de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
El avión, que usualmente se usa para misiones de inteligencia, viajará de regreso a Estados Unidos con 28 familiares de empleados federales, dijo.
Esfuerzos de ayuda federal
Con los suministros agotados, muchos de los residentes de la isla están recolectando agua de arroyos de montaña.
Harry Torres dijo que esa fuente de agua es todo lo que tienen para limpiarse y beber hasta que llegue la ayuda. Han escuchado en la radio que los camiones de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) cargados con suministros han llegado a la isla.
“No hemos visto ninguno”, dijo Torres.
Puerto Rico y las Islas Vírgenes de los Estados Unidos han visto menos personal desde que el huracán María golpeó a Texas y Florida recientemente.
En un tuit de este lunes, FEMA dijo que más de 10.000 funcionarios federales estaban en el terreno en Puerto Rico y en las Islas Vírgenes de Estados Unidos ayudando a los esfuerzos de búsqueda y rescate y recuperación.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que visitará Puerto Rico el 3 de octubre, casi dos semanas después de que María golpeó la comunidad de Estados Unidos. El presidente inspeccionó los daños y los esfuerzos de rescate en Texas y Florida inmediatamente después de los recientes huracanes.
La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo que el Gobierno podrá determinar los fondos apropiados “una vez que tengamos una mayor percepción de la evaluación completa del daño”.
Este martes, Trump dijo que la recuperación es más difícil en Puerto Rico debido a su geografía. El administrador de FEMA, Brock Long, agregó que las operaciones limitadas en el aeropuerto internacional de Puerto Rico dificultaban el traslado de recursos al área.
Hay vidas en riesgo
Con casi 1,6 millones de personas en Puerto Rico sin electricidad, la falta de energía es un problema clave en toda la isla.
La gente está confiando en los generadores para mantener funcionando aparatos como aire acondicionado, dispositivos médicos y refrigeradores.
Muchos hospitales están luchando para tratar a pacientes y decenas de personas hacen filas de horas con latas que esperan llenar con gasolina.
Doce niños hospitalizados en el Hospital Infantil San Jorge de San Juan dependen de los ventiladores para sobrevivir, pero el hospital sólo tiene una cantidad limitada de combustible para los generadores, dijo Domingo Cruz Vivaldi, director ejecutivo del hospital.
El hospital es el mayor centro médico privado para niños en el Caribe. Cuando el hospital se quedó sin gasolina el lunes, los ventiladores tuvieron que funcionar con baterías durante horas hasta que otro hospital les ofreció combustible.
“Estábamos muy agradecidos por eso, tuvimos mucha suerte”, dijo.
El hospital está trabajando para asegurar más gasolina, dijo Cruz Vivaldi, porque el diésel que tienen sólo durará unos dos días.
En otro hospital de San Juan, dos personas murieron en una unidad de cuidados intensivos después de que se agotara el diésel, dijeron funcionarios.