(CNN) – El atacante de Las Vegas Stephen Paddock trató de comprar munición trazadora en una feria de armas en el área de Phoenix en las últimas semanas, según le contó a CNN un agente de policía que conoce la investigación.
Paddock compró otras municiones en la feria, pero no pudo conseguir las balas trazadoras –con una carga pirotécnica que cuando la ráfaga se dispara deja un rastro iluminado de su camino–porque el vendedor ya no tenía de esas, dijo el agente.
Paddock no usó balas trazadoras cuando disparó a una multitud en un festival de música country, este domingo en la noche, desde su suite en el piso 32 del Hotel Mandalay Bay hotel, a cientos de metros de distancia, matando a 58 personas y dejando heridas a más de 500.
La misma fuente explicó que si Paddock hubiera tenido munición trazadora, hubiera podido tener una idea más clara de dónde caían sus disparos en la oscuridad, y hubiera podido ser más preciso.
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Los tiradores que buscan mucha precisión en la oscuridad suelen mezclar balas trazadoras con balas no trazadoras, tal vez para tener un rastro cada cinco rondas de disparos, dice Art Roderick, analista de orden público de CNN.
“Eso te permite tener tu arma no necesariamente sobre un objetivo específico, sino sobre un área específica. Habría habido muchas más víctimas si hubiera tenido balas trazadoras”, explica Roderick, exsubdirector del Servicio de Mariscales de Estados Unidos.
Pero las balas trazadoras también le hubieran permitido a la policía ver más rápidamente desde dónde era que Paddock estaba disparando, dice James Gagliano, otro analista de orden público de CNN y agente supervisor especial del FBI, ya retirado.
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Además de las 23 armas que tenía en la suite del hotel, que convirtió en el nido de un francotirador, Paddock tenía más de 20 kilos de objetivos explosivos y 1.600 rondas de municiones en su coche, estacionado en el parqueadero del hotel, lo que según la policía alimenta la sospecha de que pretendía salir vivo de la masacre.
“Estaba haciendo todo lo posible para ver cómo escapaba”, dijo el sheriff de la policía de Las Vegas Joseph Lombardo, sin ofrecer mayores detalles.
Al principio, se especuló sobre la posibilidad de que Paddock hubiera recibido ayuda para perpetrar el tiroteo, pero ahora las autoridades dicen ahora que nada sugiere que eso sea cierto y no hay pruebas de que tuviera un cómplice o alguien más supiera de sus planes.
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Las autoridades no han podido determinar la motivación del atacante, quien no tenía antecedentes penales y no despertó ninguna sospecha al comprar el arsenal de armas que tenía. Doce de las 23 armas halladas en la suite del hotel tenían aceleradores de disparos, accesorios legales para que los rifles semi-automáticos puedan disparar mucho más rápidamente.
Tras la masacre, legisladores republicanos defensores de las armas y la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) han sugerido que apoyarían una mayor regulación de los aceleradores de disparos.
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El presidente Donald Trump dijo estar abierto a considerar legislación que prohiba los aceleradores de disparos, pero quiere tener más información al respecto antes de tomar una decisión final, dijo una fuente de la Casa Blanca este miércoles.
Después de la masacre, la más mortífera en la historia moderna de EE.UU., la Feria de Armas del Eastside Cannary Casino, que se iba a llevar a cabo en Las Vegas este fin de semana, fue cancelada, según le dijeron sus organizadores a CNN.