(CNNMoney) – Después de un desastre natural, el proceso de buscar sobrevivientes puede ser peligroso y arduo. Podría haber lineas de alta tensión caídas, calles inundadas e intransitables o un terreno inestable para trabajar.
Un nuevo dron de la compañía Parrot podría ser de gran ayuda en estos casos. Dotado de una cámara térmica, el Bebo-Pro Thermal puede volar sobre áreas devastadas y enviar imágenes en vivo de vuelta a la aplicación. Así, suministra información de la situación e identifica puntos calientes, incluido el calor que genera el cuerpo de un sobreviviente.
Parrot anunció dos nuevos drones profesionales de rango medio este martes. Ambos dispositivos hacen trabajos muy específicos y cubren necesidades entre los drones de consumo y las ofertas comerciales costosas.
El Parrot Bebo-Pro Thermal, que cuesta unos 1.500 dólares, es para construcción, inspección y seguridad pública de trabajadores. Además de para búsqueda y rescate, sus dos cámaras pueden usarse para ver dónde se escapa el calor de un techo o de áreas que aún están muy calientes luego de un incendio.
La compañía lanzó además un dron para agricultores de cultivos medianos. Tan pequeño que cabe en una maleta de mano, Bluegrass de 5.000 dólares utiliza una cámara frontal y un sensor interno para agricultura de precisión. Puede volar durante 25 minutos con una sola carga, cubriendo 30 hectáreas de tierra. El dron envía las imágenes a una aplicación complementaria y puede informar al agricultor si el cultivo está sano. Incluso puede usarse para controlar el ganado.
Parrot es una empresa francesa de tecnología de 23 años que se ha volcado casi por completo a los dones en los últimos años. También están invirtiendo mucho en innovación: de sus 700 empleados, más de la mitad trabaja en investigación y desarrollo, según la compañía.
Más conocida por sus drones de consumo, los divertidos y asequibles quadcópteros que pueden utilizarse para grabar videos y tomar fotos. También fabrican drones comerciales, incluyendo aeronaves no tripuladas de ala fija. Esos dispositivos suelen costar más de 10.000 dólares y los utilizan grandes empresas, como granjas industriales.
Ahora buscan atraer operaciones comerciales no tan grandes como para justificar el desembolso de mucho dinero en dispositivos mayores y más elaborados. La linea cuesta 5.000 dólares o menos y está pensada para ser tan fácil de usar como los drones de consumo, incluyendo poderosas cámaras y software con opciones profesionales.
El precio lo hace útil, especialmente para el uso de agencias de seguridad pública, que no tienen tanto presupuesto como las grandes corporaciones.