(CNN) – Lentamente está empezando a aparecer la imagen del presunto atacante del tiroteo en la Primera Iglesia Bautista en Sutherland Springs, Texas.
Dos fuentes policiales con información sobre la investigación identificaron al tirador como Devin Patrick Kelley, de 26 años.
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Kelley fue una vez miembro de la Fuerza Aérea de EE.UU., dijo la portavoz Ann Stefanek. Sirvió en preparación logística en la Base Holloman de la Fuerza Aérea en Nuevo México, desde 2010.
Kelley fue juzgado en consejo de guerra en 2012 por dos cargos del artículo 128 del Código Uniforme de Justicia Militar: agresión a su cónyuge y agresión a su hijo, dijo Stefanek. Por esta razón, Kelley fue dado de baja por mala conducta, estuvo en confinamiento durante 12 meses y fue degradado de rango, añadió. La Fuerza Aérea no proporcionó la fecha de la salida del hombre.
Al atacante se le había negado una licencia de armas, según dijo el gobernador de Texas Greg Abbot, pero no explicó por qué.
Fotos de la escena del tiroteo en la iglesia de Sutherland Springs, Texas
Kelley mató a 26 personas, incluida la hija de 14 años del pastor de la iglesia, e hirió al menos a 20 personas.
Un hombre que vive al lado de la iglesia agarró su propia arma y se acercó a Kelley cuando se retiraba del lugar después del tiroteo. El pistolero dejó caer un rifle frente a la iglesia y huyó en su automóvil, dijeron las autoridades.
Kelley fue encontrado muerto en su automóvil a unos 12 kilómetros de la iglesia. Tenía una herida de bala, según informó un agente de la Policía a CNN. No está claro si se pegó un tiro o si el vecino le disparó.
Kelley compró el rifle Ruger AR-556 en abril de 2016 de una tienda Academy Sports & Outdoors en San Antonio, le dijo un agente policial a CNN.
Cuando Kelley completó la documentación de verificación de antecedentes en la tienda, marcó la casilla para indicar que no tenía antecedentes penales descalificadores, dijo el funcionario. Aportó una dirección en Colorado Springs, Colorado, cuando compró el rifle, dijo el funcionario.
El gobernador de Texas Greg Abbott calificó el incidente como el tiroteo masivo más grande en la historia del estado.