(CNNMoney) – La ciudad de Medellín, en Colombia, una vez tuvo mala reputación. Tan mala, que algunos lugareños la apodaban “Metrallo”.
La ciudad natal del infame capo de la droga Pablo Escobar se convirtió en un foco de delincuencia en la década de 1990 y principios de 2000, plagada de miles de asesinatos. Sus extensos suburbios eran particularmente peligrosos, aislados del centro de las zonas más rica por colinas empinadas.
Sin embargo, en la última década, las autoridades municipales han encontrado una manera de conectar esos vecindarios con el resto de la ciudad —y el mundo— por medio de la construcción de bibliotecas.
“La ciudad siempre se ha desarrollado más hacia el centro”, dijo Daniel Felipe Zapata Hincapié, un funcionario de la ciudad de Medellín responsable de la Subsecretaría de Lectura, Bibliotecas y Patrimonio. “Históricamente no prestamos mucha atención a las afueras… a los territorios rurales”.
Pero desde que se dio a conocer el primero de los 10 “Parques Biblioteca” en 2008, se han convertido en anclajes para la comunidad, dijo Hincapié. Los residentes se han apropiado de las bibliotecas y están moldeando sus comunidades a su alrededor.
Las bibliotecas no son solo para leer y tomar prestados libros: su impresionante arquitectura alberga salas de exposiciones, aulas y auditorios que albergan lecciones de lectura para niños y adultos, así como talleres sobre tecnología y robótica. Los extensos parques que los rodean proporcionan un respiro de la expansión urbana y una conexión con la naturaleza.
“Más que edificios bien equipados y arquitectónicamente hermosos, lo que priorizamos es tener símbolos”, dijo Hincapié, hablando con CNN en la Biblioteca Fernando Botero en el barrio San Cristóbal.
“Los Parques Biblioteca son un símbolo para la ciudad… de transformación, innovación e inclusión”, agregó. “Aquí hay espacio para todos”.
Otras iniciativas, como un sistema de teleférico lanzado en 2004, también han ayudado a conectar los barrios más pobres con los más ricos del Valle de Ubarrá, donde queda la zona metropolitana de Medellín. Menos personas quedan por fuera del desarrollo de la ciudad, y las tasas de criminalidad han disminuido.
Las bibliotecas también les han dado a los ciudadanos de Medellín una apreciación renovada de las tradiciones literarias de Colombia que produjeron escritores como Gabriel García Márquez, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1982.
Eventos como la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín han fortalecido aún más el vínculo entre lectura, educación y desarrollo social.
“Cuando alguien lee un libro, nunca más vuelves a ser la misma persona”, dijo Diego Aristizábal, el director del festival. “Comienzan a entenderse entre sí, y comprender a otras personas es algo fundamental para el proceso de lectura y para la transformación de la ciudad”.
Los Parques Biblioteca están creando una Medellín más segura y más democrática para las generaciones futuras, según Hincapié.
“Esta biblioteca siempre se ha tratado sobre la democratización del conocimiento… especialmente para que los jóvenes tengan un lugar donde crecer”, dijo. “Aquí solo encuentran libertad, conocimiento, encuentran un espacio seguro”.