(CNN Español) – A través de un comunicado, el gobierno de Ecuador confirmó este lunes que el presidente Lenín Moreno mantuvo una reunión con Paul Manafort, exjefe de campaña de Donald Trump. Manafort se encuentra actualmente bajo arresto domiciliario por los cargos que enfrenta en el marco de la investigación sobre la injerencia rusa durante las elecciones estadounidenses de 2016, que está a cargo del fiscal especial del Departamento de Justicia Robert Mueller.
Según la publicación oficial de la Secretaría Nacional de Comunicación del Ecuador, Moreno mantuvo “una serie de contactos telefónicos y reuniones personales con mandatarios, diplomáticos y representantes del más amplio espectro ideológico para fortalecer la presencia de Ecuador en el mundo”. Dichos encuentro sucedieron entre el 2 de abril, cuando ganó las elecciones presidenciales, y el 24 de mayo –día de su posesión—.
Durante ese periodo, Moreno recibió a una “delegación de una empresa china que había expresado interés por adquirir un porcentaje de las acciones de la Corporación Nacional de Electricidad”, informó el comunicado. Agrega que en dicho grupo se encontraba Paul Manafort “en calidad de inversor”.
Ahora, el comunicado aclara que la propuesta de la delegación “fue rechazada por violar la normativa constitucional de Ecuador” y que “al momento en que se produjo la reunión no existía ningún tipo de cargo judicial en contra de Manafort”.
Este domingo, en una entrevista concedida a la agencia AP, el expresidente de Ecuador Rafael Correa le pidió a Moreno que explicara su encuentro con Paul Manafort. “Si lo mantienen en secreto, es porque están escondiendo algo”, declaró el exmandatario.
Paul Manafort, junto al también exolaborador de la campaña de Trump Richard Gates, enfrenta 12 cargos: conspirar contra EE.UU., conspirar para lavar dinero, no registrarse como agente de una entidad extranjera, proveer información engañosa en documentos sujetos a la Ley de registro de agentes extranjeros en EE.UU., suministrar declaraciones falsas y 7 cargos más de no haber reportado cuentas en bancos del exterior. Los dos se declararon inocentes de los delitos.
La acusación, que se centra en los años en que fungieron como consultores políticos y cabilderos, afirma que estos excolaboradores de Trump recibieron decenas de millones de dólares por su trabajo con Ucrania y que, para ocultar esos ingresos, lavaron ese dinero a través de “decenas de corporaciones, asociaciones y cuentas bancarias estadounidenses y extranjeras”.
Incluye detalles sobre su lujoso estilo de vida y dice que usaban el dinero de sus cuentas en el exterior para, por ejemplo, pagar hipotecas, las matrículas escolares de sus hijos y la decoración de sus hogares.
La acusación afirma que a través de esas cuentas en el extranjero se movieron más de 75 millones de dólares, y asegura que Manafort, exdirector de la campaña presidencial de Donald Trump, blanqueó más de 18 millones de dólares y Gates, exrepresentante de la misma campaña, transfirió más de 3 millones de dólares a ese tipo de cuentas fuera de Estados Unidos.