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16 datos para decir "No más" a la violencia contra la mujer
01:47 - Fuente: CNN

(CNN Español) – Divulgación de fotos íntimas en Facebook, tuits amenazantes, perfiles falsos, mensajes directos de acoso: la violencia hacia las mujeres encuentra nuevas formas de manifestarse a través de los medios electrónicos. Con la creciente expansión de internet y las redes sociales el acoso se traslada del mundo offline al entorno digital.

Un reciente informe presentado a la relatora especial contra la violencia hacia la mujer de las Naciones Unidas, revela que en Latinoamérica la violencia de género a través internet es un problema serio. El documento “Reporte de la Situación de América Latina sobre Violencia de género ejercida por medios electrónicos” presentado en noviembre de 2017, muestra cuáles son los desafíos de la región respecto a la violencia en internet.

“La violencia de género en internet no es otra cosa que la continuación de la violencia que viven las mujeres en las calles, en las universidades, en la casa”, asegura Jazmín Acuña, directora de proyectos de TEDIC, una organización que defiende los derechos civiles en internet y que participó en la elaboración del informe.

La violencia en internet se manifiesta de muchas maneras según Acuña. La más común es el ciberacoso que se define como el “ataque o agresión a una persona o a un grupo de personas de manera sostenida”, afirma. Pero otras formas de violencia incluyen: la publicación de datos personales, también conocido como doxxing; la suplantación de identidad en las redes sociales, a través de perfiles falsos, con fines difamatorios; el ciber acoso con violencia verbal y la divulgación de imágenes íntimas sin consentimiento o revenge porn “que tiene como objetivo dañar la reputación o la integridad emocional de esa persona”, explica.

Según un estudio realizado en Brasil sobre violencia hacia la mujer en el ambiente universitario, conducido por el Instituto Avon/DataPopular y citado en el reporte: el 14% de los casos la violencia fue expresada a través de la difusión no consentida de imágenes intimas de la víctima. En ocasiones “las agresiones pueden provenir de amigos, familiares, pareja o desconocidos, de manera individual o multitudinaria”, refiere el documento.

Otro estudio realizado en Brasil en el 2016, esta vez por la organización Safernet y publicado en el informe a la relatora especial de la ONU, 65% de los casos de cyberbullying y ofensas correspondió a mujeres, esto basado en denuncias recibidas por la organización durante un año.

El acoso en línea “es uno de los tipos de violencia más comunes y masivos en la red”, refiere el documento de 52 páginas. Una característica de este tipo de violencia es que el o los autores pueden escudarse en el anonimato de le brinda internet, así como el hecho de que “una sola víctima puede recibir cientos de miles de mensajes de esta naturaleza al día”.

Según un estudio del Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México (Inmujeres CDMX) Facebook es la plataforma donde más se agrede a las mujeres que buscan defender sus derechos. Mientras que Twitter es la principal red social para promover campañas de odio contras las mujeres y la difusión de contenido sexual.

Perspectiva Legal

El informe recomienda medidas estatales para poder encarar el fenómeno en toda su dimensión en material legal, como considerar el cibercrimen desde una perspectiva de género (y no solo como algo que concierne a la seguridad comercial). Varios países de América Latina incluyeron en sus sistemas judiciales normativas legales relativas a los actos en internet. Pero según refiere Acuña “se entiende como amenazas un montón de cosas que pasan en internet, que se hacen a través de la tecnología, pero se desconocen los tipos de violencia que sufren las mujeres en internet”.

Por ello recomiendan una comprensión más acabada de que los crímenes en medios electrónicos no necesariamente son nuevos delitos sino que se pueden perseguir con jurisprudencias existentes, evitar la criminalización de las víctimas, proteger el derecho al anonimato y capacitar a los funcionarios públicos.