(CNN) – La noche del viernes, varias personas a lo largo de la Costa Oeste de Estados Unidos vieron en el cielo un extraño y cambiante orbe brillando en la oscuridad.
Parecía algo de ciencia ficción, pero en realidad era la marca de un cohete SpaceX que llevaba un grupo de satélites a la órbita de la Tierra.
El cohete despegó de la Base Vandenberg de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en el centro de California, y desató una oleada de asombro en las redes sociales.
El fundador de SpaceX, Elon Musk, alimentó la diversión al hacer burla de los observadores confundidos por la extraña estela.
“Ovni extraterrestre nuclear desde Corea del Norte”, tuiteó.
Pero el espectáculo fue, de hecho, provocado por el cohete.
“Vapor de agua del escape de la aeronave queda expuesto inmediatamente a muy bajas temperaturas a grandes altitudes. Las impurezas en el escape y las temperaturas muy frías son la receta perfecta para una estela de condensación”, escribió el meteorólogo y colaborador de Forbes Marshall Shepherd.
Es lo mismo que dejan atrás los aviones cuando cruzan el cielo.