(CNN) – El príncipe Enrique y su prometida, Meghan Markle, fueron recibidos por cientos de simpatizantes cuando se presentaron al tradicional servicio religioso de la familia real británica este lunes.
La pareja, que anunció su compromiso el mes pasado, se unió a la reina Isabel y al príncipe Felipe, así como a otros miembros de la familia real en Sandringham, la propiedad rural de la reina en Norfolk, a unos 150 kilómetros de Londres.
Según la prensa británica, es la primera vez que alguien que aún no hace parte oficial de la familia real participa de las celebraciones.
La pareja caminó tomada del brazo junto al padre de Enrique, el príncipe Carlos, y junto a los duques de Cambridge.
La reina, vestida de naranja, lideró a la familia hacia la capilla de Santa María Magdalena.
El año pasado fue la primera vez, desde que empezó a pasar Navidad en Sandringham, en 1988, que la reina faltó al servicio navideño real debido a que fue diagnosticada con un “fuerte resfriado”.
Cientos de personas hicieron fila para encontrarse con los miembros de la familia real, con Enrique y Megan como la gran atracción de este año.
La pareja asistió a su primer evento real en la ciudad de Nottingham a principios de este mes.
Ambos anunciaron que se casarán el 19 de mayo de 2017.