(CNN Español) – Una visita papal es sinónimo de multitudes, cámaras y papamóvil. Es el encuentro del líder de la Iglesia católica con quienes profesan su religión alrededor del mundo. El Centro para la Investigación Aplicada en el Apostolado de la Universidad Georgetown calculó en el 2012 que la población católica en el mundo son 1.228.621.000 personas, de las cuales 598.819.000 (casi la mitad) viven en el continente americano.
La primera vez que un papa pisó América fue el 4 de octubre de 1965. Ese mismo día el papa Pablo VI se convirtió en el primer sumo pontífice en hablar ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. Era el primero en salir de Italia luego de más de un siglo.
La única otra vez que Pablo VI estuvo en el continente fue tres años más tarde, cuando hizo una peregrinación apostólica a Bogotá. Al salir de la capital colombiana hizo una parada en la isla de Bermudas.
Tras morir Pablo VI, salió humo blanco para Juan Pablo I, cuyo pontificado duró solo 33 días, sin ninguna oportunidad para salir de Italia.
Pero fue Juan Pablo II, su sucesor, al fungir casi 27 años como papa, quien convirtió las visitas apostólicas del obispo de Roma en todo un acontecimiento internacional, viajando por más de 100 países. Ese legado, el de llevar el mensaje cristiano por distintos países convocando a millones de personas en misas campales y visitando a otros jefes de Estado, lo han seguido los papas Benedicto XVI y Francisco.
El país americano que más aterrizajes de un máximo líder de la iglesia católica ha tenido es Estados Unidos, con 10, de las cuales cinco veces han coincidido para intervenir en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la ciudad de Nueva York: 1965 (Pablo VI), 1979 (Juan Pablo II), 1995 (Juan Pablo II), 2008 (Benedicto XVI) y 2015 (Francisco). Con lo que respecta a América Latina, México y Brasil se llevan el trofeo, con 7 y 6 visitas papales, respectivamente.