Kabul, Afganistán (CNN) – Cinco militantes atacaron una base militar en Kabul, Afganistán, este lunes, mataron a 11 personas y culminaron una semana de violencia que sacudió a un país devastado por años de conflicto.
Más de 100 personas han muerto en cuatro ataques en los últimos nueve días, comenzando con el de un hotel en Kabul que dejó al menos 22 fallecidos.
Los talibanes se han atribuido dos ataques mientras que ISIS lo hizo con los otros, incluido el asalto de la base militar del lunes. Esto plantea la posibilidad de una competencia mortal entre los dos grupos terroristas.
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Mientras tanto, el hecho de que una base militar en el centro de Kabul fuera vulnerable a los ataques genera dudas sobre la capacidad del gobierno afgano para protegerse.
“Todo se trata del deterioro de la seguridad dentro de lo que se suponía que era conocido como el ‘anillo de acero’, la capital afgana de Kabul… (ISIS) parece estar en una carrera por el terreno bajo de la brutalidad extremista con los talibanes”, dijo Nick Paton Walsh de CNN.
El asalto de este lunes comenzó antes del amanecer, a las 5 a.m. hora local, cuando explotó el chaleco de un atacante suicida a la entrada de la base militar, cerca de la Academia Militar Mariscal Fahim en el oeste de Kabul, dijo a CNN Dawlat Waziri, vocero del Ministerio de Defensa.
El ataque se prolongó durante cinco horas, en las que otro atacante suicida detonó su chaleco explosivo. Otros dos fueron asesinados por el Ejército Nacional Afgano y uno fue detenido con vida, dijo Waziri.
Once miembros del ejército afgano murieron y otros 16 resultaron heridos en el ataque, agregó. Los soldados heridos son tratados en el hospital.
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Aunque ISIS se atribuyó la responsabilidad del ataque a través de su medio de comunicación, la Agencia de Noticias Amaq, no proporcionó ninguna evidencia para respaldar su autoría. El sitio informó “un ataque inmersivo por parte de los combatientes del Estado Islámico contra la Academia Militar en la ciudad de Kabul”.
La Universidad de Defensa Nacional Mariscal Fahim comparte el sitio con otras dos instalaciones militares, incluida una base de la OTAN que alberga instructores para la academia, según el portavoz Shah Hussain Murtazawi.
El complejo militar, que se encuentra en el distrito 5 de la policía de Kabul, está cerca del sitio donde hubo de un atentado suicida en octubre de 2017.
El ataque ocurre solo dos días después de que un atacante que manejaba una ambulancia llena de explosivos mató a más de 100 en la capital afgana.
Los talibanes se atribuyeron la responsabilidad del bombardeo, que tuvo lugar el sábado cuando una ambulancia llena de explosivos atravesó un puesto de control. Más de 200 personas resultaron heridas, incluidos 30 policías, según el jefe de la policía de Kabul, Basir Mojahid, dijo.
“Sentí que la tierra temblaba primero durante unos segundos luego de la explosión”, dijo Kamaludin, de 48 años, quien presenció la explosión de la ambulancia, a CNN. “Estaba a 50 metros de distancia. Caí al suelo … (luego) vi un carnicería. Vi mucha sangre, partes de cuerpos”.
El devastador ataque tuvo lugar exactamente una semana después de que los milicianos asaltaron un hotel de Kabul en un enfrentamiento de 12 horas.
En ese incidente, que fue atribuido por los talibanes, las autoridades afganas dicen que los atacantes mataron al menos a 18 personas, incluidos 12 extranjeros, antes de que las fuerzas de seguridad se abrieran camino. Al menos cuatro asaltantes también fueron asesinados.
Algunas autoridades afganas responsabilizaron a la red Haqqani con sede en Pakistán por el ataque, quienes están alineados con los talibanes.
Apenas unos días después del asedio del hotel, militantes del EIIS atacaron las oficinas de la agencia de ayuda británica Save the Children en la ciudad afgana oriental de Jalalabad el miércoles, matando al menos a cuatro personas e hiriendo a decenas en una batalla de 10 horas, según las autoridades locales. Los cinco atacantes fueron asesinados.
Los repetidos ataques y la creciente atmósfera de inseguridad resaltan los problemas que enfrenta la presencia militar de los Estados Unidos en Afganistán, reforzada con miles de nuevas tropas por parte del gobierno de Donald Trump.
A pesar de la presencia estadounidense en el país desde 2001, los talibanes solo se han vuelto más poderosos en los últimos años, ahora controlan al 40% del país según una evaluación oficial de EE. UU.
El gobierno nacional de Afganistán parece débil y dividido frente a los ataques, que ha costado la vida de al menos 7.000 soldados afganos el año pasado.
Karen Smith y Samantha Beech de CNN contribuyeron a este informe.