(CNNMoney) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no se atribuyó el auge del mercado de valores. Pero abiertamente lo animó para que “subiera, subiera y subiera”.
Pero de repente, el mercado de valores al que Trump se adhirió está en problemas, poniendo a la Casa Blanca en una difícil situación. El índice Dow Jones cayó 1.175 puntos este lunes —su mayor punto de disminución en la historia— mientras los inversores se preocupan por las grietas emergentes del mercado de bonos.
La Casa Blanca dijo en un comunicado que Trump estaba enfocado en “nuestros fundamentos económicos a largo plazo, que permanecen excepcionalmente fuertes”. El comunicado cita el fortalecimiento económico, el bajo desempleo y un aumento en los salarios de los trabajadores.
Que el gobierno sienta la necesidad opinar subraya el riesgo que asumió Trump de convertirse en el animador en jefe.
Usualmente, los presidentes no hacen comentarios sobre los movimientos del día a día del Dow, en parte porque el mercado es notoriamente voluble. Wall Street siempre está a un cambio de humor de convertir un repunte en una caída. Y adjudicarse mucho crédito por los buenos días del mercado, hace que sea difícil que te distancies de los días malos.
“Es un juego arriesgado hablar sobre el mercado. Pero parece que Trump va vivir o morir en el mercado de valores”, dijo Greg Valliere, jefe de estrategia global de Horizon Investments.
Trump ha tuiteado sobre el mercado de valores muchas varias veces desde su elección, frecuentemente alardeando sobre los últimos máximos históricos de Wall Street.
“Dow, S&P 500 y Nasdaq todos finalizaron el día con un nuevo récord alto”, tuiteó Trump el pasado 28 de noviembre.
Pero Trump no solamente ha dicho que los mercados están en alza por él, sino que ha argumentado, sin ofrecer prueba de ello de que se habrían colapsado si Hillary Clinton fuera la presidenta.
“Si los demócratas (corrupta Hillary) hubieran sido elegidos”, tuiteó Trump a finales de diciembre, “sus mercados podrían haber bajado en un 50% respecto a los valores del día de la elección”.
Trump no es el primer presidente que habla sobre los mercados de valores, pero sus predecesores no lo hicieron tan seguido y hablaron en términos generales.
De alguna manera, la obsesión de Trump con el mercado es sorprendente porque él se muestra a sí mismo como un populista y el mercado tiende a beneficiar a la gente rica más que a los pobres. Casi un tercio de las familias en el 50% del fondo de los ingresos son propietarias de acciones, ya sea directa o indirectamente a través de planes los planes de 401(k), según la Reserva Federal.
“Es muy arriesgado porque a mucha gente en su base no le gusta el mercado. Odian Wall Street”, dijo Valliere.
Por supuesto, las recientes pérdidas en Wall Street han impactado en las ganancias generales de la era Trump. El Dow y Nasdaq permanecen siguen al alza un 40% desde la elección de Trump. E incluso desde las grandes caídas del viernes y del lunes, los mercados no están lejos de sus máximos históricos.
Y la Casa Blanca está en lo cierto: los fundamentos económicos están fuertes. El índice de desempleo está en el punto más bajo en 17 años, y el crecimiento global se está acelerando.
Eso significa que este momento difícil del mercado puede desaparecer rápidamente, permitiéndole a Trump una vez más adjudicarse los récords en Wall Street.
Irónicamente, el logro legislativo distintivo de Trump —los recortes masivos de impuestos para las empresas— pueden estar desempeñando un papel en los recientes problemas del mercado.
Los recortes de impuestos prescriben medicamentos costosos para una economía saludable. Estimular una economía fuerte podría ser demasiado bueno. Morgan Stanley alertó en el segundo semestre del año pasado que “recalentar” la economía podría ser contraproducente al hacer que las acciones “aumenten y luego revienten”.
Hay señales tempranas de que solamente se está desarrollando ese escenario. El mercado de valores se disparó a medida que el Congreso avanzaba hacia la promulgación de los recortes de impuestos que se pagarían al aumentar el déficit.
Pero ahora los problemas en el mercado de bonos tienen desconcertados a los inversionistas. Las fuertes ventas han levantado el rendimiento de los bonos del Tesoro de 2,4% a principios de 2018, a un 2,85% hoy. Los mayores rendimientos en los bonos hacen que los mercados se vean menos atractivos y aumentan los costos de endeudamientos para los negocios, consumidores y por supuesto para el gobierno federal.
El estrés del mercado de bonos refleja la realidad de que el Tesoro de Estados Unidos necesita endeudarse más para pagar los recortes de impuestos de Trump.
“La nueva ley de impuestos y la política de déficit del gobierno significa acelerar el endeudamiento federal”, escribió David Kotok, cofundador de Cumberland Advisors, en un reporte este lunes.
El saludable mercado laboral también está aumentando los rendimientos del Tesoro. La tasa del Tesoro a 10 años alcanzó un máximo de cuatro años el viernes después de que el Departamento del Trabajo reportara el crecimiento salarial más fuerte desde 2009.
Los inversionistas están preocupados de que la Reserva Federal pueda aumentar su preocupación por la inflación causada por un fuerte crecimiento salarial. La Reserva podría estar eliminando la ponchera de dinero fácil que ha estado subiendo los precios del mercado. Los grandes aumentos salariales también podrían consumir ganancias corporativas récord
“Trump falló en apreciar el impacto de los estímulos en el mercado de bonos”, dice Valliere. “Creo que el mercado de bonos va a ser irritante para esta Casa Blanca en el futuro previsible”.
– Jeremy Diamond de CNN contribuyó con este reporte.