(CNN) — Durante décadas, las píldoras de control de embarazo han sido utilizadas exclusivamente por mujeres. Pero la pastilla anticonceptiva para hombres que sea segura y efectiva podría estar en el horizonte, según un nuevo estudio.
Los resultados del estudio se presentaron el domingo en la reunión anual de la Sociedad de Endocrinos en Chicago (Estados Unidos). Los investigadores encontraron que la píldora de hormonas propuesta, llamada dimethandrolone undecanoate o DMAU, efectivamente reducía la testosterona y otros niveles hormonales responsables de la producción de esperma sin otros efectos secundarios. Así lo dijo la doctora Stephanie Page, una endocrina en la Universidad de la Escuela de Medicina de Washington y autora principal del estudio.
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“Nuestro objetivo –y el de todo el mundo en este campo– es desarrollar un método para hombres que tenga los mínimos efectos secundarios, y el santo grial sería desarrollar algo que tenga también beneficios para la salud de los hombres”, dijo Page.
Hay un gran número de opciones de control de natalidad para mujeres, incluyendo las píldoras hormonales, inyecciones y aparatos intrauterinos. Sin embargo, las opciones para hombres son mucho menores.
“Las únicas opciones ahora para hombres son la vasectomía, los condones y el ‘coitus interruptus’”, comentó la investigadora. “El 40% de los embarazos en el mundo son no deseados, así que claramente existe una necesidad insatisfecha de anticonceptivos novedosos, y los hombres tienen muy pocas opciones”.
La vasectomía es un procedimiento quirúrgico que previene la transmisión del esperma al cortar los conductos deferentes, una estructura que transporta los espermatozoides de los testículos a la uretra. “Coitus interruptus” se refiere al método de extracción, que es significativamente menos efectivo que la mayoría de los demás métodos anticonceptivos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU.
Bajar los niveles de testosterona
El nuevo estudio estuvo basado en 83 hombres de entre 18 y 50 años a los que al azar se les asignaron en grupo de control o en tres grupos diferentes de tratamiento. Cada uno de estos tres grupo recibió una dosis diferente de la medicina: 100, 200 o 400 miligramos.
Los investigadores encontraron que, después de tomar el medicamento durante 28 días, la testosterona en la sangre se redujo a niveles de castración para las tres dosis. “Niveles de castración” se refiere al rango objetivo de testosterona en la sangre después de la castración química o quirúrgica y generalmente se define como 50 nanogramos por decilitro.
El grupo al que se le dieron 400 miligramos también vio una significativa reducción de LH y FSH, dos hormonas que ayudan a regular la testosterona y la producción de esperma.
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“La testosterona normal en un hombre se sitúa entre los 350 y los 1.100 nanogramos por decilitro”, explicó el doctor Seth Cohen, un profesor asistente de urología en el centro Langone Health de la Universidad de Nueva York, quien no está relacionado con el estudio. “Y ellos consiguieron que en estos chicos los niveles bajaran a 13 nanogramos por decilitro”.
Sin embargo, debido a una muestra tan pequeña, es necesario hacer más investigaciones para evaluar los posibles efectos secundarios de la medicina en la población en general, dijo Cohen.
Engañar al cuerpo
Encontrar una píldora anticonceptiva masculina ha sido un objetivo médico desde al menos la década de 1950, cuando los científicos comenzaron a desarrollar opciones hormonales de control de la natalidad. Aunque “la píldora” finalmente ganó popularidad entre las mujeres, las opciones hormonales de control de la natalidad para los hombres nunca despegaron realmente, según Page.
La sustancia utilizada en el estudio, DMAU, tiene propiedades similares a los andrógenos, como la testosterona, y las progestinas, como la progesterona. En consecuencia, puede “engañar” al cuerpo para que piense que los niveles de testosterona son adecuados, inhibiendo las vías hormonales que finalmente conducen a la producción de esperma, según Cohen.
También se supone que las propiedades similares a los andrógenos del fármaco previenen los efectos secundarios típicamente asociados con niveles bajos de testosterona, dijo Page.
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“Si simplemente bajaras la testosterona de los hombres a estos niveles bajos, tendrían efectos secundarios. Tendrían sofocos como las mujeres cuando pasan por la menopausia, y habrían notado cambios en el deseo y la función sexual”, explicó.
Éxito y limitaciones
Esta no es la primera vez que se prueba un anticonceptivo hormonal en hombres. En 2016, un estudio analizó la efectividad de una inyección de hormona administrada cada ocho semanas. Aunque el fármaco fue eficaz en la reducción de embarazos, se asoció con una serie de efectos secundarios adversos que incluyen depresión, acné y libido alterado.
Debido a estos efectos secundarios, 20 de los 320 participantes dejaron el estudio.
Pero este medicamento, DMAU, mostró una marcada reducción en muchos de estos efectos no deseados. Tampoco pareció dañar el hígado, una consecuencia conocida del uso de testosterona, según Page.
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Sin embargo, el corto período de estudio –de solo 28 días– hace que sea difícil saber si el daño hepático podría haber ocurrido con el uso a largo plazo de la pastilla, advirtió Cohen.
El estudio tampoco midió el recuento de espermatozoides, una de las principales limitaciones del estudio.
Pero de acuerdo con Page, el equipo de investigación logró alcanzar su objetivo principal: identificar una dosis efectiva y potencialmente segura de DMAU.
“El estudio original realmente fue diseñado para encontrar una dosis para seguir adelante, y pudimos lograr eso y demostrar que no había problemas graves de seguridad”.
También abrió la puerta para investigaciones futuras que ya están en marcha, dijo.
“El siguiente paso importante es mostrar que esto de hecho suprime la producción de esperma, y eso requiere al menos un estudio de tres meses, que vamos a emprender a partir del próximo mes”, agregó Page.
“Después de eso, necesitaremos estudios a más largo plazo para analizar en detalle los posibles efectos secundarios y finalmente realizar un estudio en parejas que demuestre que realmente funciona en el mundo real”.