(CNN) – Cuando una actriz estadounidense se casa con un príncipe, el mundo observa. Y Meghan Markle, que pronto se casará con el príncipe Enrique de Gran Bretaña, no es la primera.
El 4 de abril de 1956, cientos de periodistas se reunieron en el muelle de Nueva York para ver a Grace Kelly mientras la actriz ganadora del Oscar abordó el transatlántico que la llevaría a Europa… y al hombre con el que estaba comprometida para casarse, Rainiero III, príncipe de Mónaco.
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La boda de cuento de hadas de la pareja fue dos semanas después y fue seguida por 30 millones de personas a través de la televisión de Europa, según dice Robert Lacey en su biografía de Kelly.
Más de seis décadas después, un cuento de hadas similar está cautivando a personas de todo el mundo. A diferencia de Kelly, Markle no se convertirá oficialmente en una princesa pero, para la mayoría, eso no importa.
Al igual que Kelly, se describe a Markle como una mujer apasionada y hermosa, y una mujer que sabe lo que quiere. ¿Qué más tienen en común las dos mujeres?
Extranjeras
Markle, de 36 años, no es la princesa estereotípica. Es americana, divorciada y biracial (su madre, Dorian Ragland, es negra; y su padre, Thomas Markle, es blanco).
Creció en Los Ángeles, a 4.345 kilómetros de la ciudad natal de Kelly, Filadelfia. Pero su escuela secundaria, Immaculate Heart, una escuela católica para niñas, estaba a pocos pasos de los estudios de Hollywood que llevaron a Kelly al estrellato.
Ambas actuaron desde una edad temprana y forjaron exitosas carreras en la pantalla antes de cruzar un océano e ingresar a un mundo completamente nuevo.
“Meghan es una extranjera (en la familia real), y creo que eso es algo bueno”, dice Anna Whitelock, historiadora real en Royal Holloway, universidad de Londres. “Ella tiene una perspectiva única”.
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Kelly, que tenía solo 26 años cuando se casó con su príncipe, supuestamente luchó por sentirse aceptada por la alta sociedad de Mónaco y algunos de los miembros de su realeza.
“Grace Kelly se enfrentó a las tradiciones establecidas que existían en Mónaco”, dice Carolyn Harris, historiadora real y autora del libro “Raising Royalty”.
En contraste, Harris ve a la realeza británica haciendo un gran esfuerzo para crear una atmósfera de apoyo para su miembro más nuevo. La propia Markle ha hablado sobre la bienvenida calurosa que ha recibido por parte de la familia real.
Harris atribuye esta diferencia principalmente a los cambios culturales.
“Este matrimonio da una idea de cuánto cambio social y cultural ha tenido lugar a lo largo de la vida de la reina Isabel”, dice Harris. “La familia real ahora es mucho más inclusiva en términos de quién puede ser un miembro”.
Whitelock cree que Markle, como alguien de fuera, puede ayudar a impulsar ese proceso aún más, y la compara con la madre de Harry, la princesa Diana, en ese sentido.
Actrices
“Princesa o actriz: haz tu elección”, escribe Lacey en su biografía de Kelly. “Grace no podría ser ambas cosas”.
Pese a que Markle no ha alcanzado las mismas cotas que Kelly, que protagonizó 11 películas y ganó un Oscar por su actuación en “The Country Girl” (1954), ella ha construido una exitosa carrera como actriz, en particular protagonizada por Rachel Zane en siete temporadas de drama televisivo “Suits”.
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Pero para Markle, como Kelly, renunciar a esa carrera era un paso en el camino para convertirse en miembro de la realeza. Mientras Kelly aparentemente parecía reticente a renunciar por completo a su vida anterior y luego trató de volver a la actuación, Markle ha hablado positivamente del cambio.
“No lo veo como una rendición, solo lo veo como un cambio”, dijo en una entrevista sobre su compromiso. “Es un nuevo capítulo”.
Harris dice que la experiencia de Markle en el mundo de las celebridades ayudará tanto a ella como a la familia real en el proceso de transición. “Ella está acostumbrada a estar en el ojo público y eso es un activo para la familia real”, comenta.
Pero Meghan todavía se enfrenta una gran transición, dice Whitelock. “Ella viene de un mundo muy diferente: un mundo de Hollywood y celebridades y actuación”, dice.
El libro de Lacey sugiere que Kelly encontró ese proceso como un desafío. Y, como Markle también ha señalado, una carrera como actriz no prepara a una persona para el escrutinio y la atención de prensa que enfrenta una princesa.
“Tan ingenuo como suena ahora, no entendía exactamente cómo sería”, dijo Markle en noviembre, agregando con un asentimiento a su prometido: “No creo que ninguno de nosotros lo hiciera”.
Como la esposa de Enrique, Meghan nunca estará fuera del radar de la prensa, especialmente si la pareja empieza a formar una familia, como dicen que tienen la intención de hacer. “Tendrán que tratar de lograr un equilibrio entre lo público y lo privado”, dice Harris. “Habrá una tremenda fascinación pública si tienen hijos”.
Feministas
Hablando con Lacey, la actriz Rita Gram describió a Kelly como “una de las primeras mujeres independientes en Estados Unidos … Se fue de su casa, se ganó la vida”.
La biografía habla de una mujer que buscaba ser autosuficiente y autodeterminante, una perspectiva desalentadora en la América de 1950. Si bien muchas batallas por la independencia femenina se han librado y (en gran medida) ganado, Markle muestra una inclinación similar a no claudicar ante las normas patriarcales.
“Es una mujer madura, muy independiente, muy articulada”, dice Whitelock, quien señala que Markle habló más que su prometido en su entrevista de compromiso y mostró una gran seguridad en sí misma. “Es una asociación de iguales”.
Markle también ha sido una firme defensora de la igualdad de género desde la infancia y en febrero declaró su intención de “comenzar a trabajar” con su trabajo para empoderar a las niñas y mujeres en todo Reino Unido.
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De hecho, con el paso de la década de 1960 y los cambios culturales que la acompañan, la “princesa” Meghan se encuentra con mucha más libertad que la princesa Grace, tanto como mujer individual como en sus proyectos femeninos de abogacía.
Claro que Kelly se estaba casando con el monarca, mientras que Markle será la esposa de un hombre que probablemente nunca será el rey (Enrique es el sexto en la línea del trono). Markle puede hablar, vestirse y actuar con más libertad que su contraparte de Filadelfia.
Si bien Markle tendrá posibilidades de ser mucho más que el accesorio de su marido, también enfrenta una serie de nuevas restricciones y protocolos inevitables. “Toda su vida estará programada con mucha anticipación”, dice Harris. “Eso reduce el alcance de la espontaneidad”.
Sentido humanitario
Lacey relata cómo Kelly se dedicó a obras de caridad en los años posteriores a su boda, visitando con frecuencia orfanatos, hospitales y hogares para ancianos en Mónaco. Llegó a ser presidenta de la Cruz Roja de Mónaco y fundó una organización de caridad que abogó por los derechos de los niños.
Durante décadas, los miembros de la realeza de todo el mundo han utilizado su posición única para centrar la atención en causas particulares, y los jóvenes miembros de la realeza británica no son diferentes. Es un papel para el que Markle está bien preparada.
En 2016 se convirtió en embajadora mundial de World Vision y viajó a Ruanda para ver el impacto de las iniciativas de agua limpia de la organización benéfica. Un año antes, fue nombrada defensora de las mujeres de la ONU para la participación política y el liderazgo.
Y aunque Kelly parecía hacer la mayor parte de su trabajo de caridad sola, Enrique y Meghan están planeando un asalto conjunto a los problemas del mundo.
“Fue realmente una de las primeras cosas con las que nos conectamos”, recordó Markle en la entrevista de compromiso. “Una de las primeras cosas de las que empezamos a hablar cuando nos conocimos fueron las diferentes cosas que queríamos hacer en el mundo y cuán apasionados estábamos por ver el cambio”.