(CNN) – Tres familias son responsables por tres ataques separados inspirados en ISIS que sacudieron Indonesia en las últimas 24 horas, entre el domingo y el lunes, según la Policía Nacional de Indonesia.
Durante una conferencia de prensa en Surabaya, este lunes, el jefe de la Policía Nacional, Tito Karnavian, dijo que estaban trabajando en la hipótesis de que el motivo detrás de los ataques siguió después de una instrucción del Comando Central de ISIS de vengar el encarcelamiento de exlíderes de Jamaah Ansharut Daulah (JAD), un grupo yihadista indonesio que apoya a ISIS.
Hasta este lunes, 12 civiles habían muerto en los ataques.
Karnavian también les dijo a los reporteros que ninguna de las familias que perpetraron los ataques viajaron recientemente a Siria, pero el padre de la familia responsable por los ataques con bomba en una iglesia este domingo, en Subaraya, tenía vínculos cercanos con alguien que había recientemente había regresado de Siria y pudo haberlo inspirado a llevar esos ataques.
El exlíder de JAD, Aman Abdurrachman, que era la cabeza del grupo en Indonesia, actualmente está en prisión esperando un juicio por supuestamente planear y financiar el bombardeo de Thamrin, en 2016. Zainal Anshori, que reemplazó a Aman como líder de JAD en Surabaya, fue arrestado previamente por traficar armas desde Filipinas.
La Policía ahora cree que los disturbios de la semana pasada en el Centro de Detención de la Brigada Móvil fue iniciado por un convicto que actuó bajo instrucción del Comando Central de ISIS. Aman Abdurrachman estaba en prisión durante los disturbios y no hizo parte de los mismos y estaba en un bloque diferente de celdas.
La Policía Nacional dijo que los tres ataques fueron llevados a cabo por tres familias de la siguiente manera:
El domingo en la tarde, una familia de seis personas detonó bombas en tres iglesias en Surabaya. El padre, Dita Oepriarto, su esposa, dos hijas de 9 y 12 años, y dos hijos, entre los 16 y 18 años, hicieron parte y murieron en los ataques.
También el domingo en la tarde, se llevó a cabo un segundo ataque en un apartamento en Sidoarjo, cuando una bomba explotó prematuramente, matando a una madre y su hija de 17 años. Cuando la Policía inspeccionó el apartamento, encontraron al padre sosteniendo el detonador y le dispararon de inmediato.
El lunes en la mañana, cuatro atacantes murieron cuando llegaron a la estación de Policía de Surabaya en dos motocicletas con bombas atadas. La Policía dice que todos eran de una misma familia. Una niña de 8 años, que también se cree era de la misma familia, fue arrojada de una de las motocicletas durante la explosión y sobrevivió al ataque. Se encuentra en el hospital.
También se ha detectado la presencia de tres bombas sin explotar, una en la iglesia católica de Santa María Inmaculada y otras dos en la Iglesia pentecostal en Surabaya.
Los atacantes usaron TATP, un explosivo altamente volátil que puede ser destructivo en pequeñas cantidades y no requiere detonador.
Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo, ha tenido problemas en los últimos meses con un aumento en la militancia islamista, que se produjo cuando ISIS fue expulsado de Siria e Iraq.
“Esos ataques son un escenario de pesadilla que se anticipó desde que indonesios afiliados a ISIS regresaron del Medio Oeste”, dijo Greg Barton, jefe de Global Islamic Potlitics de la Universidad Deakin en Australia.