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Los 70 años de Ferrari: la magia de sus diseños son expuestos en Londres
01:12 - Fuente: CNN

(CNN) - Los puristas tal vez se horroricen ante la idea de un Ferrari eléctrico, pero ¿podrá convencerlos la velocidad?

Después de miles de horas dedicadas a restaurar y modernizar uno de los autos deportivos de Ferrari, el californiano Eric Hutchison logró lo impensable y creó el primer (y más rápido) Ferrari eléctrico 308 GTS 1978.

“En verdad me moría de ganas de saber cómo este 308 se comparaba con un 308 original”, le dice a CNN Supercharged Hutchison, especialista en conversión eléctrica automotriz.

“Hicimos que un piloto profesional manejara ambos autos en un entorno cronometrado en la misma pista, aproximadamente una milla y media, y el piloto hizo esa vuelta en 1:26 con un Ferrari de gasolina”.

Le tocaba el turno a la creación eléctrica de Hutchison.

“El auto eléctrico hizo pedazos al de gasolina”, cuenta.

“En cuanto el piloto aceleró, el auto eléctrico salió disparado y dejó una marca en el asfalto como de siete metros mientras agarraba tracción”. El denominado 308 GTE terminó 10 segundos más rápido.

El "308 GTE" fue 10 segundos más veloz que el vehículo original.

Ese potencial de velocidad es lo que hace que el automóvil sea un vehículo perfecto para transformar, según Hutchison. “El Ferrari es un gran candidato para la conversión porque cuando estás convirtiendo el automóvil a eléctrico estás agregando potencia, estás duplicando la potencia, estás duplicando el torque”, dice.

“Este coche fue diseñado para la velocidad. Puede que no haya sido diseñado para tanta velocidad, pero la maneja muy bien. Este auto en realidad va mucho mejor y se siente natural con esta cantidad de potencia”.

Hutchison encontró ese Ferrari 1978 en una chatarrería, destruido después de un incendio catastrófico, y el motor y todos sus componentes electrónicos no podían repararse. Pero 10.000 dólares después, era el dueño de una carcasa Ferrari 308.

“Cuando traje el proyecto a casa desde el depósito de chatarra, estaba completamente horrorizado”, narra.

“Se había quemado en un incendio de combustible, se había filtrado gasolina en el motor. Olía, todo el caucho se había derretido, había vidrios rotos. Francamente, era un desastre”.

Fue un trabajo de amor. Hutchison se dio por vencido cuatro veces en los dos años que tardó en restaurar el auto clásico, pero finalmente tras miles de horas de desmontar el auto, restaurar su estructura y reciclar las piezas que el equipo ya no necesitaba, quedó terminado, aunque no sin controversia.

En 2016, el jefe de Ferrari, Sergio Marchionne, dijo que un Ferrari eléctrico sería una “obscenidad”. ¿De qué sirve un Ferrari silencioso cuando el sonido agresivo de su motor es una parte crucial de la experiencia de conducción?, argumentó.

Y aunque Marchionne ha cambiado su postura, admitiendo que el fabricante de automóviles de lujo se moverá hacia los motores eléctricos en 2020, Hutchinson no podía esperar tanto tiempo.

“Convertir lo que históricamente es un automóvil a gasolina con un gran rugido a un coche enteramente eléctrico es algo que polariza mucho al público”, admite Hutchison.

“Me cuestionaban, me decían: ‘¿Qué diablos has estado haciendo?’ O ‘¿por qué hiciste ese proyecto?’

“Siempre habrá puristas, y luego habrá una nueva ola de potencia eléctrica, y el único automóvil que polariza más que ningún otro es un Ferrari”.

El Ferrari se quemó en un incendio.

‘Fenomenal’ experiencia de conducción

El rugido del automóvil de Hutchison, que tiene tres baterías (una en el frente y dos en una configuración en forma de L donde solían estar los tanques de gasolina), ha sido reemplazado por un zumbido eléctrico más silencioso.

“Hay algo muy calmante cuando te sientas en un automóvil que no hace ningún ruido de motor”, explica.

“Pones el pie en el acelerador de este auto, infunde miedo, da miedo, se lanza, explota y no hay ruido, y luego presionas el pie y oyes cómo se queman los neumáticos. La adrenalina de subirse a un coche eléctrico con tanta potencia en un chasis de Ferrari es fenomenal. Indescriptible”.

¿Pero es comparable a un Ferrari original?

“De ninguna manera”, admite Hutchison. “Es una experiencia completamente diferente.

“La asociación con el ruido y los cambios es una experiencia automovilística… la sinfonía cambia tremendamente y el automóvil, la sensación, los motores, suenan mucho más como un motor a reacción cuando se encienden. Con la conversión hay otros ruidos y si lo comparas con la forma en que un Ferrari siempre ha sonado, por supuesto, no es un motor Ferrari”.

Después de completar el trabajo en el automóvil, Hutchison lo puso a la venta con el subastador de autos clásicos Barrett Jackson.

“La parte más satisfactoria de la experiencia es que otra persona comparta la experiencia del auto eléctrico”, explica Hutchinson. “Un automóvil clásico que tiene 40 años va a durar otros 40 años más para compartir eso, conducirlo y mostrarlo a otras personas”.

El nuevo dueño del GTE, Drew Gill, estaba emocionado al descubrir que el automóvil deportivo era eléctrico.

“No sabía que era eléctrico cuando estaba pujando por él”, revela. “Solo pensé que estaba en perfectas condiciones y que podía conducirse”.

Hasta que Gill ganó la subasta ofertando 77.000 dólares supo que su motor no era convencional.

El Ferrari eléctrico ahora tiene un nuevo dueño.

“No hacía ruido, pero se estaba moviendo y luego nos sentamos en la salita tras la puja donde hablamos sobre el automóvil y descubrí que era eléctrico y yo estaba aún más entusiasmado”, contó.

“Soy de California, y lo que impera ahora es lo eléctrico y luego lo bueno es que no hay emisiones; todo lo que tienes que hacer es cambiar los frenos y cambiar los neumáticos, no me da cargo de conciencia conducirlo”.

“Es rápido, es mucho mejor que cualquier otro coche eléctrico en el mercado actualmente, y es un Ferrari. ¿Qué más puedes pedir?”

El futuro de los autos antiguos

Hutchison cree que el futuro de los automóviles implicará combinar tecnología más nueva con vehículos antiguos y clásicos.

“El interés está creciendo astronómicamente, como una bola de nieve”, dice.

“La conversión de autos clásicos y la aceptación del público es algo que está apenas empezando. Si manejas una combi Volkswagen que puede rebasar a un Ferrari 458, te deja boquiabierto. Así que mientras más personas lo experimenten, más va a suceder”.

Las oportunidades son infinitas, dice Hutchison.

“No puedo esperar para ver qué pasa con los automóviles clásicos y las conversiones eléctricas”, dice. “Son tiempos emocionantes”.