Nota del editor: Camilo Egaña es el conductor de Camilo. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor.
(CNN Español) – Una compañera ha contado en cámara que alguien ha escrito sobre el cartel gigante que promociona la nueva temporada del programa de Anthony Bourdain, la palabra gracias.
“… siempre había sido un verso suelto, un tiro al aire indiferente a los dioses, los himnos y las banderas’’. María Dueñas parece haber retratado a Bourdain al describir a uno de los personajes de su nueva novela “Los hijos del capitán”.
De Bourdain me gustaba —sobre todo— que no formaba parte de esa suerte de capilla en la que nadie quiere que le llamen cocinero sino chef o artista.
Siempre parecía andar lejos de la pompa: ecuménico, desenfadado y jamás condescendiente.
Era un sociólogo de andar por casa. Un soplo de aire fresco. Uno de los presentadores más naturales y honestos que se asomaba a la pantalla de CNN.
Se ha ido un día después de que los Centros para el Control de las Enfermedades de EE.UU. (CDC por sus siglas en inglés) advirtieran que el índice de suicidios ha aumentado 25% en este país desde 1999.
Y el suyo es el segundo portazo en menos de una semana.
La diseñadora Kate Spade, el martes en un apartamento en Nueva York. Anthony Bourdain el viernes en un hotel en un hotel a 75 kilómetros de Estrasburgo.
La doctora Anne Schuchat, subdirectora principal de los CDC, precisa que más de la mitad de los que se suicidaron en Estados Unidos no habían sido diagnosticados de algún problema de salud mental.
Si de verdad el infierno de cualquier ser humano es la mirada del otro, tendremos que mirarnos más y hablarnos más. Y escucharnos más.
Y buscar ayuda. Este es un teléfono que todos deberíamos tener en cuenta: 1-888-628-9454. Repito: 1-888-628-9454.
Es el de la Línea Nacional de Prevención del Suicidio. Para apoyo fuera de Estados Unidos, la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio proporciona un directorio mundial de recursos y líneas directas internacionales.
Apunte bien esta información para usted o para alguien que lo necesite. Que ya son demasiados los portazos.