(CNN) – El anuncio del presidente Donald Trump de que Estados Unidos detendrá los ejercicios militares con Corea del Sur sorprendió a Tokio y a Seúl, dejó inquietos a los legisladores de Estados Unidos, y tomó a al menos a algunos sectores del Pentágono por sorpresa.
La declaración, que va directo al corazón de la seguridad de Estados Unidos y al perímetro de defensa occidental del país, elevó preocupaciones de que Trump haya hecho una concesión significativa en su cumbre con el líder norcoreano Kim Jong Un sin obtener nada sólido en retorno, particularmente al plantear la posibilidad de sacar por completo las tropas de Corea del Sur.
“Realmente es impresionante”, dijo Michael J. Green, vicepresidente senior para Asia y Japón en el Centro Internacional de Estudios Estratégicos, CSIS.
“Cuando el presidente de Estados Unidos le anuncia de manera unilateral a un líder de Corea del Norte que vamos a detener nuestros ejercicios militares con nuestros aliados, Japón y Corea, y no les dice primero a esos aliados… y luego sigue diciendo que algún día le gustaría sacar nuestras tropas de Asia”, dijo Green, “es un desarrollo impresionante”.
“Es inapropiado”
Muchos felicitaron a Trump por elegir el diálogo sobre la confrontación. Pero la medida de Trump sobre los ejercicios militares reforzó las preocupaciones sobre su compromiso con las alianzas de larga data, particularmente porque él ha ofrecido un objetivo buscado tanto por Pyongyang como Beijing, sin consultarle a Corea del Sur o Japón.
Otros han dicho que al revelar una ficha tan importante en una etapa tan temprana del juego, Trump estaba socavando la ventaja de sus negociadores.
Y mientras Corea del Norte hacía un show de escalar de nuevo algunas de sus actividades nucleares, Pyongyang continúa su comportamiento perturbador en el reino cibernético y sigue siendo uno de los más indignantes violadores de derechos humanos, matando de hambre a su propia gente.
Trump hizo el anuncio en una rueda de prensa en Singapur. “Es inapropiado estar teniendo juegos de guerra”, dijo él, llamándolos “provocativos”, un adjetivo que usaría Corea del Norte, y agregó que “es algo que creo que ellos aprecian mucho”.
“Tenemos, ahora, 32.000 soldados en Corea del Sur, y quisiera poder traerlos de vuelta a casa”, dijo Trump, agregando que esa medida no hace parte de la ecuación en este momento.
- Mira en este video: Los momentos más sobresalientes de la cumbre en Singapur
El exvicepresidente Joe Biden hizo eco de las críticas cuando emitió un comunicado diciendo que “el gobierno de Trump le ha dado al régimen de Corea del Norte muchos triunfos codiciados sin tener nada a cambio”.
Biden enumeró la “legitimidad de una reunión con un presidente de Estados Unidos”, “la relajación de la presión de las sanciones internacionales”, y “la suspensión de nuestros ejercicios de preparación militar”, para decir que la medida “ha reducido nuestra ventaja y señalado una debilidad de nuestra alianza a cambio de vagas promesas de empezar negociaciones nucleares”.
Green, el experto en temas de Asia en el CSIS, dijo que era posible que el Pentágono pudiera enmendar las declaraciones del presidente y dijera en cambio que “lo que Trump quiso decir es que no vamos a tener bombarderos fuertes en nuestros ejercicios, o no vamos a escalarlos debido al proceso diplomático que se desarrolla en este momento… pero no tenemos a un presidente hablando de enviar las tropas a casa en más de medio siglo”.
Un exfuncionario del Departamento de Estado caracterizó el anuncio de Trump como “un paso que puede ser fácilmente echado para atrás”.
“No es una señal positiva, pero tampoco un error fatal”, dijo Thomas Countryman, exasistente del secretario de Estado para la Seguridad Internacional y no proliferación de armas nucleares, que agregó que estaba preocupado por la falta de coordinación con Corea del Sur.
“Todo el proceso solo puede tener éxito si Estados Unidos y Corea del Sur mantienen la más cercana consultoría posible”, dijo Countryman durante una llamada organizada por la Asociación de Control de Armas.
El Ministerio de Defensa de Corea del Sur hizo una declaración después de la conferencia de prensa de Trump, diciendo que necesitaba “descubrir el significado e intención precisos del presidente” de Estados Unidos.
También hubo algunas preguntas como si el Ejército de Estados Unidos estaba completamente al tanto de la decisión de Trump. Varios legisladores, incluyendo al republicano de Tennessee, Bob Corker, líder de la Comisión de Relaciones Exteriores, que dijo que los líderes militares no sabían nada.
Un funcionario de Defensa de Estados Unidos le dijo a CNN que ellos “no habían recibido una guía actualizada sobre la ejecución o cese de los ejercicios de entrenamiento”, incluyendo el siguiente gran evento de finales de agosto, llamado Ulchi Freedom Guardian, y que continuarían su coordinación actual y trabajarían con Corea del Sur hasta recibieran órdenes de hacerlo de otra manera.
Pero la portavoz del Pentágono, Dana White, dijo que el secretario de Defensa James Mattis “no estaba sorprendido. Él fue consultado”.
White agregó que las “conversaciones han sido robustas” y que aunque ella no diría que Mattis apoyó la decisión del presidente sobre los ejercicios militares, Mattis “está totalmente alineado con que el presidente alcance esta meta, que es la desnuclearización de la Península”.
– Ted Barrett, Manu Raju, Elizabeth Landers, Phil Mattingly, Lauren Fox, Daniella Diaz, Yoonjung Seo y Sophie Jeong de CNN contribuyeron con este reporte.