(CNN Español) – El ministro de Agricultura Urbana de Venezuela, Freddy Bernal, recomienda criar cabras en viviendas privadas para contrarrestar el desabastecimiento, que, asegura, es consecuencia de las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea.
En un video colgado en sus redes sociales, Bernal explica cómo criar cabras lecheras en corrales. “En cinco meses estos animalitos comienzan a reproducirse y a producir una leche de altísima calidad”, dice. El funcionario también quiso disipar las reservas que algunos venezolanos podrían tener al criar esta clase de animales en las ciudades, recomendando la utilización de conchas de arroz para evitar que se propaguen los malos olores provenientes de las excretas.
“Atrévase, compatriota, a elaborar una unidad de producción. Con voluntad, constancia y disciplina demostremos que podemos afrontar cualquier adversidad y no habrá bloqueo ni sanciones que valgan”, finaliza Bernal.
No es la primera vez que Bernal, quien también fue alcalde del municipio Libertador (centro oeste de Caracas), intenta contrarrestar la escasez con métodos de agricultura urbana.
En septiembre de 2017, el funcionario presentó una propuesta, bautizada más tarde como “Plan Conejo”, que consistía en criar en el hogar a esos animales. “No es una mascota, son solo dos kilos y medio de carne”, dijo entonces el ministro. “El ataque de Trump contra el pueblo venezolano es una oportunidad para revisar y cambiar nuestros patrones culturales de consumo”, agregó.
Sonriente, el presidente Nicolás Maduro, que estaba presente, saludó la idea y exclamó: “¡Avanza la primera parte del Plan Conejo!”. El gobernante agregó que algunos conejos ya habían sido distribuidos a ciertas comunidades, como parte de un proyecto piloto.
El conejo no es un plato popular en esa nación suramericana. De hecho, Bernal reconoció en ese momento que era visto como una mascota.
Los gobiernos de los últimos 20 años han intentado cambiar el patrón de consumo de los venezolanos fomentando el abastecimiento propio. A principios de la década de 2000, el entonces presidente Hugo Chávez propuso criar aves de corral en los apartamentos de Caracas, en estructuras que llamaron “gallineros verticales, y aprovechar cada palmo de terreno ocioso en un esfuerzo por intentar abaratar los costos de los alimentos”. En 2003, Chávez inauguró un cultivo organopónico en un terreno adyacente a una estación del Metro de Caracas, cerca del Teatro Teresa Carreño y del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, en pleno centro de la capital venezolana. Bernal, de hecho, asegura que el ministerio a su cargo proporciona a los venezolanos insumos y entrenamiento para poder desarrollar esos jardines urbanos.
En un estudio presentado el miércoles 13 de junio, el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (PROVEA) reveló que nueve de cada diez venezolanos no podían pagar su alimentación diaria; que ocho de cada diez afirmaron haber comido menos por no contar con suficiente alimento en el hogar o por la escasez; y que unos 8,2 millones de venezolanos ingieren dos o menos comidas al día.