(CNN) – El jueves en la noche, una multitud se reunión en Hobart, Tasmania, para ver enterrar vivo a un hombre.
Mike Parr fue bajado en una cámara de acero en el suelo solo con sus materiales de dibujo, un libro, un balde y una herramienta de medición. Luego, la calle fue sellada, y el tráfico continuó sobre la cabeza de Parr.
Este fue el trabajo más reciente del artista australiano de 73 años, titulado “El artista debajo del asfalto”, como parte del festival anual de música y artes Dark Mofo de Tasmania. Parr permanecerá 72 horas bajo tierra sin comida, solo con agua, hasta que la cámara vuelva a ser sacada el sábado en la noche.
Según un comunicado de Dark Mofo, la presentación de Parr conmemora a las víctimas indígenas de la violencia colonial británica. Después de que se declararan las leyes marciales contra tasmanios aborígenes en 1828, la violencia escaló hasta que la población aborigen fue sacada del territorio. Se estima que hasta 900 aborígenes y 200 colonialistas murieron en el conflicto.
“Es una historia que no es bien conocida, pero está presente, justo debajo de la superficie de nuestra cultura contemporánea”, dijo en un comunicado el director creativo de Dark Mofo, Leigh Carmichael. “El hecho de que el trabajo de Mike Parr ocurra bajo tierra, fuera de la vista de todos, como la vida cotidiana sigue encima de ella, claramente no es una coincidencia”.
Macquarie Street, donde Parr ubicó su cámara, es una de las calles más transitadas de Hobart, la capital de Tasmania.
“El público podrá ser capaz de atestiguar la ‘desaparición’ del artista bajo la vía, pero después del entierro, la vía regresará a su uso usual”, dice el comunicado. “La ansiedad de la desaparición del artista es el punto de la pieza”.
Como ha pasado con muchas de las presentaciones de Parr, este trabajo causó controversia. El alcalde de Hobart Ron Christie votó contra la presentación, citando preocupaciones de tráfico, pero fue anulado por el voto a favor del Consejo.
“Tenemos suficientes problemas de tráfico en Hobart ahora sin que nada más ocurra, así que esa es una de las razones por las que voté contra ello”, le dijo Christie a la Australian Broadcasting Corporation.
Sin embargo, Christie dijo que le daba la bienvenida al enfoque en una pequeña ciudad australiana que rara vez atrae la atención internacional.
“Ellos tienen lo que quieren, pero nosotros también obtenemos lo que queremos, y es que esto trae más dinero a nuestra economía— y no estamos hablando sobre decenas de miles, estamos hablando de millones de dólares y cada año está ganando reconocimiento mundial”, dijo el alcalde.
Michael Mansell, portavoz del Centro de Aborigen de Tasmania (TAC), dijo que apoya los esfuerzos para atraer la atención sobre las injusticias de las que fue sujeto la población indígena de Australia.
“Él tomó esta acción extrema para honrar a las víctimas del genocidio en el siglo XIX”, dijo Mansell. “Él señala que se va a la clandestinidad porque es la manera como la verdadera historia de Tasmania se ha ocultado y perdido de vista”.
Algunos han criticado la presentación de Parr por ser muy extrema, llamativa o una pérdida de dinero.
“Creo que es una estrategia conveniente para distraer la atención de las personas del punto que él quiere señalar”, dice Mansell sobre los que critican a Parr.
Parr no es ajeno a presentaciones extremas; anteriormente se cosió los labios, marcó su piel, se puso tachuelas en las piernas, y sostuvo sus dedos en el fuego. Muchas de sus presentaciones buscan abordar cuestiones tales como los solicitantes de asilo y la salud mental. Esta es la tercera y última presentación de Parr en el festival, que es organizado por el Museo de Arte Antiguo y Nuevo.